Las manos de JiMin fueron inquietas mientras que JungKook era sensible a su tacto. Desde que tuvieron su primer encuentro íntimo sus cuerpos reaccionaron simétricamente a cada roce, a cada palabra y a cada acción que ejecutaran mutuamente. Ambos lo saben. No pueden resistirse ni siquiera cuando están en la parte trasera de un taxi con el conductor enfrente quien los lleva a su destino.
Desde que se montaron ahí el Omega no quiso tener ni el más mínimo espacio entre su Alfa. Quería sentirlo. Quería olfatearlo hasta el cansancio o hasta que absorbiera todo su aroma. Tenía su boca muy cerca del cuello ajeno por donde se paseaba descaradamente y estando muy consciente de todas las reacciones que estaba provocando. Una de sus manitos se había colado en la camisa del Alfa donde tocaba la suave piel de sus pectorales perfectamente trabajados y donde espera poder dormir esta noche y todas las demás. Comenzó a repartir besos húmedos mientras lo acariciaba despacio y con evidentes intenciones de llevarlo al límite sin importar que tuvieran a un acompañante.
JungKook hacía un arduo trabajo ocultando las feromonas de JiMin con su olor intenso posesivo y sobreprotector para que no fuesen percibidas por el conductor. Aun así se dejaba llevar por lo que sentía y por la tensión que estaba aumentando considerablemente en ese pequeño vehículo. También se tomó el atrevimiento de sujetar al Omega de su cintura para pegarlo más a su cuerpo y con la otra mano tomó sus piernas para ponerlas en su regazo. Lo tenía también a su disposición y acarició su trasero delicadamente imaginando que en cuestión de unos momentos podrá enterrarse ahí de nuevo. Pero era un problema imaginar todo eso en un espacio tan reducido y con un acompañante, sobre todo cuando se dio cuenta de que JiMin estaba teniendo problemas.
—Será mejor que te detengas ahora—le advirtió el JungKook con voz ronca—No quiero que huela tu lubricante.
—Ay, Alfa—soltó una risitaa—Es que me pones muy mal—le dedicó una mirada seductora al tiempo que mordía su labio inferior—Ya no quiero esperar más tiempo—lloriqueó bajito.
—Créeme cuando te digo que yo tampoco, pero aquí no se puede—insistió, aunque apretó su trasero sólo por gusto—Sé paciente, que en cuanto estemos solos me voy a encargar de rasgar toda tu ropa.
— ¿Nos vamos a poner salvajes? —coqueteó.
— ¿No es lo que quieres? —acudió del mismo modo.
—No puedo pedir menos—sonrió y dejó un pico en los labios del contrario—Me gusta cuando me coges duro.
JungKook sintió que sólo con esas palabras su erección comenzó a encenderse en sus pantalones. El cuerpo de JiMin completamente pegado al suyo mientras se acurrucaba cada vez más era algo que le ponía la mente en blanco y todos los sentidos. Pero seguía consciente de dónde estaban y que faltaban unos cuantos minutos para llegar, aun así no se despegaron, aunque sus caricias y sus provocaciones no cesaron en ningún momento.
La tensión aumentaba a medida que pasaba más tiempo, pero por fortuna llegaron a su destino; JungKook fue el primero en bajar con demasiada prisa mientras que JiMin le siguió el paso sin esperar a que por lo menos le estirara la mano. Sólo se limitó a esperar que el Alfa bajara su maleta para después colgarse su brazo caminando hacia la entrada del edificio donde esperaba que Jin ya no se encontrara. En antelación le dijo lo que sucedió en un mensaje y prácticamente le ordenó que se fuera a pasar la noche a otro lado. Como sea, el otro Omega tampoco tuvo opción, así que se burló de él y después le dijo que iría una semana a Malibú con una amiga para darles privacidad. Con eso todo se acomodaba a favor de JiMin para pasar los mejores días de su vida en Los Ángeles.
Mientras subían en el elevador no se inmutaron en besarse con un poco de pasión, pero parecía que ambos reprimían sus verdaderos instintos para no terminar haciendo un desastre ahí mismo o en el pasillo, mismo que fue un poco largo de recorrer cuando las ganas los estaban consumiendo deliberadamente. El sonido de las llaves abriendo el cerrojo fue lo único tortuoso que podían escuchar en ese silencio lleno de excitación y, en cuanto la puerta se cerró, el fuego arrasador los tomó a ambos de la manera más intensa y ansiosa que podía haber; JungKook arrinconó a JiMin en la pared más cercana para besarlo con mucha intensidad al tiempo que lo apretaba con su cuerpo para poder frotarse contra él. Segundos después lo tomó de los glúteos para elevarlo en el aire y así buscar enterrar su falo en su trasero o lo poco que podía hacerlo. El Omega gimió ante esa acción y sintió como la humedad terminaba por manchar sus pantalones. Ambos estaban duros y jadeando por algo más que sólo el toque extremo de sus manos mediante besos apasionados. Necesitaban más que eso. Necesitaban consumarse de una vez por todas antes de que el tiempo los haya alcanzado.
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Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)
FanfictionJiMin es un omega que trabaja para un alfa que se dedica a estafar alfas millonarios. Su siguiente objetivo era seducir y estafar al gran Alfa y CEO Jeon JungKook, dueño del Grupo Jeon. Al inicio todo parece ser muy sencillo, porque aparentemente e...