Conversación amena

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Conversación amena

Jimin despojó la tensión de su cuerpo liberando el asfixiante aire que cargaba sobre sus pulmones. Se inclinó y se mojó el rostro refrescándose con el agua. Se sentía muy afligido. Definitivamente él no estaba hecho para encajar con las personas. Ni siquiera podía decir una palabra coherente para poder integrarse en la reunión de ahora.

Tristemente él no era como Hoseok, una persona sociable que fácilmente lograba entrar en confianza con los demás. Hoseok era un chico amable e increíble. Y él lo admitía, lo admiraba, como también no podía evitar sentir un poco de envidia por ese don suyo.

En innumerables ocasiones había imaginado encontrar amigos además de JungKook, ese momento finalmente estaba sucediendo gracias a Hoseok, sin él eso jamás se hubiera hecho realidad. Sin embargo, seguía sintiéndose decepcionado de sí mismo por no ser un chico tan interesante como el azabache. ¿Debería renunciar a todo e irse de aquel lugar?

Cuando volvió a su mesa, Jimin levantó la mirada y sus ojos no pudieron ubicar a Hoseok por ningún lado, el pelinegro era la única persona que estaba ahí.

—¿Dónde...dónde está Hoseok? —preguntó Jimin, queriendo saber a dónde es que se había ido el azabache. Suga se detuvo para mirarlo fijamente. Contestó:

—Se fue.

—¿Qué?—Por un corto tiempo Jimin se había quedado estático sobre su sitio procesando la información. ¿Hoseok se había ido?

—...¿Por qué?

—Dijo que tenía prisa—contestó Suga. Luego preguntó al castaño al ver que no se movía: —¿Te quedaras ahí parado?

Jimin rápidamente volvió a sentarse en su asiento después de reaccionar. Cuando sus ojos se cruzaron con los de Suga no supo qué decir o a donde mirar. Si antes se sintió inseguro para hablar con Suga, ahora se sentía perdido.

—Dejó esa nota—aviso Suga, sobresaltando al castaño.

Sobre la mesa había un capuchino, con demasiada crema encima y un papel a su lado. Jimin tomó y abrió sutilmente aquella pequeña nota. Decía: ¡Suerte, suerte, suerte!

Jimin se quedó plantado con los ojos fijos en la hoja. ¿Suerte? ¿Suerte? ¡¿Suerte?!

—¿Sucede algo?

—No, nada —se apresuró a responder Jimin, guardando la nota en su bolsillo, absteniéndose a descargar su gran impulso de llamar a Hoseok y quejarse con él "¡¿Cómo había podido abandonarlo?!"

Después de este desafortunado suceso para Jimin, él y Suga se absorbieron en un absoluto silencio. Solo se oía el parloteo de los demás clientes, la música suave y el ruido absorbido de afuera. Jimin se preguntó "¿Qué debería hacer ahora?

No tenía ni idea de cómo iniciar una conversación con el pelinegro, cómo podría acertar en un tema de su interés cuando este parecía una persona imposible de leer, interpretar aquello era incluso más difícil que cualquier ejercicio de matemáticas. Jimin se hizo pequeño abrazando su capuchino en sus manos.

—¿JungKook es tu amigo?—mencionó Suga de repente. Jimin dio un pequeño brinco sobre su sitio.

—¿Ah? —preguntó Jimin desprevenido, tropezando con sus propios labios.—¿Jung...Kook?

—Mhn, él dijo que era tu amigo—murmuró Suga.

Jimin recordó cuando Hoseok había mencionado a JungKook anteriormente. Pero no entendía cuál era el verdadero interés de mencionarlo.—Si, somos amigos.

El Mismo Cielo (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora