XLVI

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Hasta en mis sueños tus deseos intenté yo complacer, por ti la luna alcancé y en mi jornada un angelito me encontré, me vio muy triste y supo que perdí la fe. En mi sueño no veo rosto solo lo escuchaba hablar, me daba cátedra de amor y al escuchar, ansiosamente me empezaba le empezaba a reclamar, ¿cuál es la clave para que me puedas amar? Primero me dijo que es un pecado pensar solo en ti, segundo que no puedo ni debo aunque quiera dar la vida por ti, tercero que en mi destino el amor corre peligro y me advierte de ti...

—Angelito (Agrupación aventura).

ELLIOT:

   —Quítate del medio, idiota. —dice él airado como si le han quitado lo más preciado.

    La pistola que tengo en la correa en mi cadera, la saco y jalo el gatillo.

   —Cuando quieras empezamos a tocar la verdadera música. —coloco la pistola en su pecho—. Aprende a respetar cuando una mujer dice que no desea nada contigo y que tiene hombre. —me acerco a él estando muy cerca para poder susurrarle—. Yo soy su único hombre y tu eres un estúpido que quiere parecerse a mi.

   Su mirada se mantiene firme y mi pistola también.

   No le quito la mirada de encima y él hace lo mismo.

   Él se acerca a mí más de lo que estaba, tanto que su respiración me choca en el rostro.

   —¿Te gusto o qué? —le pregunto sonriendo, claramente burlándome de él—. No tienes que acercarte tanto para intentar intimidarme, porque no sucederá. —levanto el arma y la coloco debajo de su barbilla.

   El se ríe y me empuja hacia atrás.

   Río.

   Juro que me río para no darle un plomazo porque en este justo momento, aparece Isabelle detrás de él.

   Lo empujo provocando que él y dos de los mariachis que estaban detrás de él, los cuales intentaron ayudarlo sosteniendolo, se caigan en el suelo.

   Agarro a Isabelle por los brazos y la cargo en los míos, volviéndome hacia donde está Enzo y entregándosela en sus brazos para que la sostenga hasta que termine.

   El psicólogo intenta pararse, pero se agarra la espalda baja. Al parecer le duele y me sorprende que para ser tan joven ya esté sufriendo de la espalda.

   —¡Maldito infeliz! ¡Hijo de perra! ¡¿Ves como me pusiste?! Tengo problemas en la espalda baja y por tu culpa me he lastimado. —expresa molesto mientras otros de los mariachis lo ayudan a levantarse.

    Guardo mi pistola, evitando que Isabelle la vea ya que va a reconocer que objeto es y no quiero que crea que soy un delincuente.

   La felicidad en mi vida dura poco.

   No es normal ni correcto que un doctor intente enamorar a su paciente.

   Esté hombre está de psicólogo y para internarlo por la gran falta de ética y moral.

   Cuando ya está de pie, se acerca a mí como si quisiera golpearme, pero esquivo el puñetazo doblando su brazo hacia arriba y golpeando su rostro con mi puño cuatro veces hasta que cae inconsciente.

   De este tiro él se terminará de romper la espalda baja y le dolerá la cara porque acabo de romperle la boca y la nariz por metiche y rompe matrimonios.

   Isabelle empieza a gritar mientras mueve la cabeza rápidamente queriendo ver que está pasando, pero me alegro de que Enzo le haya agarrado la cabeza y colocado en su cuello para que no viera nada de lo que pasó.

IMPERIO CASSANOVA© (2 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora