Me removí ligeramente por una leve incomodidad cuando el sol me dio en los ojos. Al mirar a mi alrededor noté que seguía en mi habitación, pero mejor acomodada e incluso cubierta con mis mantas.
-¿Huh? -levanté la mano izquierda al ver que me habían conectado a unas bolsas de sangre, me las quité para levantarme.
En lo único en lo que pude pensar fue que Law había pasado por aquí y me había puesto esas bolsas de sangre que seguramente eran de él, ya que es el único en el barco que puede donarme sangre, gran coincidencia en verdad. Como sea, me alisté para salir del barco, veía por las ventanillas que estábamos en el la isla de las doncellas. Cuando sentí la cálida sensación del sol contra mi piel fue como sentirme revitalizada, sonreí aspirando la brisa fresca y que todo estuviera en calma.
-¿Eh? -una flecha pasa a mi lado de repente, incliné la cabeza justo a tiempo para esquivarla- ¿Qué pasa aquí?
Miré a los alrededores notando la cantidad de mujeres que había en este lugar, algunas nos apuntaron con sus flechas, bueno... a los hombres. De repente se crea una lluvia de estas sobre nosotros, estaba lista para evitarlas.
-Detente, _______.
-¿Law? -lo miré de reojo pero luego vi que las flechas se destruían gracias a las otras mujeres en el barco de Boa Hancock.
-Recién te has levantado, será mejor que pienses en recuperarte antes de volver a usar tu poder -me advierte Law recostado contra la pared a mi lado-. Es una orden.
-¡Hm! -abrí un poco más los ojos antes de sentir que mi corazón latía con tanta fuerza que incluso lo pude escuchar. Mi rostro de repente se había sonrojado y mis piernas flaquearon.
-¡No, otra vez! ¡Vicecapitana!
Caí hacia atrás sintiendo enseguida a Bepo sujetarme antes de golpear el suelo. Cubrí mi rostro con ambas manos pero no era suficiente, pegué mi cabeza contra Bepo.
-S..Sí, capitán -murmuré.
-Qué dramática -lo escuché destruyendo todo el momento.
- ¿"Dr..Dramática"? -salté de Bepo y lo miré enfadada-. Si las Amazonas te disparan no te ayudaré.
Me crucé de brazos y le di la espalda. Justo en ese momento me concentré en Boa Hancock aparece sobre su serpiente dirigiéndose hacia las mujeres.
-Luffy está en ese barco. Sufrió graves heridas tanto físicas como psicológicas en Marineford y ahora está vagando entre la vida y la muerte -ella se veía preocupada-. Chicas, lleven a Luffy al castillo Kuja de inmediato. Voy a quedarme con Luffy...
-¡Espera, Princesa Serpiente! -habla una anciana llamando nuestra atención.
-¡Abuela Nyon!
-Luffy puede pasar, pero los hombres de ese barco extraño no pueden entrar en la Isla de las Doncellas. Va contra nuestras normas -sentencia la anciana.
-En ese caso, permitamos que el médico vaya con él...
-¡No!
-Aunque sea médico, los hombres tienen terminantemente prohibido entrar en la isla. En esta tierra hay muchos médicos capacitados -responde la abuela Nyon.
-Bueno, me da igual. Pero tienen las mismas instalaciones médicas y tecnología que en mi barco, ¿no? -preguntó Law.
-Cosa que no creo... pues nuestra tecnología fue creada por nuestra vicecapitana. Una biomédica -murmuran los otros-. Es más avanzada.
-¡Sí, sí!
Vi la expresión nerviosa de la abuela Nyon ante el comentario de Law, haciéndome pensar que fue muy acertado por su reacción.
-Morirá si sus heridas vuelven a abrirse -continúa Law-. Si eso no les importa, llévense a Sombrero de Paja-ya.
-¡¿Luffy va a morir?! Si eso pasara... yo... yo... -Hancock era la más preocupada por él. Aún me sorprende que se haya enamorado de él una Emperatriz tan orgullosa y problemática como ella.
-Está muy claro que necesitamos su ayuda para salvar a Luffy-Kun. Si él no puede entrar, no hay remedio. Tendremos que irnos de esta isla -menciona Jinbe.
-¡No seas ridículo! ¿Quieres ser la comida de los Reyes del Mar? -cuestiona Hancock-. Y aunque escapáramos de ellos, la Marina podría encontrarnos. ¿Qué podemos hacer?
-No hay remedio. Haré una excepción... -comenta la abuela Nyon finalmente-. Pueden quedarse en la bahía de la isla. Los Reyes del mar no los atacarán ahí.
Suspiré un poco aliviada de que se haya llegado a un acuerdo y hayan podido conseguir un lugar donde quedarnos para tratar a Luffy. Aunque no pude evitar reír un poco por la actitud de Boa Hancock queriendo cuidar de él pero siendo negada su petición por la abuela Nyon.
-Una pregunta -dije levantando la mano como si fuera un salón de clases y luego apunté a mis compañeros-. Solo los hombres no pueden ir a la aldea, ¿cierto?
-¡Nos va a abandonar! -gritan al unísono mis compañeros.
-Sí, solo los hombres -responde la abuela Nyon y no perdí el tiempo en aparecer junto a unas chicas.
-En ese caso... ¿me mostrarían el lugar? Sé que tienen cosas muy preciosas aquí -pregunté sonriendo ampliamente.
-¡Ya nos abandonó! -vuelven a gritar los chicos.
-¡Sí, sí! Vamos -las chicas me toman por los brazos queriendo llevarme con ellas.
-Oye, _________ -me detuve y giré hacia Law-. Aún no te has recuperado del todo, no te emociones tanto.
-¡¿Solo le dirá eso, capitán?! ¡Se puede morir!
-De acuerdo -sonreí-. Nos vemos, chicos.
Me fui con las chicas a recorrer aquella aldea que me sorprendía por lo bello que era y además muy práctico y con carácter. Todas las mujeres aquí se veían tan fuertes que no desaprovecharía esta oportunidad.
-Oigan, escuché que pueden usar Haki, ¿podrían enseñarme cómo lo hacen? -pregunté luego de haber ido de comprar y haber comido un poco.
-¿Enseñarte? -ellas parecen pensarlo pero entonces me sonríen-. Bueno, no veo el problema.
Me guiaron hasta un espacio libre para poder hacer una demostración del Haki que manejan para que sus flechas tengan mucho más impacto.
-¡Genial! -comenté al ver como había destrozado una gran piedra con una sola flecha-. Quiero desarrollar esa habilidad, sé que con esfuerzo y entrenamiento podría hacerlo.
Estaba decidida, siempre he querido aprender a desarrollar el Haki, si lo hago... podré mejorar. Desde que aprendí sobre los tres tipos de Haki me he sentido tan emocionada por usarlos.
Recuerdo aquella vez... cuando intenté alejar a Vergo de Corazón... él me había golpeado con el Haki de armamento, uno muy avanzado. Quiero ser capaz de contrarrestar eso y si es posible superarlo.-Bien, me decidí -dije apretando los puños con decisión-. Entrenaré para desarrollarlo.
ESTÁS LEYENDO
CORAZÓN ROBADO || Trafalgar Law y tú ||
FanfictionEn su búsqueda por alguien que pueda curar la enfermedad del "plomo blanco" de Trafalgar Law, Corazón recurre a una pequeña niña que ayudó hace pocos años, pues ella tiene la habilidad de la "Chi Chi no Mi" o Fruta del Diablo de la sangre. El único...