Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)

Capítulo 3

Jennie siempre fue una Omega perspicaz y muy desconfiada, sobre todo si se trataba de personas que son cercanas a ella. Con JungKook era bastante sobreprotectora porque lo quería y lo respetaba mucho. Ella lo conoció cuando tan sólo era un cachorro de diez años demasiado hiperactivo que disfrutaba mucho de hacer travesuras por toda la casa. Y cuando se convirtió en un adulto y optó por llevar una vida independiente de la que tenía con sus padres, lo siguió por ese instinto que le pedía que aún debía cuidarlo. Y eso hace todos los días, aunque él ya no le permita que se esmere demasiado. Por esa razón es que siempre observa a su alrededor, pero sobre todo a JiMin y su comportamiento tan atento que está teniendo con el Alfa.

Al principio creyó que tal vez sólo era una verdadera formalidad y un gesto de agradecimiento, pero ahora ya no piensa lo mismo, porque ha visto en varias ocasiones cómo le coquetea descaradamente y cómo se contonea delante de él con evidentes intenciones de provocarlo. Con todas esas acciones y con su lobo diciéndole que hay algo extraño en ese Omega, ha deducido que no tiene buenas intenciones.

JungKook ha tenido parejas formales y otras informales. Los y las Omegas con los que ha salido no tienen mucho de diferencia, ya que estaban completamente interesados en su estatus y en su dinero. Tiene la impresión de que JiMin desea aquello y algo más que no ha podido deducir. Aun así no ha sacado tantas conclusiones tan tempranas, pero sin duda se mantiene alerta de cualquier movimiento extraño que se le ocurra hacer.

Pero si Jennie tenía percepción aguda, JiMin también, e incluso más. A diferencia de esa Omega, él sabe disimular muy bien. Finge no darle importancia al hecho de que en ocasiones le pone demasiada atención y que en algunas ocasiones lo sigue a hurtadillas. Pero por fortuna los tratos con Jackson se llevan a cabo fuera de la casa, así que no hay nada que pueda delatarlo hasta ahora. Aun así moverá sus siguientes cartas.

Se ha portado atento y receptivo a los coqueteos de JungKook, pero está consciente de que necesitan más cercanía que sólo hablar por las noches. Además, está consciente de que no trata con cualquier Alfa, la prueba está en su condición que posee de Dominante y en que no le ha hecho ninguna propuesta indecorosa. Por esa razón decidió que se quedará en la mansión hoy que era su domingo de descanso.

El hecho de captar el aroma del Alfa a varios metros de distancia era algo que le ayudaba demasiado, porque así podía anticipar sus movimientos. Ahora está en la cocina esperando a que despierte mientras hace una lista de supermercado para abastecer lo que hace falta. Cuando curiosamente el whisky llegó primero a sus fosas nasales, se puso en alerta y adoptó la posición en la que deseaba ser encontrado, liberando feromonas sutilmente en el proceso.

Y lo logró.

Para cuando JungKook entró en la cocina en busca de un gran vaso de agua, lo primero que vio fue el prominente trasero del Omega elevado en el aire mientras éste estaba agachado buscando en un cajón. Su respiración se cortó por varios segundos y su lobo pareció tener el mismo choque eléctrico, además de que pudo percibir ese exquisito aroma a cerezas y vainilla, aunque más dulce de lo normal. Ya se había dado cuenta que JiMin poseía un lindo cuerpo que la mayor parte del tiempo viste ropa ligeramente ajustada, lo que lo hace resaltar más, pero es lo suficientemente respetuoso como para no desviar la mirada a lugares que están restringidos para él. Aunque, esta ocasión, es imposible no ver esos mofletes que parecen ser demasiado suaves y abultados.

Después de varios segundos volvió a la realidad y desvió la mirada hacia otro lado mientras sus mejillas se ruborizaban por la vergüenza que ahora sentía. Eso no estaba bien y sintió que invadió el espacio del Omega al verlo de esa manera.

Eso fue muy irrespetuoso de su parte.

—Oh, JungKook—el Omega fingió sorpresa—Buenos días, ¿cómo amaneciste?