☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛᴡᴇɴᴛʏ sᴇᴠᴇɴ ☜

145 18 6
                                    

— ¡No me toques, no me toques!

— Pero... ¡JiMin-Ah!

A pesar de que, lo único sensible y delicado que JiMin tenía era su cabello, se lo jaló como con odio de los puros celos que estaban invadiendo su enano e incomprendido ser, porque no podía borrarse de la mente cómo ese atrevido chico había tenía la osadía de abrazar a YoonGi, a su novio, a su chico, con la maldita excusa de que llevaban tiempo de no verse y le sorprendió lo mucho que YoonGi había cambiado.

Él no se mamaba el dedo y sabía muy bien que ese chico estaba que moría por su novio, que ese abrazo solo fue excusa para estar bien cerca y quedarse con su aroma, pero lo que más lo tenía así de celoso e histérico era que YoonGi se puso a defenderlo cuando lo quiso mandar al séptimo círculo del infierno para hacerlo su esclavo por la eternidad. YoonGi lo había defendido con uñas y dientes, alegando que se conocían desde niños y que siempre habían sido buenos amigos, por eso no tenía el derecho de tocarlo. Fue justo eso lo que lo enfureció más y por eso no quería que ese traidor lo tocara o tan siquiera lo mirara.

— ¡¿Por qué no mejor me dices que lo amas y ya?! ¡¿Es que te gusta?!

— Pero...

— ¡¿Por qué lo defendiste tanto?! ¡¿A caso quieres que te golpee?!

Furioso y cegado por los celos agarró a YoonGi de la camisa en busca de una respuesta, porque estaba dispuesto a quemar el mundo si ese estúpido le decía que sentía algo por ese imbécil chico y el que se quedara callado ya le estaba dando ideas de que así era, de que en algún momento pudo haber sentido algo por ese niñato que no le llegaba, ni le llegaría a los talones jamás en su maldita y mediocre vida.

— JiMin-Ah, bebito, cálmate...

— ¡No me voy a calmar hasta que me respondas! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Ese chico te gusta?! ¡Respóndeme! — Espetó — ¡Tú me dices que ese chico te gusta y te juro que te hago pólvora! ¡Te lo juro, YoonGi! ¡Responde!

El mayor le negó con algo de miedo, porque es que se veía tan enojado y celoso que si decía algo fuera de lo normal, era capaz de cumplir su amenaza y mandarlo al infierno, cosa que no quería porque él tenía toda una vida por delante y tenía muchas cosas para cumplir antes de morir, así que debía hablarle suave y detallado para evitar su muerte.

— Pero, angelito de cabello lacio, yo solo te amo a ti. ¿No te das cuenta de que tú eres mi príncipe de manitas tiernas? — Murmuró — Yo no amo a nadie más que no seas tú, mi precioso Adonis. Te amo mucho, bebito. No me grites, ¿sí?

— ¿Y por qué lo defendiste, entonces? ¡¿Es que lo amas, pendejo de mierda?!

— Yo solo te amo a ti, amorcito.

— ¡¿Y entonces?!

— Él es un amigo y...

— ¡Es que tú no tienes derecho a tener amigos y mucho menos a hablar con alguien que no sea yo! ¡Solo puedes hablarme a mí, solo puedes mirarme a mí, solo puedes sonreírme a mí! — Masculló JiMin — ¡Y si quieres un amigo, yo tengo como cien personalidades! ¡Dime con quién deseas hablar y lo tendrás, maldito gatito de mierda! ¡¿No entiendes que eres solo mío, ah?!

Sintiéndose quemar por la ira, agarró a YoonGi como trapo viejo para hacerlo hablar y responder todo lo que le estaba diciendo. Se sentía tan enojado que de seguir así, iba a derretir toda esa nieve con el fuego del infierno, en el cual YoonGi se iba a quemar si no respondía de una maldita vez antes de que su paciencia se acabara.

— JiMin-Ah...

— ¡¿Qué?! ¡¿Qué putas quieres?!

YoonGi se rascó la cabeza cuando, al bajar la mirada, notó que se había abierto una grieta debajo de la nieve y que de esa grieta estaba saliendo como lava, eso estaba derritiendo toda la nieve alrededor de ellos. Tal cosa le dijo que él estaba enojándose más de la cuenta y que si seguía de esa manera, iba a derretir la nieve de toda la ciudad en general.

ᴍɪɴ's sᴇᴄʀᴇᴄᴛ  ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora