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Jungkook

Después de dejar a Jimin en su departamento, voy al mío y comienzo a desempacar mi equipaje.

Odio el desorden así que mientras más rápido guarde las cosas, más rápido podré descansar para trabajar después.

Estoy en eso cuando de pronto, entre mi ropa, encuentro el anillo de promesa que hace unas semanas le di a Jimin.

Es extraño que haya aparecido aquí dado que él nunca se lo quita ni siquiera para bañarse. Bueno por alguna razón se lo habrá sacado, al menos no se perdió.

Contempló el anillo y decido que debo llevárselo, no quiero que se preocupe. Así que dejando de lado lo que estoy haciendo, me encamino al departamento de Jimin.

El trayecto es corto y el portero, que ya está acostumbrado a mi presencia aquí, me deja subir sin necesidad de ser anunciado.

Avanzo con pasos rápidos, ya quiero ver a mi chico, creo que nunca tendré suficiente de él.

A medida que la distancia se acorta puedo escuchar voces, Jimin no está solo. Sigo caminando y finalmente al llegar a la puerta, el alma se me cae al piso con la imagen que está frente a mí.

Eunwoo está aquí y tiene sus sucias manos puestas en la cintura de mi novio. La distancia entre ellos es prácticamente nula, no me gusta.

Entonces cuando estoy a punto de hacer notar mi presencia, Jimin dice algo que termina por helarme la sangre.

—Te quiero —susurra y su pequeña mano se posa en el rostro del contrario.

La ira inunda mi ser y la sangre quema bajo mi piel, siento mis neuronas colisionar en mi cerebro y mis nervios están totalmente alterados. ¿Qué debo hacer? ¿Actúo como mi antiguo yo? De hecho eso es lo que quiero hacer, pero de ser el caso, habrá un herido en cuestión de minutos.

Había logrado cambiar tanto solo para sentirme merecedor de Jimin, pero ahora pienso si es que de verdad valió la pena. Mis emociones son un torbellino y mi mente nublada no me deja pensar bien.

Eunwoo lo presiona mucho más contra su cuerpo y mi aún novio no hace nada para alejarlo. No entiendo por qué no lo hace, entonces cuando sus rostros se aproximan, sé que ya no puedo seguir mirando y prefiero marcharme.

Salgo del edificio a la velocidad de la luz y me monto en mi coche. Conduzco sin ser consciente de las señales de tránsito, por suerte no lastimo a nadie. El único herido yace en la parte izquierda de mi pecho.

Al entrar a mi departamento me encierro en mi habitación no sin antes buscar una botella de whisky y tampoco me detengo en buscar un vaso o una copa, lo tomo directamente de la botella.

Mi mente me traiciona y me recuerda la escena de Eunwoo a punto de besar a mi chico, de solo imaginar que eso llegó a suceder, mis puños se aprietan y quiero golpear a quien sea.

El sabor amargo del whisky quema mi garganta, pero no se compara con el fuego que arde en mi interior. ¿Cómo pudo hacerme esto?

Las lágrimas amenazan con caer, pero me las trago con cada sorbo. Mis manos tiemblan al sostener la botella, y la rabia se mezcla con la tristeza en una tormenta emocional que no quiere acabar.

La vibración del móvil en mi bolsillo interrumpe mis pensamientos. Vacilo antes de contestar, no me apetece hablar con nadie, sin embargo al ver que se trata de Jimin, decido hacerlo.

—¿Kook? —su voz se oye cargada de preocupación, ¿preocupación real o solo remordimiento?—. Mike me dijo que viniste y te fuiste a los pocos minutos, ¿pasó algo?

ⲯ﹍му σηℓу ℓσνє // кσσкмιη﹍ⲯDonde viven las historias. Descúbrelo ahora