Capítulo 74

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Hace ya una hora estaba buscando a Law pero no lo encontraba por ninguna parte. Comenzaba a frustrarme cuando escuché la voz de Bepo tras una puerta.

-Capitán, ya debería de dejar de ignorar a la vicecapitana, ¡la hace sentirse mal!

Traidor.
No le dije eso para que se lo fuera a decir a Law. Eso era algo privado.

-Tsk... No sé cómo quiere que actúe. Se supone que el difícil de leer soy yo, no ella -se queja Law haciéndome aguantar la risa-. Como sea, ¿qué hago con esto?

-El primer paso es dejar de ignorarla. Capitán, ¿por qué lo hace de todos modos?

-No lo sé... -resopló-. Solo sé que me siento tan extraño cuando está cerca que no me deja concentrarme.

-¿Y eso lo molesta tanto?

-¡No...! No me molesta... ese es el problema -volvió a resoplar y yo sentí mis mejillas sonrojadas.

-¡Capitán! ¡Le gusta la vicecapitana!

-¡¿Ah?! ¡Cállate, Bepo!

-Lo siento...

Cubrí mi boca con una mano queriendo reír pero mi sorpresa no me lo permitía. Digo, entiendo que Law aún esté intentando comprender lo que siente. Eso es algo tierno... solo falta que lo termine de admitir y aceptar.

-Como sea, ¡¿qué se supone que tengo que hacer?!

Me separé de la puerta para alejarme y dejar de escuchar. Sonriendo salí hasta la cubierta del barco y me concentré en el horizonte mientras pensaba en lo que había escuchado.

-Así que era por eso... -cubrí mis ojos con una mano mientras reía-. Joder... me había preocupado.

-¿De qué? -repentinamente Law aparece a mi lado, se veía nervioso y avergonzado.

-Creí que estabas enojado conmigo, por eso no querías hablarme. Pensé que... ya no querías tenerme cerca porque te había hecho algo -me sinceré mirando al frente.

-No era nada de eso -respondió antes de mantenerse en silencio por unos segundos-. Lo siento.

-¿Hm?

-Lamento lo que pasó porque yo no sabía cómo debía reaccionar. Es extraño para mí, que estuvimos juntos desde que éramos unos niños, empezar a sentir cosas que no comprendo bien, y por eso lo negué por muchos años en verdad.

-¿Lo negaste? -pregunté algo sorprendida. Él apartó la mirada con una mueca antes de resoplar y asentir con la cabeza.

-La verdad es que... desde que te conocí cada acción tuya me ha impresionado. Tu determinación para ayudarme y una gran fortaleza que me inspiró a seguir adelante luego de Cora-San... Es extraño, pero a veces... te pareces un poco a él, decidida a ayudarme aunque eso terminara acabando contigo. Es algo que no me gusta.

Lo escuchaba atenta a cada palabra que salía de sus labios, no podía mirarme y se sonrojaba cada vez más.

-Porque si te pones en riesgo y no puedo protegerte... ¿de qué me sirve ser el capitán? No merezco ese título si no soy capaz de ayudarte más allá de sanar tus heridas cuando no puedes hacerlo por tu cuenta. Me hace sentir un completo inútil.

-No es verdad -hablé finalmente-. El trabajo de la vicecapitana es acompañar al capitán y protegerlo con su vida. Debo estar a tu altura para cumplir con mi deber... Es por eso que me esfuerzo en evitar tu ayuda, para que no cargues conmigo como si te vieras obligado a hacerlo.

Me acerqué a él por sorpresa y lo hice mirarme al rostro. Sonreí al ver su apenada expresión que causaba tantas sensaciones en mí.

-Sé que... crees que Cora-San y yo debemos tener una razón para ayudarte. La mía es porque... bueno... Te amo, Law. Y no necesito más que eso para recibir una bala por ti, pero claro, mi segunda razón es porque eres mi capitán. Al que más admiro y respeto por sobre cualquier otra persona.

Law se veía sorprendido mientras hablaba, especialmente al revelar mi mayor sentimiento hacia él. Cubrió su rostro con su sombrero pero podía ver la sonrisa nerviosa aún en su expresión.

-Joder... Me has dejado sin saber qué decir -comentó haciéndome reír-. Gracias... por todo lo que has hecho por mí desde el primer momento hasta ahora.

-No fue nada... Me gustó conocerte. Trafalgar Law.

-Me alegra saber eso... -suspiró-. Eres, sin duda, la única persona en la que confío plenamente como para encargarte mi corazón en tus manos. Ya ha pasado y me has comprobado que tengo la razón.

-Digo lo mismo... -noté en mi mano sobre el barandal como la suya se acercaba y agarraba mi meñique con el suyo-. Es curioso... Cuando estábamos con Kaito, tú me robaste el corazón para liberarlo del veneno... pero siento que desde un inicio lo has tenido en tus manos sin la necesidad de usar tu habilidad.

Nuestras manos se entrelazan. La calidez de Law hacia que todo mi cuerpo se relajara, sonreí un poco más dándome cuenta de que en realidad no me ha robado el corazón, yo se lo he entregado a voluntad.

-Ya veo... Entonces me encargaré de que nadie más que yo pueda tenerlo.

-Me gusta la idea... -levanté la mirada para encontrarlo mirándo nuestras manos.

Acercamos nuestros rostros como si de un par de imanes se tratara. Sentía una gran atracción hacia él que me impulsaba a acercarme, y estaba segura de que Law sentía lo mismo. Sonreí de lado y agarré su sombrero para cubrir nuestros rostros al momento de unir nuestros labios. Pude escuchar las quejas de la tripulación cuando cayeron de su escondite tras la puerta.

-¿Ah? -Law los mira como si fuera a cortarlos en varios trozos.

-Teníamos un gran público -comenté-. Que tripulación más chismosa en verdad.

-¡Fue su idea! -entre todos se apuntaron y cuando se vieron acusarse entre ellos se molestaron y empezaron a pelear.

-No importa de quien haya sido la idea. Todos váyanse de aquí, ahora -ordena Law haciendo desaparecer a todos los demás enseguida.

Empecé a reír con más ganas mientras observaba el sombrero de Law en mis manos. Decidí ponérmelo y recostarme contra el barandal de brazos cruzados.

-Cuando no sepas qué hacer con lo que sientes... dímelo. Te ayudaré a entender lo que te pasa -comenté llamando au atención de nuevo-. O si te es muy difícil expresarte... con un abrazo lo puedo entender.

-Está bien -respondió volviendo a sonreír aunque el sonrojo en sus mejillas no desaparecía-. Me gusta la idea.

-Me alegra.

Él se acercó a mí y me abrazó como había dicho. Rodeé su cuello con ambos brazos y me aferré a Law al igual que él se aferraba a mí por la cintura.

-¿Qué tal? Te sientes mejor que al ignorarme, ¿no?

-Sí... mucho mejor -respondió sin dejar de abrazarme, manteniéndonos así por más tiempo del que hubiera pensado jamás, es agradable.

-¡Capitán! ¡Vice! -repentinamente un Bepo salvaje nos atrapa a ambos empezando a frotar su cabeza por las nuestras de a turnos-. Por fin volvieron a la normalidad, aunque ahora estén mejor que antes. ¡Estoy feliz! ¡Ya no aguantaba la tensión!

-¡O..Oye! ¡Asfixias! -se queja Law pero Bepo estaba sollozando tan fuerte que no le escuchaba. Yo empecé a reír y acaricié la cabeza de Bepo.

-Bien, bien... Es momento de calmarse, Bepo -dije haciendo que se tranquilizara-. Sí, ya todo está mejor.

Miré a Law para sonreírle con diversión, ya que Bepo me ha hecho reír con esta actitud de niño pequeño. Law resopla y apoya su mano en la cabeza de Bepo.

-Así que ya puedes calmarte, Bepo.

-S..Sí, capitán.

Abracé a Bepo por lo tierno que se vuelve cuando actúa así y aprovechando para hundirme en su pelaje tan suave. Law se mantiene a un lado resoplando un poco pero observándonos, incluso noté una media sonrisa pequeña.

Me alegro que ya por fin estemos mejor.

CORAZÓN ROBADO || Trafalgar Law y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora