CORAZÓN ROBADO || Trafalgar Law y tú ||

Capítulo 15

Observaba la habitación desde una distancia prudente mientras escuchaba la conversación que Law mantenía con el científico loco, Caesar. A un lado, la secretaria de este, Monet... El poder que desprende su vitalidad me indicaban muchos peligros; al igual que Law, no confío para nada en estos tipos. Ella me mira de reojo, yo solo apreté el agarre en mis brazos cruzados.

-¿Por qué quieres quedarte en Punk Hazard? -cuestiona Caesar llamando mi atención de nuevo.

-Me costó encontrar la isla porque los Log Pose no apuntan a ella debido a que era una instalación secreta del Gobierno -responde Law.

-¿Cuál es tu objetivo?

-Este era el laboratorio del doctor Vegapunk, así que supongo que hay rastros de las actividades que realiza el Gobierno Mundial. Me basta con que nos dejes deambular libremente por el laboratorio y por la isla.

Caesar no se veía igualmente muy confiado con la idea de tener a un Shichibukai y su vicecapitana deambulando por aquí.

-Haremos algo para ayudarte -sigue Law, siendo clara su naturaleza de si da algo debe recibir otra cosa del mismo valor-. Ninguno de los dos se meterá en los asuntos del otro. Y por supuesto, no puedes decirle a nadie que estamos aquí. Ni siquiera a Joker.

Con la pronunciación de aquel apodo apreté el agarre de nuevo en mis brazos. Me mantuve en silencio en mi lugar y solo vi la expresión de sorpresa en el rostro de Caesar.

-Estás bien informado. ¿Cómo sabes tanto?

-¿Preferirías que fuera un novato que no supiera nada?

Caesar ríe, de una manera muy extraña en realidad.

-Ya veo, somos iguales. No puedo confiar en ustedes, pero no pides nada malo. ¿Qué opinas, Monet? -pregunta él mirando hacia su secretaria que escribía en una libreta.

-Son del North Blue. El cirujano de la muerte y la demonio carmesí. Usuarios de las frutas Ope Ope y Chi Chi. ¿Son médicos?

-Solo yo -responde Law.

-Hay muchos exprisioneros que están paralizados por un gas venenoso. ¿Podrías curarlos? -pregunta ella finalmente mirando a Law quien mantenía una expresión severa hacia ella.

No había de otra, debía aceptar si quería conseguir su objetivo aunque el trato fuera uno que no me sentara bien para nada. Solo conseguía preocuparme. De todos modos no pude hacer nada en contra, además de las órdenes de Law, también sabía por mi cuenta que no sería muy buena idea mostrar desacuerdos ahora, vinimos por algo... no podemos quejarnos hasta tenerlos.
Fue así como pasaron unos meses desde nuestra llegada. Law y yo pudimos pasearnos por todas las instalaciones, me encargué de memorizar todo sobre este lugar por si a caso hubiera una necesidad cualquiera.

Pero ahora me estaba dirigiendo hacia la entrada principal de este lugar, pues Law había ido hace ya un rato para deshacerse de los marinos afuera y aún no ha regresado. Me detuve y acomodé apoyada de brazos sobre un barandal cuando los escuché hablando.

-En la Marina son especialistas en falsear señales de emergencia -menciona Law.

-Lamento decirte que esa no fue una de nuestras trampas -escuché la voz de Smoker.

-¿Será verdad lo que dices? Pero yo no sé más nada, así que ya hemos terminado.

-Dejemos este diálogo inútil. Muéstranos el interior del laboratorio -exige de nuevo Smoker.

-Ahora es mi casa de descanso. Me niego -sentencia Law- ¿Por qué un pirata no puede quedarse en una isla que ustedes mismos abandonaron? Soy el único que está aquí. Si viene Sombrero de Paja, le cortaré la cabeza y te la daré. Y ahora hemos terminado, lárgate de aquí.