Capítulo 38

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Había tomado la decisión de volver a sabiendas de que aún no estaba nada definido.

Esa noche tan apasionada que vivió con NamJoon se redujo sólo a sus instintos y a la necesidad de su lobo por estar cerca del Alfa. Se perdonaron por lastimarse y por los errores cometidos. Recordaron a su cachorro sin importar que no lo conocieron, pero nada quedó aclarado como ellos hubieran querido. La razón; iban a separarse de nuevo y no sabían hasta cuándo podrían verse.

Decidieron ser realistas y coincidieron con que, para ellos, una relación a larga distancia no funcionaría, sin embargo, ambos hicieron el acuerdo tácito de no salir ni involucrarse con nadie más hasta que el tiempo haya definido todo.

Jin tenía planes que se dieron con el tiempo gracias a su convivencia diaria con JiMin. Y eso fue lo que le trajo de vuelta a Corea del Sur para quedarse permanentemente.

El tiempo había sanado las heridas.

El recuerdo de su cachorro prevalecía pero ya no dolía. Ahora haría caso a las peticiones intensas de su lobo de buscar y recuperar al único Alfa que podrá amar en toda su vida. No importa si no es su destinado, de cualquier forma se enamoró de él y no puede planear un futuro con alguien más.

Sin embargo, después de salir de la oficina de JungKook no pudieron hablar como hubiesen querido. Jin se encontró con su madre y ésta le demandó tiempo de calidad, así que tuvo que salir con ella a comer y también para divertirse haciendo compras.

Pasó toda la tarde con ella yendo de un lado a otro sin que le permitiera volver para instalarse en la casa de JungKook. Naturalmente, MiYeon hizo un berrinche por no tenerlo en su casa después de que ha pasado mucho tiempo sin verlo, pero Jin tenía planes urgentes que concretar así que la convenció de dejarlo ir por hoy y le prometió que la buscaría mañana temprano para desayunar.

Ahora va hacia la mansión de JungKook con un nudo en su estómago porque NamJoon le avisó que ya se encuentra ahí esperándolo. Sabe que su hermano no volverá esta noche así que tendrá privacidad por si algo más llega a suceder. Y espera que sea así.

Incluso antes de entrar a la mansión pudo percibir su exquisito aroma a hierbabuena que lo condujo directamente a la estancia donde lo esperaba con una gran copa de vino en sus manos. Jennie le dio la bienvenida y después se retiró con su equipaje para acomodarlo en la habitación que preparó en antelación para él.

Sintió cómo su corazón latía y gracias a ese descuido liberó su aroma que tanto estaba conteniendo para no ser percibido. Ese mismo entró por la nariz ansiosa del Alfa quien enseguida se levantó de su lugar para ir hacia él y abrazarlo como no pudo en la mañana.

—Creí que tal vez te habrías arrepentido— le dijo al tiempo que hundía su nariz en su cuello para aspirar su aroma embriagante.

— ¿Por qué me arrepentiría? —correspondió al abrazo con la misma fuerza— Yo mismo fui quien te pidió venir aquí.

—Es que sueles cambiar de opinión tan repentinamente— se burló.

—Pero esta vez no pienso hacerlo— se desprendió lentamente hasta que pudo acercar su rostro al contrario— Ya no quiero ser esa clase de Omega que huye en las complicaciones— aseguró con determinación.

—Y yo no quiero ser esa clase de Alfa que te deja solo cuando estás lidiando con batallas internas— le sonrió medianamente.

NamJoon fue el primero en acortar la distancia para tomar los pomposos labios del que aún considera su Omega y su más grande amor. No lleva la marca en su cuello porque nunca se la otorgó, pero esta vez planea hacerlo en algún punto cuando su relación haya avanzado considerablemente.

Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora