Jungkook
Una serie de fotos caen sobre la mesa, en todas salgo yo con una chica o un chico diferente. Es evidente que todo eso fue mucho antes de conocer a Jimin, pero aún así puedo palpar la molestia en mi novio.
Sin explicación alguna, Jimin toma cada foto y la parte a la mitad para después devolverlas al sobre de donde salieron y tirar todo a la basura. Bufa sentándose en el sofá y se cubre el rostro con sus dos manos, está frustrado.
—Sé que esto es obra de mi madre —murmura—. Ella es experta en hacer cosas como esta.
A decir verdad no me sorprende que la señora Park esté involucrada en esto, yo no le caigo bien y es entendible que quiera hurgar en mi pasado para separarme de Jimin. Pero ella no sé da cuenta que todo esto también le afecta a su hijo. Por su culpa ahora mi chico está hecho una bolita.
—Que esto no nos arruine la mañana, ¿sí? —tomo lugar junto a él y lo abrazo.
Poco a poco sus piernas se van separando de su pecho y termina por subirse a horcajadas sobre mí.
—No se va a rendir, Kook —dice con los ojos a punto de lagrimear—. Solo quiere que vuelva con Eunwoo sin importarle que yo ya no sienta nada por él.
—Tranquilo, pronto no podrá hacer nada.
—¿A qué te refieres?
—Ya lo sabrás —pico su nariz logrando sacarle una sonrisa.
—Estás muy misterioso estos días.
Me encojo de hombros y lo abrazo por la cintura, él oculta su carita en mi cuello.
—¿Volvemos a desayunar? Estaba delicioso todo.
—Sobre eso... —se separa un poco—. Perdóname.
—¿Por qué?
—Yo no preparé nada de eso, soy un desastre en la cocina, ya te lo había mencionado así que preferí ir a comprar la comida antes que decepcionarte —hace un puchero.
Sonrío, no estoy enojado ni nada, me gusta que sea honesto, aunque admito que me hubiera encantado probar su sazón.
—No pasa nada, mi amor, aunque le echaras sal a las tartas y azúcar a las sopas me comería todo de igual modo. Todo lo que tú haces para mí es perfecto.
—Tonto —ríe contagiandome a mí también.
Sus ojos desaparecen y se hacen dos rayitas, esa imagen, tan solo esa imagen podría ser causa de mi muerte porque no sé si mi corazón pueda soportar tanta emoción.
No miento al decir que estoy demasiado enamorado de Park Jimin, ansío tanto poder unir mi vida con él que no veo la hora ponerle el anillo. Lo amo.
ººº
Tres semanas han pasado y mi cumpleaños está a la vuelta de la esquina. Estoy feliz, ansioso, nervioso y más, pero no por el hecho de cumplir años sino por lo que pasará en la fiesta que mi madre organizó. Ella siguió al pie de la letra las indicaciones que le di: invitar solo a amigos cercanos, a nuestra familia y a la de Jimin.
Así mismo, yo cumplí con mi parte, compré el anillo para mi novio. La semana anterior recorrí toda la ciudad en busca de un aro que fuera lo suficientemente precioso como para estar en la mano de Jimin y lo encontré.
Ya está todo listo, solo falta hacer la proposición.
—Mi novio se está volviendo un viejito —bromea Jimin a mi lado.
—Solo son veintinueve años —me defiendo.
—A un pie de los treinta —continúa con su tono juguetón—. Ya no podremos hacer esto tan seguido —delinea mi pecho desnudo con uno de sus dedos.
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ⲯ﹍му σηℓу ℓσνє // кσσкмιη﹍ⲯ
FanfictionDónde Jungkook es el típico empresario malhumorado hasta que conoce a Park Jimin, de quien todos opinan que es un engreído y vanidoso. ¿Qué pasará cuando sus dos mundos se unan? ¿Jungkook bajará la guardia? ¿Quién es realmente Jimin? ¡Descúbrelo!