ᴍɪɴ's sᴇᴄʀᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs ]

☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ɴɪɴᴇ ☜

— Mgh~

JiMin buscó sujetarse del cajón sin puerta que estaba en la pared, un poco al lado de su cabeza. Botó incluso algunas de las cosas que estaban ahí, pero la verdad es que eso no le importó, solo necesitaba sujetarse, pegarse bien a la pared porque YoonGi no estaba siendo precisamente suave o delicado a la hora de hundirse en él hasta chocar la pelvis contra su trasero y generar así ruidos muy obscenos.

— YoonGi...

Las luces jamás fueron encendidas, por lo que el pasillo estaba en completa oscuridad, a excepción de los rayos de luz lunar que se veían de lejos por el camino hacia el balcón. Podían distinguir sus sombras, pero no podían ver sus gestos o muecas, eso lo hacía más caliente todavía.

Parece que YoonGi amaba su flexibilidad, porque tenía una de sus gordas piernas sobre el hombro, ya que de esa manera podía entrar y deslizarse con más facilidad, también porque era morboso y sucio. Él tenía que sujetarse bien por ello mismo, tratar de que la otra pierna no llegara a flaquear para no resbalar o caer, aunque lo dudaba con eso de que YoonGi lo tenía fuertemente sujetado de la cintura, presionando los dedos contra su piel hasta crear marcas, seguramente.

— Gatito, gatito, no-no vayas tan rápido.

Había estado sensible por la falta de sexo que tuvo, así que ahora cualquier cosa podría hacerlo correr de inmediato, entre ellas el que YoonGi se moviera tan rápido y se lo jodiera tan fuerte. Le costaba un poco establecer una respiración sincronizada, se atoraba en diversas ocasiones con el aire que buscaba coger.

— YoonGi~

Un poco abrupto se sujetó del cajón abierto en cuanto todas las diversas arremetidas fueron a parar a un solo punto, que era esa zona dulce y sensible. Su próstata fue saboteada sin aviso, comenzó entonces a ver las estrellas, incluso las mismas constelaciones y el que YoonGi fuera tan rápido solo le daba ese toque de que llegaría con todo, quedar sin nada.

— JiMin-Ah, me encantas.

La voz del mayor se dejó escuchar dos veces más ronca, le erizó la piel por completo, no ayudó a que dejara de gritar entre gemidos porque YoonGi lo hacía tan bien. Ese chico lo sujetó del cuello, no buscó ejercer presión para no lastimarlo, pero sí pudo sentir un poco de fuerza.

— YoonGi~

Tal vez ya era hora de cambiar de posición, de empezar una vez más. El mayor detuvo entonces todo movimiento, entre jadeos le bajó la pierna y lo abrazó de la cintura en vista de que era obvio que iba a terminar flaqueando. A pesar de que ambos estaban sin aliento, llegaron a unir sus labios porque anhelaban besarse como si el mundo dependiera de ello.

Él enroscó una de sus piernas a la cintura de YoonGi, lo abrazó seguro por los hombros mientras hacían que el beso subiera de nivel, que llegara a un tono en donde la brusquedad y posesión se hicieron presente, en donde los fuertes mordiscos comenzaron a ser vistos, los chupetes dieron inicio y un juego de lenguas que solo generó chasquidos fuertes.

Toques por todos lados, dados y recibidos. Los besos entonces cambiaron de zona, se dirigían a cuellos, buscando dejar incontables marcas para todo aquel que quisiera acercarse al otro. Gemidos roncos y agudos, jadeos en compás y miles de susurros de deseos, de amor, esas palabras que más tarde no recordarían.

— Date la vuelta, JiMin-Ah.

YoonGi esnifó, un poco carente de paciencia le dio la vuelta a JiMin para que quedara contra la pared, éste se mostró coqueto y resaltó su trasero para que hiciera todo lo que deseaba, dándole así el permiso de todo. Él sonrió lascivo, se lamió el labio antes de dejar caer la mano sobre ellos.