El Mismo Cielo (Yoonmin)

Suficiente, no más

Suficiente, no más

—Creo que nunca podría olvidar tu rostro, nos vimos el día de ayer, pero ahora, ¿Pretendes fingir que no me conoces?— dijo Taehyung, deteniéndose en su lugar.

Hoseok se quedó frío en su sitio cuando escuchó esta voz viniendo por su espalda. Se dio la vuelta junto a sus amigos y vio a Taehyung al otro lado, a cierta distancia, mientras hacía una sonrisa hacia él.

—Hola, de nuevo—saludó TaeHyung, al hacer contacto visual con Hoseok.

Hoseok se encontró con los ojos brillantes de Taehyung. Interna y externamente, muy invisible a la percepción de los demás, su rostro hizo una expresión alterada al ver a esta persona. Chanyeol y Zelo miraron a este chico desconocido.

—¿Quién es él? —preguntó Chanyeol, curioso, ya que era la primera vez que había visto a Taehyung en la escuela. Zelo se hizo la misma pregunta.

—Soy Taehyung—se presentó el rizado con una amable expresión, en tanto se acercaba hacía ellos. —Soy nuevo en la escuela. Mucho gusto.

Los amigos de Hoseok se quedaron sorprendidos, y con estas expresiones asintieron con la cabeza, correspondiendo el saludo.

—Te estaba buscando—le dijo Taehyung a Hoseok— ¿Podríamos hablar?

—Lo siento. No creo—negó Hoseok indudablemente, su voz sonó dura y áspera, tanto que Zelo y Chanyeol se asombraron de ello.

—Yo creo que sí—devolvió Taehyung, con increíble determinación —. No te quitaré mucho tiempo, solo quiero hablar de lo que sucedió ayer entre los dos. Ya sabes.

—No sé a qué te refieres—evadió Hoseok, queriendo terminar esa conversación.

Zelo y Chanyeol se mostraron más curiosos sobre lo que estaba pasando en ese momento.

—¿Ah, no? Tal vez debería recordártelo, ayer tu me be-haaste—dijo Taehyung sin ninguna vergüenza, pero Hoseok fue lo suficientemente rápido como para ir hacia él y callarle la boca con la mano.

—Está bien, vamos a hablar—. A Hoseok casi se le sale el corazón.

Y Zelo y Chanyeol se quedaron en shock.

¨***¨

Cuando Jimin entró a su casa, Jungkook fue detrás de él deteniéndolo.

—¡Jimin!—exclamó, poniéndose delante del castaño. —Escúchame, por favor.

—No quiero hablar contigo, JungKook. Déjalo así ¿Quieres?. Déjame en paz—soltó Jimin, con firmeza.

—Es que no puedo dejarlo así sabiendo que aún sigues enojado conmigo—insistió el otro.

—Enojado por culpa de quién ¿De quién crees que es la culpa? Dime, JungKook —acusó Jimin.

—Sí, lo admito, es mi culpa, pero incluso cuando supiste que me pelee con Zico, no te habías enojado tanto como lo hiciste con el asunto de ese tipo que se sienta a tu lado.

—Es que no lo comprendes, estoy enojado contigo porque ya es suficiente, JungKook, ya es suficiente de que estés actuando de forma impulsiva. Desde que llegaste no has hecho otra cosa más que pelearte con todo el mundo. —Jimin no comprendía lo que pasaba con JungKook. —No sé lo que te pasa, sabes que no me gusta la violencia en lo absoluto. ¿Pelearte con Zico? ¿En qué estabas pensando?

—Yo no quería parecer un miserable, solo el hecho de imaginar que alguien te haya hecho daño ¿Cómo podría quedarme con los brazos cruzados? Porque sí, Jimin, sé lo que Zico te hizo.