Capítulo 8

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Los días transcurrieron demasiado rápido para suerte de JiMin. Se sentía un poco ansioso de saber a dónde lo llevaría JungKook para esta cita que era de suma importancia. Después de varias semanas donde su mente no paraba de pensar y continuaba planeando sus pasos para llegar al objetivo, por fin había llegado el momento de dar el siguiente paso. Es curioso que estuvo demasiado emocionado a sabiendas de que tendría una cita con el Alfa. Pero su emoción creció aún más cuando llegaron al aeropuerto donde tomarían uno de los aviones privados de los Jeon.

Desde muy temprano, JungKook entró a su habitación para despertarlo con un dulce beso en los labios y le pidió que sólo empacara sus artículos de uso personal. Y cuando vio una elegante maleta Dior esperando por él al bajar del avión justamente en Busan, no supo cómo reaccionar; el Alfa le había comprado una maleta nueva que estaba repleta de ropa elegante y muy costosa. Incluso lo que llevaba puesto era nuevo y exclusivamente elegido para él.

Tenía que reconocer que JungKook poseía buen gusto en ropa y también debía reconocer que se sentía en las nubes yendo con él en una lujosa limusina que los llevaba hacia su destino. Se detuvieron frente a un majestuoso edificio con decoraciones como si fuesen de la realeza y afuera estaban muchos empleados formados en fila como si fuesen soldados. En cuanto ambos descendieron de la limusina, todos se inclinaron ante ellos y les dieron la bienvenida. Cuando JiMin salió de su pequeño trance pudo notar el nombre del lugar; The Jeon. Pero quería escucharlo de la propia boca del Alfa.

—Kook, ¿en dónde estamos? —lo miró con curiosidad.

—Este es uno de los hoteles que pertenecen al Grupo Jeon—comentó y se sonrojó—Quería que viniéramos a un lugar especial y creí que esta era una buena opción.

—Eso explica por qué todo el personal del hotel salió para recibirte—comentó mirando de soslayo hacia donde los empleados también los miraban con una sonrisa.

—No son todos—refutó con modestia y bajó la mirada—Es sólo que... quería que te sintieras cálido al venir aquí. Además, cuando dije que vendría acompañado todos se alborotaron.

— ¿Y por qué razón? —sonrió divertido.

JungKook esbozó una media sonrisa y aproximó sus labios hacia la frente del Omega donde depositó un tierno beso rebosante de todo el cariño que le profesaba. Posteriormente se alejó un poco para tomar una de sus pequeñas manos y repetir la misma acción, aunque también otorgó caricias. Después de eso volvió a sonreír.

—Porque es la primera vez que traigo a un Omega conmigo—confesó y luego lo tomó con firmeza de su mano—Ellos también estaban esperando por ti.

Como ya era costumbre, las mejillas del Omega se encendieron en demasía, tanto, que no pasó desapercibido para el personal del hotel que estaba esperando pacientemente a cumplir sus caprichos. No era mentira que se emocionaron y murieron de la curiosidad cuando supieron que el gran Jeon JungKook venía acompañado de un Omega, pero no uno cualquiera y eso pronto quedaría aclarado.

Caminaron tomados de las manos hacia donde los empleados se dividieron a la mitad para dejarlos pasar en medio de ellos, pero antes de que llegaran al final, el azabache se detuvo y les hizo reverencias a todos. Naturalmente JiMin hizo lo mismo.

—Me alegra mucho verlos de nuevo—les dijo—Y les agradezco enormemente que nos hayan recibido de esta forma—les sonrió conmovido, pero le faltaba algo más por agregar—Sé que harán de nuestra estancia la mejor, pero quiero pedirles personalmente que le brinden a mi Omega una experiencia inolvidable que esté en sus manos. Confío en ustedes.

Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora