Es solo un recuerdo II

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(Nota: Lo que ocurre en este mini capitulo es antes de que Naomi entrara al club de fútbol. Disfruten de su lectura)
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Era un sábado por la mañana y me encontraba jugando al fútbol con Gabi en la rivera del río que está cerca del Instituto Raimon, al cual iba a empezar a asistir a partir del lunes.

Gabi: ¡Ahí va! —patea el balón.

Sonrío.

Naomi: ¡Muy bien Gabi! En unos años serás muchísimo mejor que yo.

<<¿Habrá un club de fútbol en el Raimon? Bueno, aunque lo haya no creo que deba unirme, tengo que cuidar de Gabriel. Él es mi mayor prioridad>>.

???: ¡Ayuda!

Al oír el grito rápidamente dirijo mi mirada en dirección de la voz, el río. Me acerco más logrando visualizar a un niño peligris en el agua.

Naomi: ¡Gabriel quédate aquí!

Salto al agua, el río no era profundo para mí, pero en comparación a un niño si que lo era. Después de sacar al pequeño, noto que tenía dos gatos en sus brazos, uno negro y otro blanco.

<<Así que por eso no intentaba nadar>>.

Naomi: ¿Estás bien pequeño?

???: Si, muchas gracias señorita... enm.

Naomi: Naomi García, y el pequeño que está delante de ti es mi hijo Gabriel García.

Gabi lo mira con curiosidad antes de hablar.

Gabi: Tú nombre. ¿Cuál es?

Riccardo: Soy Riccardo Di Rigo. Muchas gracias por salvarme señorita Naomi.

Naomi: De nada, pero... ¿Cómo terminaste en el río?

Veo como Riccardo comienza a llorar levemente.

Riccardo: E-Es que me perdí y mi-mientras pasaba por aquí vi a estos gatitos caer al río, y yo... —lo interrumpo.

Naomi: No querías que les pasara algo.

Riccardo asiente avergonzado.

Gabi: No te preocupes —lo abraza—. Mi mami te va a ayudar a regresar a casa.

Después de asegurarnos que Riccardo estuviera bien, el trato de guiarnos hasta su casa, y de casualidad terminamos en lo que se podría considerar el barrio de los ricos. Bueno, a juzgar por las ropas que trae puesta su familia a de tener su dinero. Mientras pasábamos cerca de una de esas... mansiones, escuchamos un alboroto.

???1: ¡¿Cómo que has perdido a mi hijo?!

Le grita una mujer a la sirvienta.

???2: Amor tranquila, ya verás que aparecerá.

Riccardo: ¡Mamá, Papá!

Riccardo abre la puerta de la mansión y entra a abrazar a sus padres, quienes después de llenarlo de preguntas posan sus miradas en mí.

???1: ¡Muchas gracias por rescatar a mi hijo! —agradece entre lágrimas—. Ven, pasa a tomar el té.

Naomi: N-No hace falta.

Al final terminé accediendo. Estaba sentada tomando un poco de té y pasteles en el patio de la mansión, observando en silencio como Gabi le enseñaba a Riccardo a jugar al fútbol. La verdad es que me encontraba sorprendida por la química que tenían esos dos, se llevaban muy bien, demasiado para mi gusto.

<<Estos celos de madre>>.

Sra. Di Rigo: ¿Crees qué se hagan pareja?

Naomi: ¿Eh?

Sra. Di Rigo: Ellos dos.

Sr. Di Rigo: Cariño, apenas son niños.

Sra. Di Rigo: Eso no tiene nada que ver. Es más, ¿qué tal si hacemos una pequeña apuesta Naomi?

Sr. Di Rigo: Yo mejor me retiro —se levanta—. Con su permiso.

Naomi: ¿Apuesta? —Pregunté nerviosa.

Sra. Di Rigo: ¡Si! ¡Te apuesto a que en 10 años se hacen pareja!

<<¿Pareja? Pero si todavía mi Gabi es un bebé. ¿Cómo puede venir alguien y atreverse a quitármelo?>>.

Naomi: Y-Yo digo que en 11.

<<O mejor nunca>>.

Gabi se acerca a mí.

Gabi: ¿Estás bien mami? Te ves mal.

Sra. Di Rigo: No te preocupes pequeño, solo son celos de madre —dijo riéndose—. Mejor ve a jugar con Riccardo.

Gabi: Vale. —Se va.

<<Estoy feliz de que Gabriel haya conseguido a su segundo pilar, pero... ¡Ni sobre mi cadáver Gabi va a tener pareja!>>.

Continuará...

El Legado Del Fútbol (Inazuma eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora