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º35º

Jungkook

Dos días antes...

He intentado usar el ascensor, pero está en mantenimiento. Sin perder el tiempo corro por las escaleras a toda prisa hasta llegar al primer piso del edificio. Ahí, a un costado de la verja, me espera el sujeto encapuchado que he estado esperando. Me acerco sin temor y cuando estoy cerca a él se gira automáticamente en mi dirección.

—¿Y bien? ¿Tienes lo que te pedí?

—Por supuesto, Kook, por quién me tomas —se quita los lentes oscuros mostrando la cicatriz de su ojo derecho—. Obtuve todo lo que querías y ni siquiera los tuve que interrogar, son gente tan estúpida que bastó con seguirlos, hackear sus correos e historial de llamadas. Pero me hubiera gustado usar alguno de mis truquitos para hacerles abrir la boca.

—Ya cállate, Yoongi —viro los ojos—. Solo dame las pruebas.

Bufa burlesco y me tiende un sobre amarillo. Lo reviso inmediatamente, descubriendo fotos de reuniones, chats y correos.

Demonios, honestamente esperaba estar equivocado con mis sospechas hacia Hana, quería seguir creyendo que solo sentía apatía hacia mi relación con su hijo, no por mí, si no por Jimin, para que él no sufra.

—Espero que en unas pocas horas el dinero restante esté en mi cuenta —dice—. Si no tienes nada que decir, me voy.

—Tendrás el dinero, gracias.

—Okey, si tienes otro trabajo solo llama.

Asiento, Yoongi se sube a su moto y desaparece por las calles. Seguro que lo volveré a contactar, lo he hecho desde que entré en el mundo de los negocios para investigar a mis oponentes y asociados.

Con toda la información en mis manos vuelvo a mi piso y me dejo caer sobre la cama. Suspiro cansado, no quiero ver a mi chico triste y tampoco puedo ocultarle algo como esto. Sé que Hana es su mamá, sin embargo es una mujer terrible, prácticamente vendió a su hijo y a su propia empresa solo por un poco de dinero por parte de los Cha.

Para mí eso no tiene perdón, pero espero que Jimin no piense igual, lo último que quiero es que arrastre odio hacia su progenitora.

ººº

Actualidad...

Después de recibir toda aquella información que desenmascara a Hana, no pude dormir pensando en los diversos modos de decirle a Jimin lo que ocurre, pero por más que lo pensara no había una forma en la que esa historia no sonara mal. Por esa razón no he visto a Jimin, pero casi he muerto por no hacerlo.

Solo ha sido un día, sin embargo estoy tan acostumbrado a su presencia diaria que no pude resistir y esta mañana salí de mi departamento con dirección al suyo.

A ver, tengo miedo de contarle lo que descubrí. Incluso he pensado en simplemente ocultarlo, pero no sería justo para él, además eso sería como mentir y eso jamás. En fin, solo espero que mi chico sea más fuerte de lo que es para poder asimilar todo.

ººº

Contarle la historia no fue sencilla, pero lo tomo mejor de lo que esperaba, aún así me siento culpable por las lágrimas que soltó.

Después de llorar a mares, Jimin yace sobre el sofá con la cabeza apoyada en mis piernas, está durmiendo. Solo bastó con que lo arrullara durante unos minutos para que cayera en sueño profundo. Ya lleva dos horas así y yo no he podido apartar mi mirada de él ni por un solo segundo. No puedo hacerlo, verlo es mi actividad favorita y cada que recuerdo que nos casamos en solo dos días una inexplicable sensación se apodera de mí.

Una mezcla de felicidad y otros sentimientos que no sé diferenciar, pero que me dejan en completa plenitud.

—Te amo —susurro y me agacho para besar sus labios.

En ese momento sus ojitos se abren, parpadea y luego sonríe a medias. No sabía que esta vez su sueño era tan ligero.

—Te quedaste —dice con la voz adormilada—. Temía que al despertar ya no estuvieras aquí.

—No me iría por ningún motivo, labios de seda —rasco su cabeza—. Mucho menos cuando estás durmiendo tan tiernamente.

Su risa inunda el ambiente.

—Tan tiernamente —repite levantándose—. Que cursi, Kook.

—En eso me has convertido.

—No me quejo —se encoge de hombros—. Me gusta mucho mi novio.

—¿Sí?

—Sip, amo todo de él.

—Qué suerte tiene ese chico —digo inclinándome hacia él.

—Y qué suerte tengo yo.

No aguanto más y me apodero de sus labios. Sus manos van a mi cabello y las mías a su cintura. Lo beso con fuerza, me gusta sentir que es mío.

—Kook... —jadea con un hilo de saliva cayendo de su boca.

—Te amo mucho, Jiminie, no veo la hora para estar casado contigo. Te prometo ser un buen esposo.

—Sé que lo serás, amor, yo también prometo serlo.

Me dedico a abrazarlo y permanecemos así por un buen rato. A medida que acaricio su cabello y siento su respiración tranquila, mis pensamientos se vuelven hacia el futuro que nos espera. En solo dos días, Jimin y yo estaremos casados, unidos por el amor y el compromiso de toda una vida juntos.

Imagino el día de nuestra boda, no será como pensamos que sería, no tendremos una fiesta ni invitados solo para protegernos. No se supone que debía ser así, pero es lo que hay y lo voy a tomar si eso significa no separarme nunca más de mi chico, claro, si mi madre no me mata al enterarse de que no la invité a mi boda.

En solo dos días, comenzaremos esta nueva etapa de nuestras vidas juntos, y estoy lleno de emoción y anticipación por todo lo que está por venir. Porque sé que con Jimin a mi lado, me siento más fuerte y no hay nada que no pueda enfrentar.

Estoy tan sumido en mis cavilaciones que no oigo el timbre sonar sino hasta que Jimin se levanta de mi lado.

—¿Esperas a alguien?

—No lo hago, pero quizás sea Tae —le resta importancia encogiéndose de hombros y va a abrir.

La última vez que alguien vino de imprevisto fue Eunwoo y eso no resultó bien, así que ahora desconfío de quién pueda ser.

—¡Hijo! —escucho la voz de Hana y sé que no estaba equivocado al desconfiar.

De pronto un escalofrío recorre mi columna, sé lo que se viene y no me gusta para nada.

ººº

Me estoy esforzando mucho para actualizar lo más seguido que puedo, ojalá les esté gustando.

Por cierto, a este fic solo le quedan 2 o 3 capítulos más :(