Un olor fuerte y agradable inunda mi nariz cuando fui consciente de mí otra vez al despertar. Sonreí por la agradable sensación de calidez que me rodeaba y el aroma que... me recordaba a Law. A mi mente regresan los recuerdos de ayer y abrí los ojos esperando encontrar al pequeño capitán.
-¡Huh!
Los abrí de par en par cuando frente a mí, en lugar del pequeño Law... estaba el adulto... ¡¿En qué momento ocurrió el cambio?! Y además, estaba tan cerca... Uno de sus brazos atrapaba mi cintura y evitaba que me alejara de él, mientras usaba el otro brazo como almohada. Levanté la mirada para intentar ver su rostro pero al estar con mi cabeza tan pegada a su pecho, fue difícil. Me removí intentando no despertarlo pero no tuve suerte.
-Mhmg... -lo escuché quejarse con la voz mañanera que me hizo sonrojar aún más de lo que ya estaba.
De repente él suspira y se mueve hasta sujetar mi cintura con ambos brazos y esconder su rostro en mi pecho.
-¡Hm! -me sobresalté sintiéndome nerviosa, pues ya no es un niño pequeño el que está escondiendo su rostro en aquel lugar.
Bajé la mirada solo para encontrar su rostro dormido pero con una ligera sonrisa relajada. Calmé mi nerviosismo al verlo tan tranquilo que incluso me tomé la libertad de acariciar su despeinado cabello. Vi su rostro contraerse antes de empezar a abrir los ojos y mirarme adormilado.
-Buenos días, capitán... me alegra tenerlo de vuelta -comenté.
Él parece procesar lo que había dicho antes de darse cuenta de lo que estaba pasando. Se sienta de inmediato y se mira el cuerpo comprobando que había vuelto a la normalidad.
-Se acabó el efecto -murmuró-. Creí que sería un niño por años y que pasaría por la pubertad otra vez.
-Espera -me senté llamando su atención-. Entonces... tú... ¿r..recuerdas lo que pasó mientras fuiste un niño?
Él se sorprende enseguida por mi pregunta pero como si fuera en automático noté su mirada bajar de mi rostro y sus mejillas tornándose de un rojo intenso... no más que yo, por supuesto.
-¡Joder...! -me cubrí con la manta en un instante.
No lo había pensado, que al volver podría seguir teniendo los recuerdos de lo que pasó mientras tanto. ¡Por todos los mares! ¡Debí dejar que los chicos le dieran un baño! Pero estaba tan preocupada que no supieran tratar con él que quise hacerlo yo. ¡Esto es lo que me gano por no confiar en mis compañeros!
-Un segundo -saqué la cabeza de debajo de la manta- ¿Eras consciente de lo que pasaba...? ¡¿Y tu ropa?! ¡¿Qué pasó?!
Cubrí mis ojos con ambas manos pero inconscientemente abrí un hueco entre mis dedos y ambos miramos en el suelo lo que se suponía era la ropa con la que había dormido. Él reaccionó y trató de arrebatarme la manta para cubrirse mejor.
-¡Oye! -reclamé.
-Yo lo necesito más -sentenció.
-¡¿Quién lo dice?! ¡Yo estoy poco presentable!
-¡_________! ¡Estoy desnudo! -aclaró haciéndome avergonzar aún más, a ambos en realidad.
Por los jalones y la sorpresa del final, me removí intentando cubrirme el rostro y el cuerpo a la vez pero terminé cayendo de la cama, en su intento de atraparme y en el mío de sujetarme de algo, terminé arrastrando a Law conmigo y un par de cosas de la mesa a un lado.
-Auch... -murmuré acariciando mi cabeza.
-¿Estás bien, _________?
-Yo... eso creo... -mencioné volviendo a abrir los ojos mientras él se removía.
ESTÁS LEYENDO
CORAZÓN ROBADO || Trafalgar Law y tú ||
FanfictionEn su búsqueda por alguien que pueda curar la enfermedad del "plomo blanco" de Trafalgar Law, Corazón recurre a una pequeña niña que ayudó hace pocos años, pues ella tiene la habilidad de la "Chi Chi no Mi" o Fruta del Diablo de la sangre. El único...