Capítulo 10

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Law y yo compartimos la manta para entrar en calor, mientras tanto yo apoyaba mi mano en su brazo y le transmitía vitalidad poco a poco para que mejorara. Pero entonces escuchamos muchos ruidos de afuera que nos alertaron.

-¡Corazón se fue por allá!

-¡Lao G, por aquí!

Los disparos nos hicieron preocupar. Law se levanta e intenta abrir el cofre pero no pudo hacerlo. Intenté ayudarlo pero nos dimos cuenta de que al parecer había algo encima que no nos permitía abrirlo, mientras tanto afuera se hizo más escandaloso con los disparos y gritos de los demás y Corazón. Law y yo nos pegamos a la pared del cofre para escuchar.

-¡Infeliz! ¡¿Por qué fingías que no podías hablar?! -habla alguien notándose enfurecido.

-Porque no tenía nada que hablar con ustedes... -responde Corazón adolorido.

-¡Vete al diablo! -cerré los ojos con fuerza al escuchar como lo golpeaban- ¡Te burlaste del joven amo! ¡No te lo perdonaré!

Apreté la mano de Law quien igualmente sujeta la mía con fuerza. Él apretó los dientes pero seguimos escuchando, pues es lo único que podíamos hacer ahora.

-Te estás excediendo, Glasius. Morirá antes de que llegue el joven amo.

Me preocupaba. Si tan solo pudiera hacer algo... ¿si controlara mi poder conseguiría hacer algo?
Volví a concentrarme en lo que ocurría afuera cuando sentí que algo golpeaba el cofre y nos lanzaba hacia atrás, Law y yo nos sujetamos el uno al otro pero sintiéndonos preocupados por Corazón.

-¡Llegó el joven amo! -abrí los ojos de par en par, ¿quién se supone que era ese infeliz?

Podía escuchar la respiración acelerada de Corazón y cuando empezó a toser, era él quien estaba recargado contra el cofre.

-Seis meses sin verte... Corazón -escuché una voz distinta que me provocaba escalofríos. Y por la reacción de Law supongo que es un tipo problemático.

Todo quedó en silencio por un momento, hasta que escuché como si alguien sacara el seguro de un arma.

-Código de marino 01746. Comandante Rosinante, del cuartel general de la Marina. Familia Don Quixote, capitán, Doflamingo. Estaba encubierto para evitar la futura tragedia que vas a provocar -dice Corazón-. Soy un marino.

Law y yo abrimos los ojos un poco más pero se sintieron dos golpes contra el cofre. Law parecía saber lo que significaba.

-Lamento haber mentido. Lo hice porque no quería que me odiaras...

-¡¿Crees que disculparte servirá de algo, infeliz?!

-Deja de hacer esas bromas sin gracia... ¡y respóndeme dos preguntas! -exige aquel que Corazón llamó Doflamingo- ¡¿Dónde está la fruta Ope Ope?! ¡¿Dónde está Law?!

Me aferré a Law quien al mismo tiempo se aferra a mí, como si nos protegiéramos el uno al otro por miedo a que se lo lleven.

-La Fruta del Diablo... La fruta Ope Ope ¡se la di de comer a Law! -sentencia Corazón-. Ahora cuenta con los poderes de una Fruta del Diablo y logró salir de la jaula. Ahora debe estar bajo la custodia de un barco vigía de la Marina. No podrás hacerle nada.

-¡Joven amo! -escuchamos más a lo lejos.

-¡Antes escuchamos por la radio que la Marina rescató a un niño! -se escucha la voz de una niña.

-¡¿Por qué no lo informaron antes?! -regaña Doflamingo.

-¡Vine lo más rápido que pude!

-¡Perdón!

-¡Compruébenlo de inmediato! ¡Quitaré la Jaula de Aves! -dice Doflamingo- ¡Prepárense para zarpar! Si es cierto, hundirnos el barco vigía de la Marina y recuperaremos a Law.

Si hacían eso quizás podamos escapar. Miré a Law con esperanzas y una sonrisa, él se veía sorprendido pero a la vez no sabía cómo reaccionar. Escuchamos pasos alejarse rápidamente.

-¡No lo hagas! ¿Por qué perseguirás a Law? -pregunta Corazón

-¿Que por qué perseguiré a Law? Si comio la fruta Ope Ope, tengo que educarlo para que muera por mí.

Law se veía algo enfadado además de preocupado. Negué con la cabeza y tomé su mano con fuerza.

-Cielos... hiciste muchas cosas que no debiste. ¿Por qué interferiste en mis asuntos? ¿Por qué tengo que matar a otro miembro de mi familia biológica?

Law empezaba a golpear la pared del cofre queriendo salir, pues queríamos saber qué ocurría afuera. ¿En verdad Corazón estará bien?

-No podrías dispararme -dice Doflamingo-. Te pareces mucho a nuestro padre.

Law golpea con más fuerza queriendo salir de aquí pero no tenía caso. Corazón no iba a dejarnos salir mientras aquellos sujetos estén aquí.

-Law no te obedecerá, Doffy -responde Corazón muy seguro-. Como contrajo la enfermedad del plomo blanco, su destino era morir en tres años. Pero la venció.

-Tengo entendido que lo ayudó una niña con la fruta Chi Chi... ¿dónde está? Quizás me sea de utilidad -aquella voz escalofriante me hizo sentir estremecer del susto.

-No es el mismo Law que estaba perdido cuando fue a visitar a un pirata desquiciado -lo ignora Corazón mientras escuchamos que se levantaba-. No podrán aprender nada de un hijo de la destrucción como tú. Déjalos en paz. ¡Ahora son libres!

Miré a Law quien tenía lágrimas en sus ojos, se esforzaba pero quería llorar. Escuchamos disparos que me sobresaltaron, rápidamente mis lágrimas también aparecieron y rodaron por mis mejillas sintiéndome asustada por Corazón. Mi cuerpo tiembla y mi garganta duele por el llanto, los disparos no se detienen, Law golpea el cofre hasta que algo golpea desde afuera.

Ese hombre, Doflamingo, ¡es despreciable! ¡¿Cómo pudo hacer algo como esto a una persona tan buena como Corazón?! ¡¿Por qué lo hizo?!

Sentimos que alguien agarraba el cofre en el que estábamos y se empezaba a mover. Law se asoma abriendo un poco el cofre pero al ver a Corazón tendido en el suelo lleno se sangre me asusté y me aferré a Law. Él cerró el cofre de nuevo, solo sentimos cuando seguían caminando hasta dejarnos en el suelo. Asentí a Law para indicarle que era seguro salir, pues las sensaciones de sangre y vitalidad las sentía todas a un lado más lejos de nosotros.
Abrimos el cofre y salimos con las lágrimas aún corriendo por nuestras mejillas.

Law estaba débil, cayó al suelo apenas pudiendo moverse. Le tendí la mano, él me agarró y lo ayudé a levantarse y caminar. La nieve caía sobre nosotros mientras nos alejábamos cada vez más de aquellos sujetos a los que observé por encima del hombro, supuse por el abrigo de plumas similar al de corazón, que él es Doflamingo, su hermano biológico.
Observé a un lado, un barco de la Marina estaba allí. Pero Law empezó a sollozar aún en silencio, veía que gritaba pero no lo escuchaba hasta que el campo de silencio de Corazón se desvaneció. Y sus gritos resonaron en mis oídos de una manera dolorosa que me hizo sollozar.

Tras nosotros hubieron explosiones, hice caminar un poco más rápido a Law para alejarnos todo lo posible, pero el dolor en el pecho era muy fuerte. A pesar de eso, quería mantenerme firme para poder ayudar a Law, debía cumplir con la promesa que le hice a Corazón y no lo dejaría solo.

No.
Estaré con él. Lo ayudaré. Me haré más fuerte, quizás... así consiga evitar que se repita este momento. No quiero perderlo a él también.

CORAZÓN ROBADO || Trafalgar Law y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora