Entra en mi vida, te abro la puerta. Sé que en tus brazos ya no habrán noches desiertas. Entra en mi vida, yo te lo ruego. Te comencé por extrañar, pero empecé a necesitarte luego.
—Sin bandera (Agrupación mexicana).
ELLIOT:
Camino solo un poco para ya estar en frente de la puerta.
Toco dos veces seguidamente.
No escucho a nadie.
Toco de nuevo y no suena nada, hasta que escucho movimientos.
—¡Ahhhhhh, me duele, me duele mucho. Detente! —son las claras palabras que escucho detrás de la puerta.
¿Qué cómo estoy?
Paralizado.
Maldita sea.
Acaricio mi cabello creo pidiéndole fuerza a Dios.
—Victoria, soy yo, Elliot. —digo muy cerca de la puerta para que me pueda escuchar.
Se hace un silencio. No escucho absolutamente nada, hasta que la puerta es abierta por ella.
Mi Victoria.
Observo su cuerpo por completo queriendo hallar algo que me diga que ella no estaba haciendo lo que estaba pensando.
"Teniendo sexo con algún hombre".
Sé que está mal desconfiar de su pareja, pero cualquiera pensaría eso si escuchara que su mujer dice esas palabras que dijo Victoria.
No sufro de la presión ni del corazón, pero de este tiro, creo que voy a sufrir. La vida mia y de Victoria parece una novela de televisión, similar a la Señora Acero o El Señor de los cielos. Donde se arma un desmadre a cada rato y no tienen un minuto de felicidad.
Gracias a Dios, ella está vestida con un pantalón Jean y una blusa blanca.
Su sonrisa me deja saber que soy muy bien recibido y que me ha extrañado igual como yo a ella.
—Te extrañé, mi amor. —dice ella abrazándome como puede ya que nuestra hija está ocupando un gran espacio.
Le doy un beso suave en los labios esperando que Isabelle no se despierte.
—¿Qué fue ese sonido extraño y esa frase igual de extraña que dijiste hace unos segundos? —le pregunto entrando en la casa, mientras ella cierra la puerta.
Cuando entro, me quedo estático al encontrarme a Crystal, dígase mi cuñada con algo rosado pegajoso en su pierna.
Giro mi rostro hacia atrás para mirar a Victoria.
—No sabía que tendrías visita. —expreso arqueando una ceja.
Victoria se ríe y abraza mi espalda baja.
—Lleva la niña a mi habitación y regresa, tenemos que hablar. —dice dejando de sonreir.
Oh no.
Eso suena a problemas y serios.
Cuando las mujeres dicen eso es por una sola razón; ya no quieren estar con esa persona.
Es obvio que es lo primero que pienso y más obvio es que Victoria sabe que es lo que primero pensé.
—Elliot, deja de hacerte imaginaciones en la cabeza y lleva a Isabelle, por favor. —me ordena golpeando mi trasero fuertemente haciendo que Crystal se ría a carcajadas.
ESTÁS LEYENDO
IMPERIO CASSANOVA© (2 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]
RomanceItaliano. Ex militar. Mafioso. Narcotraficante. La segunda mano del mafioso más temido en Italia; Enzo Rinaldi. Pero le falta algo, encontrar el amor. Y mientras él piensa que está muy lejos, una mujer mexicana testaruda y mal hablada, lo cautiva, p...