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Jungkook

Aún no entiendo como lo haces, ¡siempre obtienes lo que quieres! —dice Ann a la par que toma una manzana de mi refrigeradora.

—Es muy fácil si sabes cómo manejar a las personas, en este caso solo tuve que enviar un regalo con un mensaje donde expresé admiración por su persona y listo, a las dos horas ya tenía en mis manos una invitación para su fiesta.

—Sorprendente la verdad —abre el pote de crema de maní que yace en la alacena y lo unta sobre la manzana que acaba de picar—. Pero hay algo que aún no me queda claro, ¿para qué quieres ir a esa fiesta?

—Por nada en especial, solo quiero distraerme y salir de la rutina —bebo un sorbo de mi café.

—Por favor —suelta una risa burlona—. Jungkook, si algo he aprendido de ti en todos estos años que te conozco es que nunca disparas al falso, debe haber alguna razón más.

—Bueno quizás solo quiero acercarme al señor Cha para hacer algún negocio juntos y ya.

—Eso no suena para nada convincente, ya me enteraré.

—Te traje a mi casa para que me ayudes a elegir la ropa que usaré, no para responder a tus dudas, así que deja de comer y acompáñame.

Tomo a Ann de las manos y la arrastro hasta mi habitación, ella se deja llevar sin resistencia y cuando llegamos se deja caer sobre mi cama. La observo durante unos segundos, ella es linda físicamente y aún más linda de corazón.

—Kook —me llama—. ¿Te gusta mi cabello o crees que debería cambiarle el color?

—El castaño le queda bien a tu piel pálida, no lo cambies.

Ella asiente y con un gesto me indica que abra las puertas del clóset. Lo hago inmediatamente para no perder el tiempo, hay una gran variedad de trajes, incluso hay algunos que nunca usé.

—Me gusta el gris —dice—. Sácalo, quiero verlo mejor.

—Es nuevo —comento mientras se lo muestro.

—Como casi toda tu ropa —toca la tela del conjunto—. Me gusta, es un color que no sueles usar por lo tanto vas a llamar la atención —sonríe—. Combínalo con una camisa blanca y una corbata azul oscuro, te verás muy guapo.

—¿Más? —bromeo

—Sí, aún más —responde risueña.

—Bien, iré a cambiarme —informo y me dirigo al vestidor que está dentro de la habitación.

Una vez dentro me despojo de la ropa que estoy usando y me dispongo a reemplazarla por el conjunto que escogió mi amiga.

Primero me pongo el pantalón, y antes de pasar al saco, busco la camisa blanca que Ann sugirió. Dentro de este vestidor también hay un clóset, que es mucho más grande que el anterior y por ende, mucha más ropa. En el otro solo tengo lo esencial como los conjuntos que uso con más frecuencia, pero aquí está todo lo demás, ropa deportiva, casual, formal, accesorios, perfumes, etc.

Una vez listo, vuelvo con Ann, quien sigue en mi cama jugando algo en su móvil. Cuando me ve se incorpora y deja lo que está haciendo. Noto cierto brillo en sus ojos, debe estar orgullosa por haber escogido un buen conjunto.

—¿Y qué tal? —pregunto extendiendo mis brazos—. ¿Cumple tus expectativas?

—Totalmente, Kook —se acerca y rodea mi cuello con sus brazos—. Me gusta mucho.

Sonrío y le doy un abrazo corto.

—Ya debo irme, ¿segura que no quieres acompañarme?

—No, prefiero quedarme aquí y acabarme la comida de tu despensa.

ⲯ﹍му σηℓу ℓσνє // кσσкмιη﹍ⲯDonde viven las historias. Descúbrelo ahora