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Jimin

Cuando era pequeño, me fascinaba sumergirme en el encanto de películas antiguas donde las celebraciones se convertían en escenarios de bailes elegantes y llenos de gracia. Cada detalle, desde el cuidadoso vestuario hasta la música clásica, me transportaba a aquellas gloriosas épocas y siempre quise vivir algo así. Hoy por fin cumpliré ese sueño.

No sé cómo lo consiguió, pero Jungkook apareció con dos invitaciones para "Le Bal" un baile para jóvenes que debutarán ante la sociedad. Tengo entendido que la organización del evento es sumamente cuidadosa con los detalles y entre ellos sus invitados, no cualquiera puede asistir, por lo general solo lo hacen la familia más cercana de las debutantes y por supuesto, los organizadores.

Ni Jungkook ni yo tenemos familia allí, así que era imposible que pudiéramos asistir, sin embargo mi increíble chico obtuvo invitaciones y ahora nos alistamos para el evento.

Sentado frente al tocador, peino mi cabello, decidí hacerme rizos ya que creo que resaltan bastante bien mi rostro. Mi maquillaje es sutil, pero logra marcar mis facciones y mi vestimenta, no diría que es sencilla, consiste en un mono azul de dos tipos de tela, la que va en la parte superior es traslúcida con brillos y la que va en la parte inferior, es más rígida, para agregarle el toque elegante.

Me veo bonito, me gusta.

Ya listo, voy hacia el balcón que es donde está Jungkook, al parecer tiene problemas con la corbata de lazo.

—¿Necesitas ayuda? —me ofrezco.

—Sí, por favor, esta cosa no... —sus palabras se detienen en cuanto me ve, sus ojos me analizan de pies a cabeza una y otra vez hasta que finalmente su mirada vuelve a mis ojos— Estás... hermoso. Eres hermoso.

No puedo evitar el rubor en mis mejillas ni la sonrisa tonta que se forma en mi rostro. Amo la corrección final que hizo, porque hay una gran diferencia entre "estar" hermoso y serlo, él dijo que lo soy.

—Gracias, mi amor, tu también eres muy guapo —lo halago, realmente se ve muy atractivo con ese traje a la medida que resalta el cuerpo bien formado que posee.

Acorta la distancia y de un ágil movimiento besa la punta de mi nariz, luego mi frente y cuando se propone a ir a mis labios lo detengo.

—¿Por qué no puedo besarte?

—Porque me puse brillo labial.

Refunfuña como un niño pequeño pero acepta que no puede hacerlo. Le ayudo con la dichosa corbata y ahora él también está listo.

ººº

A lo largo de mi vida he ido a diversos lugares elegantes y lujosos, pero estoy seguro que ninguno es como el Automobile Club. Este lugar parece un castillo más que un club, puede resultar ridículo, pero por un momento me sentí como miembro de alguna familia real por estar aquí.

Jungkook muestra las invitaciones y enseguida nos dejan pasar al salón donde se realizará el baile. Todo se ve exactamente igual a las películas con la única diferencia que los atuendos y la decoración son más modernos.

Un mozo se encarga de llevarnos hasta nuestra respectiva mesa dónde también están otras personas quienes se identifican como los duques de España. Se trata de dos hermanos, Alfonso y Naty Abascal. Ambos son jóvenes, probablemente no pasan de los veinticinco años. El duque es bastante atento tanto con Jungkook y conmigo. No puedo decir lo mismo de la duquesa, ella solo es capaz de sonreírle a Jungkook mientras que a mí ni siquiera me mira.

—Así que son novios —comenta Alfonso, asiento—. Hacen una bonita pareja.

—Muchas gracias... ¿majestad?

ⲯ﹍му σηℓу ℓσνє // кσσкмιη﹍ⲯDonde viven las historias. Descúbrelo ahora