Si JiMin pudiera describir ese momento sería como mágico. JungKook le hacía sentir de ese modo porque incluso llegaba a creer que era irreal, pero no. Todo sucedía y era mejor de lo que pudo haber imaginado alguna vez. Definitivamente el tiempo que se dieron fue la mejor decisión que tomaron, porque ahora podían disfrutar de su amor sin ningún tipo de atadura o secreto de por medio. Ahora podían ir por la vida muy seguros de lo que tenían y que nada ni nadie podrían romperlo. Sólo ellos tenían la capacidad de terminar, pero no estaban dispuestos a hacerlo. Eso era definitivo.
Terminaron su cena en ese lujoso y muy cotizado restaurante y ahora volvían a donde los esperaba un baño cristalizado listo para estrenarse. Todo el trayecto lo pasaron tomados de la mano y provocándose con miradas lascivas que cualquiera podría notar. Esos eran los detalles de su relación, los que la hacían especial y única ante otras. Lo que sumaba muchos puntos es que eran destinados y tal vez eso les ayudaba con la conexión telepática que desarrollan, pero también estaban conscientes de que el esfuerzo que imprimían era importante. Porque quizá bien pudieron quedarse con las heridas y seguir sus caminos separados, pero en lugar de eso decidieron luchar por ese amor tan grande que sentía el uno por el otro.
Así que todo estaba bien.
Todo estaba correcto.
Y esta noche sería sólo el inicio de toda una vida plena estando completamente juntos.
Llegaron hasta su habitación y lo primero que hicieron fue retarse con la mirada. JiMin le sonrió seductor y se alejó para ir hacia el baño de cristal mientras liberaba sutiles cantidades de feromonas en el aire. Con cada paso que daba soltaba una prenda en el camino, así hasta que quedó completamente desnudo bajo el agua caliente de la regadera.
JungKook se quedó parado en su lugar observando la majestuosidad de esa obra de arte que estaba por devorar mientras se dejaba manipular por las feromonas que fácilmente lo ponían vulnerable. Pudo ver desde ahí que escurría lubricante natural por las piernas del Omega que se mezclaba y desparecía rápidamente con el agua. Sabía que ya estaba completamente erecto y listo para recibirlo en cualquier momento, pero no se trataba de ir rápido sólo por sus instintos y su lobo que así se lo pedían. Esta era como una especie de luna de miel después de que se juraron amor eterno en su cena romántica. Así que con lentitud comenzó a quitar una a una sus prendas sin tener cuidado de donde las dejaba, todo movimiento sin quitarle la mirada a JiMin.
La forma de su trasero resultaba irreal, sobre todo las curvas que adornaban su cuerpo. Cualquier Omega mujer sentiría envidia de todos los atributos que JiMin poseía, principalmente su trasero. JungKook llegó a estar con alguna que otra, incluso con varones, pero ninguno se comparaba con el Omega que tiene en ese baño esperando pacientemente por sentir la mejor follada de su vida. Sabe que nadie se compara con él y que nadie tendrá las capacidades que posee. Sabe que es el único que puede manejarlo a su antojo y el único por el cual su corazón late con fuerza.
Es el único Omega que ha entrado a esta habitación y no habrá nadie que pueda ocupar su lugar. Todo le pertenece a él y siempre se tratará de él.
Caminó lentamente con esa mirada de depredador despiadado mientras se deshacía de su ropa interior. JiMin echó un vistazo por encima de su hombro y no pudo evitar posar sus ojos en la enorme erección que su Alfa poseía, después los desvió a los contrarios mostrándole una sonrisa que lo incitaba a pecar de todas las formas posibles. JungKook correspondió al gesto mientras se adentraba a la regadera con pasos cautelosos y acechadores que pusieron al Omega muy nervioso. Se sentía como aquella primera vez que tuvieron en Busan y no sabe por qué. Aunque todo lo que haga con el Alfa es completamente especial.
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Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)
FanficJiMin es un omega que trabaja para un alfa que se dedica a estafar alfas millonarios. Su siguiente objetivo era seducir y estafar al gran Alfa y CEO Jeon JungKook, dueño del Grupo Jeon. Al inicio todo parece ser muy sencillo, porque aparentemente e...