El Mismo Cielo (Yoonmin)

¿Estamos a mano?

¿Estamos a mano?

Taehyung y Jungkook no se habían movido de la mesa por mucho tiempo. La habitación se había quedado en silencio, solo podía escucharse el sonido del ventilador y el canto de las cigarras afuera. Al notar la expresión decaída de Taehyung, a Jungkook solo se le ocurrió una cosa:

—¿Quieres jugar videojuegos?

Taehyung levantó la mirada, sus ojos se encontraron con los ojos de Jungkook. De pronto, la idea no le pareció tan mala, porque ciertamente solo quería despejar su mente en ese momento. Se acomodaron en el sofá y encendieron la pantalla que yacía en la pequeña sala de JungKook.

El tiempo pasó sin que se dieran cuenta, riendose y quejándose, cuando sus juegos salían increibles o no salían como esperaban. La tensión de antes se disipó gradualmente, reemplazada por una sensación aún más ligera, como si fueran amigos de siempre.

—¡Sí, gané, ¿lo viste? ¡Y decías que no podría! —gritó Taehyung, extasiado, levantando las manos en señal de victoria.

Jungkook resopló frustrado. —Tuviste suerte.

—¿Y es normal tener suerte tres veces seguidas? —resopló Taehyung—. Vamos, acepta que soy mejor que tú.

Jungkook suspiró y esbozó una sonrisa. —Bien, acepto que eres mejor que yo, pero solo por hoy porque no es mi mejor momento—dijo, viendo cómo Taehyung parecía finalmente feliz—. Qué bueno que te gustó—lo decía sinceramente, sin embargo su rostro cambió de repente—. A Jimin no le gustan los videojuegos —comentó, algo melancólico, recordando—. Aun así jugaba conmigo, aunque no era muy bueno. Algunas veces fingía que perdía y él ganaba, solo para que sonriera y se alegrara—terminó con una sonrisa fundida en una triste sensación.

Taehyung puso una mano reconfortante sobre el hombro de Jungkook. —Deberías hablar con él seriamente.

Jungkook negó con la cabeza. —No, tienes razón. Ayer hice muchas cosas estúpidas, incluso creo que imperdonables. Jimin jamás volverá a escucharme.

—¿A qué te refieres con cosas imperdonables? —preguntó Taehyung, con preocupación, con un ligero presentimiento no muy bueno —¿Qué pasó con Jimin?

Jungkook suspiró profundamente antes de responderle con sinceridad, con la cabeza baja. —Le confesé que me gustaba. Intenté besarlo, pero él me empujó. Me dijo que le gustaba Suga, y... eso me enfureció.

Taehyung lo miró, su expresión cambió radicalmente a una más dura. —¿Qué hiciste que?

—No pude evitar golpear la pared como un loco —agrego Jungkook con arrepentimiento—. Y al final deje que se fuera.

La habitación quedó en silencio.

Taehyung se quedó observándolo, asimilando la historia que acababa de escuchar. Justo cuando iba a decir algo, su celular sonó, rompiendo el silencio. Contestó la llamada con cierta duda.

—¿Hola?

—Taehyung, hola, soy Baekhyun —dijo la voz del otro lado de la línea.

Taehyung se quedó sorprendido, guardando silencio por un momento mientras intentaba procesar la inesperada llamada. —Baekhyun, hola. Dime.

—Yo... quería disculparme contigo por lo de anoche. Probablemente fue incómodo para ti. —Hubo un silencio tenso.

—No te preocupes. ¿Todo está bien con Chanyeol? —preguntó Taehyung finalmente, tratando de sonar tranquilo.

—Sí —respondió Baekhyun con un suspiro de alivio audible—. Le debo mucho a Hoseok, si no fuera por él, Chanyeol nunca me hubiera escuchado, ya sabes, sobre ese beso que sucedió por accidente y...eh nunca tuvo importancia realmente.