Capítulo 21

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Le dio muchas vueltas al asunto durante tres días.

YoonGi le dijo que no era necesario que fuera a trabajar, al menos hasta que su lobo se sienta un poco mejor, pero JiMin sabía que eso no sucedería. Al final se obligó a levantarse de la cama para continuar con sus labores. Ahora menos que nunca podía ser débil. No podía dejarse caer, no cuando en su vientre crecía lo que ya consideraba lo más hermoso de su vida. Pero ahora tenía algo más importante qué hacer; buscar a JungKook.

Al principio decidió que era completamente capaz de criar solo a su cachorro y de poder sacarlo adelante, pero su lobo era quien lo influenciaba y le decía que necesitaban del Alfa para todo lo que se venía. Los meses de embarazo, la labor de parto y sus primeros meses de vida. El cachorro necesitaría el aroma de su padre Alfa para sentirse querido, protegido y completo. Por esa razón, esta mañana JiMin se levantó decidido a buscarlo e insistirle que lo escuche. Esta vez no le pedirá que lo perdone ni nada de eso, sólo quiere decirle sobre su cachorro y le dará la libertad de elegir si quiere estar en su vida como padre o no.

El Omega no quiere que JungKook se vea influenciado por eso para regresar a su lado, quiere que lo haga porque de verdad está dispuesto a perdonarlo y a olvidar. Así que en ese aspecto quiere ser valiente.

Se levantó desde muy temprano para desayunar y tomar sus vitaminas. Gracias a YoonGi tenía todos los cuidados que necesitaba y siempre le estaría muy agradecido por eso. Hobi también lo consentía y adoptó la costumbre de acariciar su pancita plana cada vez que se despedían.

Antes de salir se miró al espejo estando muy consciente de que su vientre aún no crecía, pero le emocionaba mirarse y saber que ahí estaba su cachorrito al que ya amaba con locura. Le dedicó palabras bonitas y le aseguró que no se cansaría de insistir para traerle a su padre, al menos para que pueda estar con él. De pronto sintió un gran ímpetu por conseguir todo lo que se propusiera y salió del departamento en dirección al Grupo Jeon que es donde buscaría a su Alfa. Pensaba que ir a su casa no era buena idea debido a que los empleados no podían verlo ni en pintura. Sentía que si lo veían cerca eran capaces de sacarlo a patadas de ahí. Por eso siempre optaba por ir a su edificio.

Se colocó detrás del mismo árbol del que ya acostumbra esperando pacientemente por qué JungKook aparezca. Sabía que llegaba desde las ocho de la mañana, siempre era así de puntual. Al menos no había perdido esa cualidad suya y las enormes ganas de seguir creciendo con su empresa. Pronto percibió un ápice de su delicioso aroma que jamás olvidaría por nada del mundo y su lobo se agitó emocionado. En cuanto lo vio bajar de su auto su corazón se aceleró en demasía, tanto, que no aguantó la emoción de correr hacia a él siendo muy descuidado con su aroma ahora que era un poco más fuerte y que estaba mezclado, sin embargo, su lobo lo ocultó porque existía un poco de temor por ser rechazado.

El Alfa se giró en dirección a ese delicioso aroma que ha echado mucho de menos y el que no quiere aceptar que lo necesita para sentirse tranquilo. Vio cómo JiMin se aproximaba con unos ojos que nunca antes le vio y sintió una fuerte opresión en su pecho que le cortó la respiración.

"Por favor, escúchalo. Si no nos quisiera no vendría hasta acá para buscarte"

Pero JungKook, lastimosamente, no pensaba igual que su lobo. Él era sentimental, pero no poseía esa cualidad, al menos no desde que se enteró de ese gran engaño por parte del Omega que aún ama con locura. Eso no puede negarlo, pero intenta reprimirlo para no perder la cordura o ceder ante sus súplicas.

Las mentiras no pueden perdonarse ni olvidarse tan fácilmente.

—JungKook—lo llamó y se paró a una distancia considerable—Necesito hablar contigo sobre algo importante—lo miró suplicante.

Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora