El Mismo Cielo (Yoonmin)

Un día juntos

Un día juntos

—...Hyu...

Solo escuchaba una voz murmurando sobre su oreja, una voz suave con un toque de dulzura.

—...Desp...

No entendía.

—...Hyung...

¿Quién era?

—¡¡Hyung, despierta!!

Debido al fuerte grito en sus oídos, Suga finalmente abrió los ojos a duras penas, divisando de pronto el rostro sonrojado de Jimin por el calor de mañana encima de él. Por un momento se quedó aturdido mirando aquella brillante mirada, pero sus ojos poco a poco se fueron cerrando.

—¡Hyung, no te duermas!—exclamó Jimin.

—No, es temprano. —Se quejó Suga , frunciendo toda la cara. Se cubrió con las sábanas.

—Ya es tarde. Vamos, despierta —exclamó Jimin otra vez, destapándolo de golpe.

—No quiero, un rato más —respondió Suga, girándose para volver a taparse.

—No seas flojo. Vamos, ¡hagamos algo divertido! —Jimin seguía insistiendo, con tanto entusiasmo—. El día está hermoso, podemos salir a dar un paseo, tal vez al parque, comer unos helados, ¿y si vamos de compras? Hyung, no tienes nada en la heladera, podremos ir al super, a comprar algunas cosas y tal vez...

Suga suspiró profundamente. Su mente aún estaba nublada por el sueño. Se incorporó bruscamente, se lanzó sobre Jimin y le tapó los labios con la mano. Le hizo una seña con el dedo en los labios para que guardara silencio.

—Cinco minutos, solo cinco minutos ¿sí? en silencio...—rogó, con los ojos entrecerrados y la voz somnolienta.

Jimin asintió con los labios sellados. Mientras Suga se desplomaba sobre su pecho y cerraba los ojos, Jimin sonrió ampliamente y rodeó sus brazos alrededor de él, apretándolo con fuerza, como a un peluche grande y esponjoso, aunque esté cuerpo se sentía aún mejor, cálido y suave. Suga, sintiendo el reconfortante calor de Jimin, se dejó abrazarse sin resistencia. Jimin soltó un suave beso en su cabellera y susurró con una radiante sonrisa plantada en sus labios:

—Dormilón.

***

Taehyung abrió los ojos con un ligero dolor de cabeza. Se había quedado dormido sobre un sofá. Se incorporó lentamente, frotándose la cara para disipar su somnolencia. Cuando se dio cuenta, la luz de la mañana le golpeó los ojos con fuerza, obligándolo a entrecerrarlos.

—¿Te sientes bien?

Escuchó una voz hablar desde el otro lado de la habitación. Taehyung enfocó bien la vista y logró ver a Jungkook sentado a cierta distancia, en una pequeña mesa junto a la ventana. Jungkook tenía una taza de café en la mano y lo miró con preocupación.

—¿Quieres un poco de agua? —le ofreció.

Taehyung se detuvo por un momento, mirándolo fijamente. Entonces recordó que estaba en la casa de Jungkook, ya que ayer no se atrevió a entrar a la casa de Jimin. Luego, se puso de pie, cogió su chaqueta y sin decir una palabra, decidió irse de aquel lugar. Sin embargo, de repente, detuvo sus acciones, como si lo estuviera pensando mejor. Se giró, caminó hacia Jungkook y se sentó en la pequeña mesa frente a él.

Jungkook le sirvió un vaso de agua y lo colocó frente a él. Taehyung tomó el vaso y se lo bebió, mientras ambos permanecían en silencio.

—Yo...—empezó diciendo Jungkook. Se cortó un breve momento, cómo si realmente estuviera apenado al continuar —recuerdo todo lo que pasó anoche.