¿Ahora si me crees cuando te digo te amo? Ya no lo digo solo con palabras, también en acciones.
—Elliot Cassanova.
VICTORIA:
Estoy asqueada hasta más no poder de verle el rostro a esa mujer. No entiendo como tiene el valor de entrar a la casa de Elliot, sentarse en sus muebles y hacer de cuenta que nada está pasando, cuando los que estamos en la oficina la soportamos. Son muy obvias las miradas de Crystal hacia ella y por otro lado, Enzo aunque no la mira, cada vez que ella habla, él hace un gesto de molestia.
Esta mujer no tiene vergüenza.
Elliot, por supuesto que la colocó en su lugar. Estoy clara de que a ella le molestó lo que él le dijo y como se lo dijo. Sé que ella me culpa, pero no me importa.
Mientras Enzo y Crystal están hablando por teléfono, investigando cualquier cosa que pueda ser importante de mi padre, Elliot está escribiéndole a un miembro importante de una de las mafias coreanas.
Todos en esta oficina están trabajando, menos Angélica y yo, haciéndome sentir inservible.
Necesito ayudar a Elliot a salir de este problema.
Giro mi rostro y acerco mi boca a su oreja.
—¿En qué te ayudo? Puedo ayudar en lo que sea. —le susurro.
Elliot no me contesta al instante, pero lo que si hace es colocar su mano en bajo vientre, muy cerca del comienzo de parte íntima.
—Tranquila, esto lo resuelvo yo. —responde él sin mirarme—. Tú solo descansa por ahora. —es allí cuando si me mira, dándome una bella sonrisa que casi nunca muestra.
Luego baja su rostro al teléfono, marca un número, le da al botón de llamada y se coloca el teléfono en las oreja.
—¿Qué encontraste, Enzo? —pregunta Elliot.
Enzo levanta la mano diciendo que se espere, para así contestar algo en ruso.
Al parecer la persona a quien Elliot está llamando no le contesta y él molesto cuelga la llamada.
—Me acaban de informar que el padre de Victoria, tiene viviendo en Corea desde hace 16 años. Él se ha aliado con una banda, llamada los cascos rojos y tienen como hobbie robar las identidades de los vagabundos y borrachos para luego pedir 100 millones de wones y hacer que esas personas los paguen. —cuando Enzo dice esto, mi boca se abre de par en par.
Mi padre es un bastardo.
¿Cómo le hace ese tipo de cosas a esas personas?
Dios. No solo me maltrató a mi, sino que sigue maltratando a otros.
Si tuviera la fuerza de matarlo lo haría, pero no la tengo.
—Entonces seré el sabueso que tanto el ha esperado —dice Elliot como si estuviera afirmando lo que acaba de decir.
¿Sabueso?
—¿Qué es un sabueso? —le pregunto.
Elliot se acaricia la barbilla.
—Un sabueso es una persona que busca a un extorsionardor y ladrón, para cobrarle lo que ha hecho. —gira su rostro y me mira fijamente—. Le quitaré el dinero y luego... lo mataré. —espeta tajantemente, con una mirada feroz, una mirada que hace que cualquiera tiemble.Trago en seco.
Elliot lo va a matar.
Aunque es mi padre, merece morir por todo lo que me hizo y sigue haciendo.
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IMPERIO CASSANOVA© (2 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]
RomansaItaliano. Ex militar. Mafioso. Narcotraficante. La segunda mano del mafioso más temido en Italia; Enzo Rinaldi. Pero le falta algo, encontrar el amor. Y mientras él piensa que está muy lejos, una mujer mexicana testaruda y mal hablada, lo cautiva, p...