Haber salido de mi encierro voluntario hasta la cubierta del barco había sido una buena decisión. Los chicos estaban tan animados hoy que incluso prepararon la comida aquí afuera y se divertían entre ellos. Yo los observaba desde el segundo nivel, apoyada sobre el barandal, con una copa de bebida en mano y sintiendo el fresco viento nocturno del sur.
Miré de reojo a un lado viendo a Law sentado, de brazos cruzados y con los ojos cerrados hasta que los abrió para mirarme, como si hubiera sabido que lo estaba viendo. Aparté la vista rápidamente hacia el cielo estrellado y bebí de mi trago. Para cuando volví la mirada hacia donde debía estar, Law había desaparecido.
-¿Buscas a alguien?
-¡Hm! -miré a un lado y di una gran bocanada de aire para recuperar el que había soltado por el susto-. Ikkaku... me asustaste.
-Lo siento, vice.
-No te preocupes -suspiré y volví a beber-. No estaba buscando a nadie. Ya vi a todos en el mismo lugar.
-Bueno, quizás estén todos... o quizás falta alguien -su sonrisa me hizo sonrojar. Con una sonrisa nerviosa le di un golpe leve con la cadera.
-¿Qué dices? No falta nadie -bufé y rodé los ojos- ¿Por qué no estás abajo con ellos?
-Eso mismo podría preguntarle yo, vice -ella cruza sus brazos tras su cabeza- ¿Por qué está aquí en vez de allá?
-Es tranquilo aquí pero sigo disfrutando de la compañía de los demás -respondí bebiendo y mirando al mar-. El agua está tan tranquila... pero comienza a sentirse el frío helado.
-Sí... Creo que iré a ponerme un abrigo. Nos vemos, vice.
Me despedí de ella y la vi alejarse hasta. Suspiré un poco y me enderecé con intenciones de moverme de mi lugar pero cuando me di vuelta enseguida choqué con alguien, provocando que mi bebida cayera sobre ambos.
-Lo siento... no sabía que estabas ahí -comenté viendo a Law.
-Hm... Y esta vez no lo provoqué yo -mencionó haciéndome recordar el incidente con el jugo de hace unos días-. No te preocupes, pero deberíamos ir a cambiarnos antes de que se sienta más incómodo.
¿Por qué sentía esto como si fuera una propuesta? Sacudí la cabeza levemente para quitarme ese tipo de pensamientos.
-Sí, tiene razón, capitán -respondí.
Ambos bajamos de donde estábamos para entrar en el submarino, sin embargo, cada paso que daba se sentía más pesado y más tenso por los nervios de tener a Law tras de mí y recordar lo sucedido hasta ahora. Podía ver mi habitación desde aquí y casi escapaba hasta allí cuando sentí la mano de Law sujetar la mía y pegar mi espalda a su pecho.
-Si no te molesta, entraré primero al baño... -incluso podía sentir su sonrisa contra mi oreja-. Solo para que lo tengas en cuenta.
Se apartó de mí y volvió a alejarse. Entré a mi habitación en un instante, recargándome contra la puerta, sintiendo mi corazón realmente acelerado. ¿Qué fue eso? ¿Por qué me dijo eso de tal forma? ¡Parece una invitación! ¿Lo será? No, no, no... El Law que conozco...
El Law que conozco...
Fruncí los labios y volteé la mirada como si pudiera verlo a través de las paredes. Cubrí mi rostro, ya no tenía idea de nada, ¿soy solo yo la malpensada o en verdad es como imagino? ¡De todas formas! ¿Debería ir? La bebida se me está empezando a pegar mucho y se siente asqueroso. Resoplé agotada de tanto estrés en mi cabeza y tomé una decisión.
Agarré mis cosas y salí hasta dirigirme al baño. Podía sentir el ambiente húmedo por el vapor del agua dentro de este. Hasta este punto estaba segura de que Law podía sentir mi presencia, con algo de duda me quité la ropa manchada de jugo y me envolví en una toalla. Entré a la habitación pudiendo sentir el vapor contra mi cuerpo, Law estaba metido en el agua, de espaldas a la puerta. No hizo ni el guiño de mirarme, tampoco parecía sorprendido. Caminé hasta uno de los asientos para sentarme mientras me limpiaba, actuando como si no estuviera allí.
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CORAZÓN ROBADO || Trafalgar Law y tú ||
FanfictionEn su búsqueda por alguien que pueda curar la enfermedad del "plomo blanco" de Trafalgar Law, Corazón recurre a una pequeña niña que ayudó hace pocos años, pues ella tiene la habilidad de la "Chi Chi no Mi" o Fruta del Diablo de la sangre. El único...