ʚ|🥧|⠿ ꒰ Capitulo 24 ꒱

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La tarde era perfecta, estaba nublado, pero aun así se sentía cálido. Beomgyu acababa de salir de la clase que tuvo con Armani, aún se emocionaba cada vez que el diseñador lo halagaba. El omega se metió a la ducha y ahí una gran idea se metió en su cabecita, solo tendría que llamar a su alfa y por supuesto que no aceptaría un no por respuesta.

Taehyun regresó rápidamente a su casa cuando recibió el mensaje de su omega, diciéndole que era una emergencia, pero que no se preocupara, ya que no era nada malo. Cuando llegó, Beomgyu lo estaba esperando en la sala, vestido con ropa deportiva, con un conjunto para él.

ㅡ Ponte esto, alfa ㅡ le dijo el omega.

El castaño lo tomó con una mueca de confusión, sin embargo, no preguntó nada, simplemente le dio un pequeño beso y comenzó a desvestirse ahí mismo, colocándose la nueva muda de ropa.

ㅡ Listo cariño, ¿ya me dirás cuál es la emergencia? ㅡ preguntó sonriendo al ver la resplandeciente sonrisa del omega.

ㅡ No, hasta que lleguemos allá, tengo algo que proponerte ㅡ ronroneó.

Ambos se montaron en el auto, Beomgyu comenzó a manejar directo al bosque. En cuanto llegaron, el omega arrastró a su alfa a lo profundo del lugar, al área exclusiva que rento para que no los molestaran.

ㅡ ¿Ahora si me dirás? ㅡ inquirió con una ceja alzada.

El rizado asintió ㅡ Uhm, es algo que tengo muchas ganas de hacer, solo no me juzgues por favor ㅡ pidió un poco cohibido.

ㅡ Nunca te juzgaría mi rayito de sol ㅡ aseguró, transmitiéndole confianza.

ㅡ Yo quiero follar, quiero que me anudes ㅡ dijo sonrojado.

ㅡ Okey ㅡ dijo con el ceño fruncido ㅡ ¿Entonces, por qué salimos de la casa? ㅡ preguntó confundido

ㅡ Bueno, quiero correr un poco como lobo, luego quiero jugar contigo un poco, quiero que me empieces a cazarme, y cuando me encuentres, quiero que me anudes.

ㅡ Déjame ver si entendí, ¿quieres que te anude como lobo? ㅡ preguntó sonriendo.

Beomgyu se mordió el labio ㅡ Si Tae, quiero que me anudes como lobo, quiero eso ㅡ asintió totalmente convencido.

ㅡ Pues comienza a correr, omega ㅡ dijo a la vez que se colocaba detrás del árbol, para así no ver hacia donde corría su lobito travieso.

El rizado se desnudó rápidamente, comenzó a correr y dio un salto en el aire, transformándose en un hermoso lobito blanco, podría confundirse con la nieve, aunque claro, tiene que esconder sus patitas delanteras y su colita, ya que estas eran negras de la punta. Corrió hacia el fondo del bosque, ocultó su olor lo más que pudo e intentó ir borrando cualquier rastro que hiciera obvia su presencia, se escondió en un gran arbusto, listo para huir de ahí si su alfa se acercaba demasiado, su omega estaba ansiosa de poder cumplir esta fantasía, al estar transformado era él quien llevaba el control, se podría decir que había mandado a Beomgyu a dormir.

Mientras tanto, el alfa tomó absolutamente el control, se desnudó y rápidamente cambió, un imponente lobo totalmente blanco, sus ojos totalmente rojos. Contó mentalmente diez minutos enteros y salió corriendo, olfateó el aire y supo inmediatamente en donde estaba escondido el rizado, sin embargo, su cachorro quería jugar y él lo complacería en todo, así que comenzó a buscar en lugares lejanos, escuchó pequeños bufidos divertidos y decidió que era suficiente, se metió entre los arbustos y comenzó a correr rodeando el lugar, llego justo a donde estaba su pequeño y se colocó en posición, listo para atacar.

Beomgyu realmente se estaba burlando del alfa, lo perdió de vista un momento, y comenzó a alzarse un poco para localizarlo, comenzaba a asustarse y pensó en salir de su escondite, sin embargo, sintió como alguien se le aventaba a la espalda, mordiendo juguetonamente su cuello, iba a morderlo de vuelta, pero se quedó quieto cuando el alfa lo baño con su olor, embriagándolo con él.

"Te atrapé, cachorro" se burló el alfa.

"Hiciste trampa" refunfuñó el Omega.

"Nada de eso omega, quiero mi recompensa" gruñó.

"Primero atrápame" gruñó juguetonamente y salió corriendo.

El alfa salió corriendo detrás de él, dándole a su pequeñín un poco de ventaja, lo correteó alrededor de los árboles, entre los matorrales, su omega era bastante veloz y se logró escabullir con mucha facilidad, metiéndose en lugares pequeños para que así el alfa no pudiera seguirlo y tuviera que dar la vuelta, finalmente lo atrapó a un lado del pequeño lago.

"Te tengo" el alfa dio una lamida sobre el hocico del omega.

"¿Y qué esperas para tomar lo que es tuyo, alfa?", lo provocó.

El alfa lo tomó del cuello, levantándolo y llevándolo justo a la orilla del lago, colocándolo de tal manera que con un solo movimiento su omega podría caerse ahí.

"Serás un buen cachorrito y no te moverás"

El Omega aulló con desespero y recibió una mordida en su pata.

"Palabras cariño, no somos nada sin ellas"

"Está bien, alfa" se dejó sumiso, levantando su cola, enseñándole al alfa lo lubricado que estaba para él.

El alfa lamió todo a su paso, quitando todo rastro de aquel brillante y delicioso líquido, comenzó a penetrarlo con su lengua, disfrutando de aquellos pequeños quejidos que salían del hocico de su omega.

El Omega se mantuvo lo más quieto posible, se recostó sobre sus patas delanteras, disfrutando de la atención que le daba su alfa, rogando internamente por más.

"Déjate de juegos, alfa, te necesito"

"¿Qué necesitas, omega?"

"A ti, a ti, enterrado profundamente en mí" ronroneó.

El alfa dio un último lengüetazo y gustoso recibió la corrida anal que tuvo su omega, tragando todo lo que pudo. Enseguida se montó en él, penetrándolo de una sola estocada, sabía que a su omega le gustaba rudo y que estaba lo suficiente mojado, así que comenzó a moverse de una manera rápida y bestial, el pelaje de sus patas quedó impregnado con el lubricante del omega, pero eso no importaba, lo único verdaderamente importante es que ambos lo estaban disfrutando como nunca, el alfa siguió moviéndose, mordiendo el cuello de su omega para dominarlo por completo. Finalmente, el omega se corrió por segunda vez mientras que el alfa dio un total de cinco estocadas más y finalmente su nudo se hinchó, lo enterró profundamente en su omega, cuando este soltó un pequeño aullido de dolor se apresuró a lamer su rostro y cuello para calmarlo.

Cuando el nudo bajó y salió de su pequeño, su corrida se escurrió manchando las patas de su omega, el Omega se recostó y comenzó a limpiarse, tomando con su lengua toda la corrida de su alfa que estaba combinada con su lubricante.

"¿Podemos hacer esto otra vez?" el omega ronroneó.

"Cada que tú quieras mi pastelito"

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•| My Sweetie Pie |• © Taegyu • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora