No podía darme cuenta de la hora si no miraba accidentalmente mi reloj en la pared. Habían pasado tres horas sin que lo supiera y me hizo preguntarme si Law había vuelto a la normalidad. Decidí terminar con mis experimentos por hoy para ir a revisar, apenas escuché las risas y tonterías de los demás supe que aún no había sucedido.
-Mire, capitán, aquí, aquí.
-¿Por qué no ríe? Con la vicecapitana lo hace todo el tiempo.
-Hasta de niño tiene su favoritismo -suspira Penguin.
-O es que ustedes no son buenas niñeras -mencioné llamando la atención de todos. Law de repente se da vuelta y muestra una gran sonrisa que me hizo sentir una opresión de ternura en el pecho.
-¡_________! -extendió sus manos hacia mí y yo terminé cayendo al suelo al ser incapaz de resistir tanta dulzura.
-¡Vice!
-¡Resista, vice!
Law camina hasta mi lado y se sube sobre mi estómago para luego hacerse un espacio entre mis brazos que cubrían mi rostro y acostarse sobre mí con su cabeza en mi pecho.
-Si sigue así voy a morir -murmuré sentándome pero sujetando a Law para que no cayera- ¿Qué hizo mientras no estuve?
-Realmente nada, todo el tiempo nos ignoró -comenta Penguin cruzándose de brazos-. Parecía el mismo capitán de siempre pero con un cuerpo diminuto.
-No me sorprende viniendo de él.
Me levanté del suelo con Law en brazos y me despedí de los demás para ir a mi habitación. Desde ahora me haría cargo del pequeño capitán.
-Toma, el jugo que tanto te gustaba de niño -le tendí un vaso y me alejé para quitarme el abrigo y colgarlo en mi armario. Pero el sonido del vaso cayendo al suelo me alerta.
-Se... cayó... -murmuró mirando el jugo derramado sobre él y el suelo-. Lo siento...
-No te disculpes -me acerqué a él-. Debí darte un vaso más pequeño, fue mi culpa. Por suerte, te compré algo de ropa para cambiarte... Vamos, hay que limpiarte eso.
Él me tendió las manos para que lo levantara, sonreí y lo alcé en brazos antes de buscar nuestras cosas para ir al baño.
-Vice, ¿a dónde va? -preguntan algunos que nos vieron pasar.
-El pequeño capitán se manchó de jugo. Lo iré a limpiar -respondí, pero sus reacciones fueron exageradas.
-¡¿Eh?! ¿E..Está bien? Digo, es el capitán y bueno...
-Por todos los cielos, chicos. Ahora es un niño, no tiene ni idea de la diferencia entre hombres y mujeres -mencioné volviendo a caminar-. Además, no sabemos cuánto dure así y no puede estar sucio todo el tiempo porque ustedes sean unos malpensados.
Ellos se defienden nerviosos intentando negar cualquier cosa mientras yo seguía alejándome hasta llegar al baño. Me encargué de preparar todo para limpiar a Law.
-Mejor, ¿no? Ya no estás pegajoso -pregunté con una sonrisa luego de enjabonarlo. Él asintió estando de acuerdo.
Luego de tallar su cuerpo nos metimos al agua de la bañera. Suspiré aliviada de sentir mi cuerpo relajado gracias al agua con una temperatura agradable.
-Ya han pasado unas cuantas horas... -pensé en voz alta teniendo a Law frente a mí sobre mis piernas-. Me pregunto cuando volverás a la normalidad...
Incliné la cabeza hacia atrás, hasta apoyarla por el borde y mirar el techo. Comencé a sentirme tan relajada que cerré los ojos un instante.
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CORAZÓN ROBADO || Trafalgar Law y tú ||
FanfictionEn su búsqueda por alguien que pueda curar la enfermedad del "plomo blanco" de Trafalgar Law, Corazón recurre a una pequeña niña que ayudó hace pocos años, pues ella tiene la habilidad de la "Chi Chi no Mi" o Fruta del Diablo de la sangre. El único...