IMPERIO CASSANOVA© (2 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]

XXXII

Si te llego a perder, dejarías un vacío muy grande en mi ser.

—Victoria Park.

   
   VICTORIA:

  
   —Yo no sé luchar, solo he recibido maltratos en esta vida. —le respondo y ella sostiene una de mis manos de repente.

   Todo lo que está sucediendo me está asustando.

   —Algo que me enseñó Enzo es que cuando la avispa quiere atacar, tú debes hacerlo primero que ella. —agarra mi barbilla y me insta a que la mire—. En este mundo o se mata o te matan, tu eliges cual bando quieres elegir, Cognata.

    Debería de estar feliz de que acaba de llamarme "cuñada", pero no lo estoy.

   Mi mente aún no procesa la información que ella me ha suministrado.

   Es que simplemente no puedo entender porque mi mente, mi corazón y mi razonamiento se han bloqueado al escuchar que Elliot está muerto.

   Elliot no lo está.

   Lo siento en mi corazón y es algo que no puedo explicar.

   Una lágrima se desliza por mi mejilla y giro mi rostro escondiéndome de la mirada de Crystal.

   —¿Crees que soy una insensible porque no estoy llorando como tu ahora mismo? —pregunta Crystal buscando que le preste atención.

   No he pensado absolutamente nada acerca de ese tema.

   —No, no creo nada. Cada quien se desahoga como quiera. —respondo evitando el tema.

  Dios.

  Me sumergo de nuevo en mis pensamientos.

   ¿Dónde estará Elliot?

   —Amo Enzo con mi vida... —dice Crystal de un momento a otro—. Podría morir por él y es por una simple razón. —me mira fijamente a los ojos—. El es mi alma y yo soy la suya. No puedo vivir sin él y él sin mí, pero en este mundo hay que aprender a hacerlo. —se acerca a la mesa y coloca sus dos manos en ella, cruzando los dedos—. Sé que sientes cosas por Elliot, tal vez amor o tal vez cariño, pero esos sentimientos utilízalos para ser más fuerte y ser la señora Cassanova que yo deseo que seas. Extrañalo, pero en tu corazón y tendrás consuelo te lo aseguro.

   Retira las manos de la mesa y coloca su cabeza en su asiento.

    Quisiera ser igual de fuerte que ella. Cuando pienso en Elliot me dan ganas de llorar.

   —Ha sido el único hombre que me ha tratado bien y que no ha abusado de mi. —me detengo de hablar por que mis ojos se cristalizan y mi garganta se cierra—. Creo que estoy enamorada de él. Sé que lo he lastimado, pero él nunca me trató como yo lo traté. Él me hace desear querer ser amada por él. —expreso por último creyendo que estoy hablando para mi misma, pero cuando levanto mi rostro, me encuentro con la mirada de ella fija en mi.

   Ella me sonríe y su sonrisa es sincera.

   —¿Lo amas o lo quieres? —me pregunta seriamente.

   Le sonrío y es con pena.

   —No sé lo que es amar a un hombre, no sé cómo se siente. —respondo evitando su mirada.

   Parpadeo dos veces evitando que las lágrimas salgan.

   —Si quieres llorar, hazlo, eso no te hace menos fuerte. —murmura con voz suave.

   —Está bien. —respondo.

   —¿Cuando Elliot te besa, te toca, te dice algo bonito y te hace el amor, que sientes? —me pregunta cruzando sus piernas.