Jimin
La mañana de hoy es soleada, el clima perfecto para encontrarme con Eunwoo.
Termino de vestirme y salgo de mi apartamento, hoy no sacaré mi coche pues la cafetería donde fui citado está tan solo a unas cuadras de aquí.
Camino hacia el lugar disfrutando del canto de los pájaros y de la brisa del viento, todo es perfecto hasta que mi mente trae los recuerdos de ayer. Automáticamente mi cuerpo se tensa y siento mis vellos erizarse. No sé por qué permití que Jungkook se tomara tantas libertades conmigo, yo quería ponerle un alto pero simplemente no podía, por alguna razón me gustaba la forma en la me hablaba con esa voz tan grave que es capaz de poner a temblar a cualquiera.
Cuando aquella velada terminó me quedé con ganas de algo más, ansiaba conversar más tiempo con él y quizás fue por eso que no puse ninguna objeción al proyecto que nos asignaron juntos ya que eso significa que lo veré seguido.
Jungkook tiene pinta de ser altivo, arrogante y a mi jamás me gustaron ese tipo de personas, pero con él me siento diferente, es como si fuera un imán y yo un simple metal que se deja llevar. Me causa curiosidad y quiero saber más de él, cosa que no debería pasarme porque yo estoy intentando retomar las cosas con Eunwoo y definitivamente lo quiero a él.
Entre pensamientos llego a la cafetería, ingreso al lugar y busco con la mirada a mi cita pero no lo veo, asumo que se hizo tarde así que me siento a esperar en recepción. Pasan treinta minutos y aún no llega, esto es raro considerando que Eunwoo es la persona más puntual que conocí hasta ahora. Tomo mi móvil para enviarle un mensaje pero en ese momento comienza a llamarme.
—¡Eunwoo! —contesto—. Ya llegué a la cafetería, ¿tardarás mucho?
Un suspiro se escucha al otro lado de la línea.
—Lo siento, no podré llegar —dice—. Mi papá me dio algunos informes que tengo que acabar de revisar hasta el mediodía.
—Oh...
—Te lo compensaré, lo juro.
—Si, no te preocupes —musito—. Adiós.
Apago mi móvil sintiendo decepción, estaba tan feliz por encontrarlo de nuevo después de tantos años, creí que esta vez sería más independiente pero al parecer su padre continuará controlando su vida.
Me levanto listo para irme pero antes de poder notarlo mi cuerpo choca contra el cuerpo de otra persona. El impacto me hace tambalear y casi me caigo, sin embargo el sujeto me toma de la cintura e impide que impacte contra el suelo. Mi rostro queda pegado a su pecho y por la cercanía puedo percibir su perfume el cual tiene un aroma fuerte, me parece haberlo olido antes, pero no recuerdo cuando.
—¿Te gusta?
Mis ojos se abren a más no poder cuando reconozco la voz y entonces subo mi mirada. La persona con la que me estrellé no es nada más y nada menos que Jeon Jungkook.
Mi corazón se acelera, ¿acaso será así siempre que lo vea? No sé qué es lo que tiene este hombre que me hace temblar. Quizás sea la forma en que entreabre sus labios o la forma en la que me escanea, ni idea de lo que sea pero esto me gusta.
>>¿Siempre que te vea serás así? —me suelta haciéndome reaccionar.
Retrocedo unos cuantos pasos.
—Buenos días, Jungkook —saludo ignorando su pregunta—. ¿Qué haces aquí?
—Supongo que lo mismo que tú —dice—. O bueno, lo que ibas a hacer tú antes que te dejen plantado —se ríe.
—¡¿Oíste mi conversación?!
—No es mi culpa que hables fuerte —se encoge de hombros.
—Permiso —me dispongo a marcharme de una vez pero me detiene.
Suspiro con pesadez sintiéndome cansado de pronto. El hecho que Jungkook haya mencionado que fui plantado solo lo hace real, es decir, evidencia que Eunwoo me falló una vez más y yo no quería verlo así.
—Desayuna conmigo, no tienes que irte solo porque tu cita no llegó —esboza una pequeña sonrisa— Hay muchas cosas deliciosas aquí, sería un crimen que te vayas sin probar nada.
Debo admitir que estoy sorprendido, no por lo que dijo sino por la forma en que lo hizo. Sonó tan comprensivo, totalmente diferente a lo que él suele ser.
—Yo... no creo que deba —no debo pero sí quiero.
—Es una lástima, nos vemos entonces.
Gira sobre sus talones y lo veo irse hasta llegar a la mesa que le corresponde. Creí que insistiría por lo menos una vez más, vaya que me equivoqué. Arrepentido por mi decisión no tengo otra alternativa que salir de la cafetería.
En el tiempo que voy conociendo a Jungkook ha demostrado ser lo suficientemente orgulloso como para permitirse ser flexible, así que debería haber supuesto que no me pediría que me quedara.
Me frustro conmigo mismo, ese siempre es mi problema, actúo sin pensar y luego me enojo cuando las cosas no me salen bien. También suelo ser terco en ocasiones y en este caso debido a mi orgullo no debería pensar en volver a la cafetería, pero ahora, a pesar de estar a una cuadra del lugar me doy la vuelta y camino de regreso.
Una vez más él aroma a café recién hecho me recibe, pero no me tomo el tiempo para deleitarme con el olor, esta vez busco con rapidez la mesa de Jungkook y llego hasta ahí. Cuando nota la presencia de alguien más levanta su mirada y me ve parado frente él. Sonrío para disimular mi nerviosismo.
—¿Qué haces aquí? —dice con su rostro carente de expresión—. Creí que te ibas.
—Pensé en lo que me dijiste y tienes razón, no es justo que me vaya sin probar nada —no dice nada, solo continúa bebiendo de su taza—. ¿Aún sigue en pie la oferta de desayunar contigo?
Jungkook
Después del desplante que me hizo, ¿cree que voy a aceptar que se siente junto a mí?
—Por su puesto —digo.
Jimin sonríe y sus ojos se pierden, aquello me hace sonreír también. Este rubio es bastante tierno.
—Gracias —responde y toma asiento frente a mí—. ¿Me recomiendas algo?
—El croissant de jamón y queso es muy bueno.
—Es lo que estás comiendo, ¿verdad? —pregunta y yo afirmo con la cabeza— Me gusta más lo dulce, pero te veo saborear cada bocado que me has convencido.
Toca el timbre que está en la mesa y hace su pedido, diez minutos después ya está comiendo, se concentra tanto cuando lo hace que es agradable solo verlo.
Sé que esto que me pasa cuando estoy con él no es tan simple como quiero pensar, es innegable que Jimin me atrae, pero por el bien de ambos todo debe quedar ahí. Yo no quiero una relación y por cómo percibo a Jimin él tiene pasta de novio.
Desde que era muy joven le he temido al compromiso en una relación y aún no sé porqué, supongo que me aterra pensar que puedo lastimar de alguna forma a mi pareja, tal como lo hizo Namjoon, mi hermano mayor, con Sana, su esposa.
Él vivía ocupado en su trabajo que la descuidó y ya casi no se veían, debido a eso las peleas aparecieron. Un día que iban camino a Ilsan para una reunión con la familia de ella, tuvieron una fuerte discusión que le hizo perder el control del coche a mi hermano y terminó saliéndose de la carretera hacia un abismo. Lamentablemente la muerte fue instantánea.
Todo eso pasó hace quince años, cuando tenía trece, en ese entonces me prometí que el día en que tuviera una pareja la cuidaría muy bien, pero los años pasan y el pensamiento cambia. Al igual que Namjoon, yo estoy muy dedicado a mi trabajo y a mi crecimiento profesional, no tengo tiempo para nada más que eso, mucho menos una pareja.
—Ya debo irme —me levanto— No te preocupes por la cuenta, yo pago esta vez.
Avanzo rápido hasta la caja, pago lo consumido y me retiro del lugar.
¿Por qué dije "yo pago esta vez"? No va a haber otra vez, me voy a obligar a que no vuelva a suceder.
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ⲯ﹍му σηℓу ℓσνє // кσσкмιη﹍ⲯ
FanfictionDónde Jungkook es el típico empresario malhumorado hasta que conoce a Park Jimin, de quien todos opinan que es un engreído y vanidoso. ¿Qué pasará cuando sus dos mundos se unan? ¿Jungkook bajará la guardia? ¿Quién es realmente Jimin? ¡Descúbrelo!