Jungkook
Cuando fuimos a ver a mis padres, Jimin estaba muy nervioso y ahora que estamos frente a los suyos, yo soy el que está nervioso.
Por una parte, Hamin mantiene una postura tranquila y relajada mientras escucha hablar a Jimin sobre cómo han ido sus días, por un momento parece que en este restaurante solo fueran ellos dos. Es clara la adoración que el señor Park tiene por su hijo, ¿y quién no?, si Jimin es tan brillante y tan sublime oír su voz.
Por otra parte, Hana también escucha atenta a lo que dice el rubito, pero no se limita solo a eso. Ella sabe que si pedimos reunirnos en un restaurante para el almuerzo, no es por trabajo. Sexto sentido le llaman algunos, y podría ser eso fácilmente ya que de rato en rato alterna su mirada entre Jimin y yo, sabiendo que hay algo más que un vínculo laboral.
Aún recuerdo como defendía a Eunwoo y como lo consideraba novio de su hijo cuando ellos ya no eran nada. Es evidente su afinidad con el heredero de Hill Group y eso, en cierto modo, me preocupa. Siempre me he caracterizado por ser una persona segura de sí misma, pero cada que Hana me mira deseo hacerme pequeño y desaparecer.
Tan patético.
—Me alegra tanto oír que has estado bien, Jiminnie —Hamin acaricia la mano de Jimin por sobre la mesa—. Pero me imagino que esta reunión no es solo para hablar de cómo han ido nuestros días, ¿verdad? —me mira con complicidad, al parecer ya sabe más o menos por donde va esto.
—De hecho, si hay algo importante que deben saber.
—Entonces dilo, cariño —pide Hana—. No le des tantas vueltas al asunto.
Jimin me mira por un lapso de cortos segundos y suspirando, da la noticia.
—Jungkook y yo estamos saliendo —sonríe como si hubiese ganado el cielo, y con ese gesto es suficiente para hacerme sonreír a mí también— ¡Somos novios!
Las reacciones en la mesa son distintas. Primero está Hamin, que contagiado por nosotros ríe mientras estrecha mi mano dando una clara aprobación a lo nuestro. Él nos felicita y nos da sus mejores deseos para que todo marche viento en popa, claro, no sin antes hacerme jurar que voy a proteger el corazón de Jimin por sobre todas las cosas y que le voy a dar el valor que se merece.
Luego está su esposa, ella intenta sonreír pero en su defecto solo le sale una mueca graciosa, que lejos de hacerme reír me genera un desazón.
No me gusta presumir, juro que no, pero soy atractivo, inteligente y millonario, sin ofender, incluso más que ella, ¿entonces qué es lo que no le gusta de mí? Tengo todo lo que una madre puede desear para su hijo.
Entonces aquí entra el gran detalle de que, a ella no le importa nada de eso, lo que realmente le importa es el vínculo que formó con Eunwoo llegando a considerarlo como un hijo, por eso es que no puede aceptarme a mí y la verdad es que no le voy a pedir que lo haga. Lo único que necesito es que respete mi relación, porque estoy seguro que a medida que pase el tiempo ella irá generando empatía hacia mí.
—Me complace saber que está conforme, señor Park.
—Vamos Jungkook, ahora somos familia, solo dime Hamin. Y creo que con mi esposa tampoco es necesario usar honoríficos, ¿verdad cariño?
Hana se remueve incómoda en su lugar y todos lo notamos.
—Yo preferiría que me sigas llamando señora Park —dice sonriendo falsamente—. Verás, aún no tenemos tanta confianza y es un tanto chocante que ahora seas tú quien es novio de mi hijo, cuando hasta hace poco era Eun.. era otro, ¿lo comprendes verdad?
No, no lo comprendo. Ya sabía de su preferencia por Eunwoo, ¿pero era necesario sacar ese tema? Es una mujer inteligente, por lo tanto estoy seguro que el intento de mencionar al ex novio de Jimin no fue una equivocación como lo quiso hacer ver.
—Como prefiera, señora Park.
—Solo para aclararte, madre, hasta hace poco yo no estaba con nadie, mi última relación acabó hace muchos años y eso tú lo sabes muy bien —expresa Jimin con evidente molestia—. Así que ahora no entiendo tu afán por mencionar un tema zanjado, porque para mí está así y si para ti eso aún no ha cambiado, pues te recomiendo que te vayas haciendo a la idea.
—No seas irrespetuoso —se defiende ella, mientras Hamin y yo nos limitamos a permanecer callados. Esto es entre madre e hijo.
—No, no seas irrespetuosa tú —contraataca—. Te conozco, así como tú lo haces conmigo, y sé perfectamente que todavía tienes esperanzas de que yo vuelva con él, pero entiende que eso no va a pasar. Eunwoo es un fantasma en mi vida y ahora es a Jungkook a quien quiero. ¡Deberías alegrarte por mí!, por nosotros —me toma de la mano y la aprieto suavemente tratando de reconfortarlo porque a este punto su voz comienza a quebrarse—. ¿Sabes que?, es mejor que nos vayamos —se pone de pie y yo imito su acción—. Perdóname por esto, papá, pero ya no puedo seguir aquí.
Hamin asiente comprendiendo la situación y tras besar las manos de Jimin, se despide de él. Por mi parte, hago una reverencia hacia los esposos y salgo tras mi novio, pero mientras camino logro escuchar un: "Tenías que arruinarlo, Hana"
Jimin avanza con rapidez, tiene lágrimas en los ojos y no sé da cuenta hacia dónde va. No quiero interceptarlo, está frustrado y necesita llorar, pero cuando veo que pretende cruzar la pista cuando hay un auto que viene a velocidad, me apresuro a tomar una de sus manos, deteniéndolo y haciendo que su espalda se pegue a mi pecho.
—Tranquilo, amor, todo estará bien —lo abrazo por la cintura y dejo que se desahogue. No me importa que la gente que pase se nos quede mirando, solo quiero que mi chico de labios de seda esté bien.
—Es que no es justo, Kook, ¡¿por qué ella tenía que arruinar ese momento?! Es mi madre y debe sentirse feliz por mí, sin embargo no lo hace.
—Démosle tiempo, ¿sí? —hago que su cuerpo gire hacia mi para poder besar su frente—. Debe ser difícil para ella cuando generó mucho cariño por–
—No lo menciones, ahora mismo siento mucho enojo contra él y ni siquiera es su culpa.
—No puedes dejar que te afecte las acciones de los demás, es algo que escapa de tus manos controlar.
—Lo sé, pero igual —parece un niño chiquito haciendo berrinche, tan lindo.
—¿Qué puedo hacer para que mi lindo novio se sienta mejor?
Jimin
—Llévame a París —ni siquiera medito en la pregunta, solo digo lo primero que se me viene a la cabeza, así que no sería extraño recibir una negativa por parte de Jungkook.
—De acuerdo.
De pronto mi amargura se convierte en sorpresa.
Técnicamente le dije que me lleve a otro continente para sentirme mejor, ¡¿y me dijo que sí?!
—Amor, yo no lo decía enserio, solo–
—Está bien, podemos ir a París, será bueno para nuestra relación —besa mis labios—. Además así puedo pasar más tiempo contigo, solo necesito finalizar unas cuantas cosas en la empresa y ya, no me tomará más de una semana.
—¡Te quiero tanto! —de un salto me cuelgo en su cuello y enrollo mis piernas en sus caderas, él me sujeta fuerte mientras me repite lo mucho que me quiere también.
No puedo estar más agradecido con la vida y el universo por haberme dado el privilegio de haber nacido en el mismo siglo que Jungkook. Me hace tan feliz, su sola presencia me basta, pero momentos como este o acciones como la de ahora, llenan mi corazón y me convencen aún más de que no me equivoqué con él.
ESTÁS LEYENDO
ⲯ﹍му σηℓу ℓσνє // кσσкмιη﹍ⲯ
FanfictionDónde Jungkook es el típico empresario malhumorado hasta que conoce a Park Jimin, de quien todos opinan que es un engreído y vanidoso. ¿Qué pasará cuando sus dos mundos se unan? ¿Jungkook bajará la guardia? ¿Quién es realmente Jimin? ¡Descúbrelo!