Capítulo 13

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Una vez que el fuego se enciende es difícil que alguien pueda apagarlo, sobre todo si es aparatoso, poderoso y dominante.

JiMin no era muy consciente de sus actos, porque su instinto lo hacía buscar desesperadamente la polla de su Alfa para sentirse lleno.

La primera vez siempre sería intensa.

JungKook se estaba volviendo loco por destrozar al Omega, pero antes debía obligarse a mantener la consciencia de sus actos en vista de que era el único lúcido en esa caliente habitación.

Había girado el cuerpo de JiMin sobre la cama y se encargaba de besar las bonitas extensiones de su cuerpo, pero éste exigía por más. Aunque esta es una situación donde el desespero es el sentimiento que más predomina, JungKook quería asegurarse de que fuese especial, para que cuando el Omega recupere uno a uno sus recuerdos de su celo, pueda hacerlo con un sentimiento de calidez. Y para que nadie pueda superarlo.

JiMin jadeaba y se quejaba constantemente por no recibir el placer que requería para su consuelo, pero teniendo la boca de JungKook succionándole el pezón de esa manera, tal vez era suficiente para bajar la intensidad de su calor. Se retorció en la cama mientras recibía esa estimulación y buscó con su mano su propia erección para ayudarse un poco. Fue entonces que el placer se duplicó y su entrada comenzó a expulsar más de sus dulces fluidos que expandieron su olor en toda habitación.

El olfato del Alfa estaba sensible debido al estado del Omega, por eso su aroma le encendía todos los sentidos y lo hacía sentir embriagado de lo mismo. Como un impulso recorrió con sus labios la perfección del abdomen de JiMin hasta que llegó a su miembro y así observar cómo se masturbaba a sí mismo. Se incorporó para observarlo un rato y apreciar la exquisitez de su imagen de Omega en celo; el rubio bombeaba encarecidamente mientras le sostenía la mirada a su Alfa y lo incitaba a que pecara a su lado. Sus bonitos ojos dorados lo incitaban a perder la cordura, sobre todo cuando le sonrió seductoramente con una petición tácita que a JungKook le pareció escuchar en un grito desesperado.

"Márcame"

Escuchaba eso una y otra vez en su mente mientras se dejaba hipnotizar por la imagen de JiMin completamente excitado y sonrojado sobre la cama al tiempo que se masturbaba a sí mismo. Por un momento sus colmillos se asomaron mostrando lo pulcros que estaban y lo muy ansiosos por clavarse en la piel del bonito Omega, pero esa parte de su cordura luchó hasta que consiguió despertarlo de su ensoñación. Lo cierto era que su lobo comenzaba a mostrarse insistente con marcar al Omega de una vez ahora que tenía la oportunidad, de lo contrario podía arrepentirse. Pero no lo harían de ese modo, porque se lo prometió cuando tuvieron esa plática y no quería defraudarlo ni mucho menos abusar de su vulnerabilidad. Así que se tomó unos cuantos segundos para relajarse y después continuó con lo que estaba haciendo.

Después de besar sus muslos subió nuevamente para tomar sus labios en un beso desesperado que los llevaría al siguiente nivel. JiMin sentía esa exasperación al no sentir en su interior lo que tanto deseaba y por lo cual se sentía hambriento. Y JungKook reaccionaba casi del mismo modo, por esa razón decidió que dejaría los juegos para otra ocasión, aunque antes debía hacer algo primero.

—¡Alfa! —gimió el rubio— ¡Alfa, me duele!

—Tranquilo, dulzura—le susurró en el oído—Tu Alfa se va a encargar de todo.

Se incorporó y tomó los condones que había dejado cerca para cuando el momento llegara. Los dejó a un costado del cuerpo de JiMin mientras sujetaba la hombría de éste para darle un poco de consuelo. Lo vio cómo se retorcía sobre la cama como nunca antes lo había hecho debido a que estaba demasiado sensible. Acarició con una mano parte de su torso desnudo y pudo sentir el potente calor que emanaba de esas extensiones; prácticamente estaba ardiendo y eso sólo conseguía excitarlo más de lo que estaba.

Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora