Capítulo 50

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Había cosas que se volverían completamente inevitables.

JiMin lo pensó justo antes de conocer a JiSoo, pero lo decidió cuando ese encuentro inesperado se dio.

No estaba celoso. No estaba inseguro. Aunque sí lo estuvo por un momento. Pero ahora las cosas eran diferentes.

Confiaba en JungKook y las cosas con él estaban bien. Mejor que bien. Sus terapias estaban  siendo muy satisfactorias y, al día de hoy, ambos se dedican a sus asuntos sin que su relación se vea perjudicada. Así que tal vez sería bueno avanzar para poder solidificarse y viviendo juntos era una forma de hacerlo. Después de todo, si llegaban a dormir separados era un sólo día a la semana y el resto la pasaban juntos haciendo un montón de cosas. Así que tomó un poco de sus pertenencias y volvió a la mansión de JungKook para comenzar a establecerse de nueva cuenta. No volvía con intenciones de hacerle la vida imposible a JiSoo o para que la echaran, sólo quería observar cómo se comportaba y qué tanto planeaba para atraer la atención de JungKook, aunque éste nunca le daba absolutamente nada ni correspondía a sus provocaciones.

JiMin entendió que el único papel que debe desempeñar es el de un observador y sólo intervenir cuando es necesario, porque del resto su Alfa se encarga a la perfección con recordarle a la Omega cuál es su tarea dentro de esta casa.

Así que por ahora todo estaba bien.

Despertar desnudo en los brazos de su Alfa era la sensación más placentera del mundo, sobre todo si despierta con más ganas de continuar lo que hayan hecho por las noches.

— ¿No tienes que ir a trabajar? —preguntó JiMin con voz juguetona.

JungKook despertó con una gran erección que ya se había vuelto costumbre. Se frotaba ligeramente contra el trasero de su Omega que no ponía resistencia, al contrario, lo estaba disfrutando en demasía. Éste sentía como esas manos lo acariciaban lentamente para provocarlo con toda la intención de llegar más lejos que esto y no tenían ningún motivo para negárselo. No cuando se siente más feliz que nunca.

—Sí—respondió con voz ronca—Pero no hay nada como estar dentro de ti en las mañanas—aseguró con una enorme sonrisa seductora en su rostro.

JiMin soltó una pequeña risita que enseguida se transformó en un jadeo. JungKook se estaba poniendo intenso con sus movimientos y sus feromonas estaban siendo liberadas. Definitivamente no saldrán de la cama hasta que hagan lo que necesitan y lo que sus cuerpos les piden. A ambos les encanta la idea de hacer el amor en las mañanas, no importando que la noche anterior lo hicieron un par de veces. Ahora que tenían la consciencia de que estaban compartiendo el mismo techo los siete días a la semana y que todo esto era más que oficial, sus instintos habían despertado y los hacía portarse muy intensos, como si fuesen un par de adolescentes hormonales que no pueden controlarse ni regirse por su cordura. Sus lobos estaban cada vez más conectados y se habían reconocido nuevamente unas cuantas veces en el acto. Ambos sentían que algo sucedía y que les estaba favoreciendo en la relación que estaban construyendo y solidificando. Esta vez era el todo por el nada.

—Tienes razón—consintió JiMin—Me encanta sentirte dentro de mí a primera hora del día.

JungKook le dedicó una mirada oscura al tiempo que comenzaba a deslizar una mano entre sus cuerpos para buscar su entrada. Se encontró con que ya estaba lubricando como un desesperado y eso le agradó en demasía. Sus instintos despertaron aún más ante el llamado de tener sexo matutino con su Omega, era como si comenzaran a entrar en celo y no tenían problema con eso. Así que hundió uno de sus dedos en busca del esfínter que estaba completamente suave debido al uso de la noche anterior. Así que ahora no requería de preparación porque estaba listo para recibirlo en cualquier momento.

Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora