CORAZÓN ROBADO || Trafalgar Law y tú ||

Capítulo 73

La sangre hervía en mi cuerpo, pero esta vez por la molestia. Seguía enfadada con Law, ¿por qué empezó que ignorarme y de repente, cuando estuve en peligro, fue la única forma en la que las cosas cambiarán? ¡Siendo él quien me busca ahora! No es que lo haya dejado de querer y ahora lo quiera lejos de mí... es que me hubiera gustado que esto no haya pasado por una situación crítica. Eso es lo que más me molesta.

-__________, oye.

Law sujeta mi mano pero al estar tan molesta la aparté enseguida. Lo miré con advertencia, quería estar sola por ahora, él abre los ojos con sorpresa y yo me aparté para seguir caminando.

-Ah, suerte te encuentro -Kaito aparece en ese momento-. Quería hacerte unos análisis, para ver cómo sigues.

-Por supuesto -sonreí comenzandona senrie que mi sangre bajaba su temperatura. Apoyé una mano en mi pecho sintiendo que el interior es más frío.

-¿Pasa algo? -preguntó.

-No, voy enseguida.

Asintió empezando a caminar. Me tomé unos segundos hasta que el frío desapareció, suspiré y caminé tras Kaito para llegar a aquella habitación de nuevo en la que me hizo sentar en la mesa. Se acercó y empezó a colocarme cosas médicas. Esto me recordaba cuando Law me trataba por cualquier cosa que me ocurriera, ambos con una suavidad pero firmeza confiable, haciéndome sentir segura con ellos y que dentro de poco tiempo volvería a estar bien.

-¿Qué sucede? -Kaito me saca de mis pensamientos con aquella sonrisa. Me hizo darme cuenta de que lo había estado mirando de más al pensar.

-Nada -respondí bajando la mirada hacia sus manos que me quitaban el medidor de presión del brazo.

-¿Segura? -asentí-. Está bien.

Él se apartó, dejando aquellas cosas a un lado y haciendo algo mientras me daba la espalda. Sus alas volvieron a ser tentadoras, quería comprobar la suavidad de sus plumas, se veían cálidas también.

-Adelante.

-¿Eh? -él se dio vuelta pero extendió una de sus alas hacia mí-. No, no... No quería...

-Es como si lo tuvieras escrito en el rostro. Vamos, no me molesta para nada -respondió señalando su ala tendida hacia mí. Suspiré un poco y acerqué la mano hasta sentir que sí, es realmente suave pero frío.

-Creo que jamás había hecho esto, en todos los años que nos conocemos -comenté antes de dejar ver una sonrisa-. Es genial...

-¿Sí? Me alegro que creas eso... -él apartó su ala pero se acercó aún más. Hice una mueca y aparté la mirada sintiéndome algo incómoda.

-¿Ya has terminado? -pregunté.

-Aún no, me falta comprobar tu temperatura -comentó, pero sonando a una excusa. Apoyó su mano en mi frente pero la bajó hacia mis mejillas y rozó su pulgar con mis labios.

¿Qué? Esto ya se está poniendo extraño.

Pero por más que quisiera apartarme mi cuerpo se había congelado, podría decir que literalmente, ya que mi interior se sintió como si el frío se esparcieron hasta envolver mi corazón.
Muévete... Por favor.

Kaito se acercaba a mi rostro con aquella sonrisa mientras yo solo podía mirar sus ojos hipnotizantes, pero mi cuerpo seguía estático en su lugar.
¡_________, muévete! ¡Ahora!

-¡Trajimos los ingredientes!

Kaito se separa enseguida para ir hacia Bepo y los demás que hacían una pose de felicidad por conseguir las cosas.