º1º

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Jimin

Una llamada entrando a mi móvil me despierta del agradable sueño que estaba teniendo. Sin abrir los ojos llevo mi mano hacia el lado en donde se encuentra mi velador ya que ahí dejé el móvil anoche cuando me acosté.

—¿Hola? —contestó esperando que por lo menos se trate de una llamada importante y no solo de la empresa de telefonía ofreciendo una extensión de mi plan.

—Querido, ¿cómo amaneciste? —mis ojos se despliegan cuando escucho la aterciopelada voz de mi madre.

—Buen día mamá —saludo sin ánimos recordando nuestra última conversación en la cual no terminamos en buenos términos—. Aún estaba durmiendo, me despertaste.

—Que bueno que lo hice, es mejor que te vayas levantando de esa cama ya que esta noche vendrás a cenar a casa.

—Es sábado mamá, he quedado con unos amigos —replico.

No he quedado con nadie de hecho, pero hoy no tengo ganas de ver a mis padres. No quiero ser malinterpretado, definitivamente los amo, pero cada vez que nos vemos algo malo ocurre y nos terminamos por distanciar, así que es mejor si mantenemos una relación de lejos.

—Tu padre y yo te esperamos a las 7:30 —ignora lo último que dije—. No olvides usar algo elegante.

—Mamá...

—Hasta la noche Jimin —es todo lo que dice para colgar.

Vuelvo a dejar mi celular sobre mi mesa y bufo. Vaya manera de empezar el día.

Después de levantarme y ordenar mi habitación voy hacia la cocina para prepararme directamente el almuerzo, ya casi es medio día y de nada serviría desayunar a esta hora. Opto por cocinar algo sencillo para no demorarme tanto y salir cuanto antes y así poder comprar un regalo para mis progenitores.

Seguido a comer, me visto y salgo de mi apartamento, bajo por el ascensor hasta el sótano del edificio para sacar mi coche y movilizarme con facilidad.

Treinta minutos después estoy en un centro comercial, específicamente en una tienda de vinos escogiendo uno para llevar a la cena de esta noche.

Aún no entiendo porqué mi mamá quiere que vaya con ropa elegante si se supone que solo seremos los tres, en fin ella y sus formalidades.

—¿Jimin? —me congelo en mi lugar cuando reconozco la voz, mis labios se entreabren y me siento incapaz de voltear—. ¿No dirás nada?

Suelto el aire retenido obligándome a reaccionar. Giro sobre mis talones y entonces lo veo. Ahí está Eunwoo tan guapo como siempre. Su cabellera azabache ha crecido considerablemente y sus facciones han madurado. Sin duda ha cambiado mucho en comparación con el chico que se fue hace cinco años dejándome con el corazón roto.

—Volviste —mi voz se quiebra y sin pensarlo dos veces acorto el espacio entre nosotros y lo abrazo como si mi vida dependiera de ello, como si esto fuera solo uno de los tantos sueños que tuve con su regreso.

Él me abraza de vuelta con la misma intensidad con la que yo me aferro a él. No sé qué es lo que pasa por su mente justo ahora, pero por la mía hay demasiadas preguntas que necesitan respuesta. Hace mucho que perdimos contacto y yo pensé que ya había encontrado a alguien más o que simplemente se aburrió de mí por la distancia, pero al escuchar los latidos tan acelerados de su corazón ya no estoy seguro de nada.

Me despego de su cuerpo y lo miro a los ojos, él me dedica una sonrisa y en una rápida acción besa mi frente.

—Te he extrañado tanto Jiminie —dice.

ⲯ﹍му σηℓу ℓσνє // кσσкмιη﹍ⲯDonde viven las historias. Descúbrelo ahora