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Jungkook

Hoy conocerás al hijo de los Park, dijo mi padre cuando me informó sobre esta cena. 

Solo por curiosidad decidí buscar su nombre en Instagram, Park Jimin. El resultado fue una cuenta verificada con miles de seguidores, nada sorprendente ya que mi cuenta está en la misma situación. Ser presidente de una de las empresas de mi padre me da ese poder.

 Continuando con el tema de Jimin, miré sus fotos y la impresión que me dio fue que él era un engreído, luciendo perfectamente arreglado en todas esas imágenes, presumiendo sus lujos y premios que recibió a lo largo de su vida. A simple vista era igual que todos los hombres y mujeres que he conocido, no me llamaba la atención, pero ahora que está frente a mí no puedo decir lo mismo. Desde el momento en que entró a mi campo de visión no pude apartar mis ojos de su imagen y sé que lo mismo le pasa a él.

Mis padres le saludan sin embargo de su boca no sale palabra alguna, está tan concentrado en mí que no se da cuenta del resto de gente aquí, eso me agrada porque aumenta mi ego y me agrada más porque me da cierto poder sobre él, poder que estoy seguro que voy a usar después.

Park Hana sonríe nerviosa al ver que su hijo no dice nada y en un intento por disimular jala del brazo sutilmente a Jimin haciéndolo reaccionar. La situación es un tanto cómica y me gustaría reír, pero eso no ayudaría en nada a la impresión que quiero dar.

—¿Sí? —pregunta Jimin confundido.

—Los señores Jeon te saludan —responde Hana.

—Disculpen, hoy estoy un poco distraído, es un gusto conocerlos —saluda a mis padres con una reverencia y abraza a Park Hamin.

Su voz es suave y relajante, apuesto a que sí cantara lo haría bastante bien. 

No sé ni porqué me fijo en detalles pequeños como esos, no soy así y no me gusta que pase esto, pero solo basta con observarlo para perderme nuevamente en él. Su cabello rubio, su cara de ángel y su cuerpo que parece esculpido por los dioses me tienen mal y solo han pasado diez minutos desde que lo conocí.

—El gusto es nuestro —dice mi papá de forma cordial—. Quiero presentarte a mi hijo, Jeon Jungkook.

Me nombra y por primera vez siento nervios por saludar a alguien, claro que no voy a dejar que eso se note, sería fatal hacerlo.

Me pongo de pie y extiendo mi mano hacia Jimin, no quiero hablar, aún no es el momento. 

El rubio clava su mirada en la mía y con una marcada timidez corresponde a mi gesto. Le sostengo la mirada unos segundos al igual que ejerzo una leve presión entre nuestras manos y en el momento en que menos se lo espera lo suelto de golpe.

Unos diez minutos después Hana anuncia que la cena está servida y nos invita a pasar al comedor. 

Durante la comida mis padres hablan con los señores Park sobre negocios y cosas parecidas, es tan agobiante que todo sea igual siempre y al parecer no soy el único que lo piensa, solo basta con ver la expresión decaída de Jimin para saber que está igual o más aburrido que yo.

—Disculpen debo hacer una llamada —informa de repente y sin necesidad de aprobación se levanta de la mesa y sale con dirección al jardín.

Si él se va, yo también, no pienso quedarme escuchando todos los planes que nuestras familias hacen.

—Ahora vuelvo —digo y me levanto de la mesa.

Salgo hasta el pasillo y comienzo a buscar el baño, recuerdo que cuando llegué a esta casa vi que había uno cerca a las escaleras así que me dirijo hasta ahí.

ⲯ﹍му σηℓу ℓσνє // кσσкмιη﹍ⲯDonde viven las historias. Descúbrelo ahora