☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛᴇɴ ☜

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— ¿Y los sabes hacer bien?

— La verdad es que no soy un experto como tu papá, pero estoy haciendo mi esfuerzo para que te guste.

Las mejillas blanquitas de YoonGi empezaron a tornarse rojizas de la timidez que sintió por su respuesta. Era muy bueno en la cocina, pero la repostería no se le daba tan bien, al menos no como a YajaTzael, pero JiMin había despertado con antojo de comer cosas dulces que se atrevió a preparar algún postre.

Había visto lo experto que era YajaTzael para la repostería y de verdad que quedó encantado de la forma tan increíble que tenía para dejar todo tan delicioso sin siquiera ir probando en el proceso, sabía las medidas de azucares que debía echar sin probarlos y eso era algo que admiraba. También admiraba cómo todo lo hacía tan rápido y tan bien, hasta en su punto sentía envidia porque él no era tan bueno.

En ese momento se había puesto a preparar unas galletas con relleno de frutas, se veían lindas, pero no sabía si a JiMin podrían gustarle. Quería mostrarse perfecto ante los ojos de ese chico para que viera que era el candidato perfecto, aunque a veces intentar siempre ser perfecto era un poco agotador.

— Huele delicioso.

JiMin lo abrazó por la espalda y debido a que eran de la misma estatura, pudo enterrar la nariz en su cuello y aspirar su aroma tan natural. Quedó abrazado a él mientras lo veía esparcir azúcar en polvo sobre las galletitas para darles más sabor y una bonita decoración, así como lo había aprendido de YajaTzael.

— Huele a mucho chocolate, ¿verdad?

— Me refería a tu perfume. Tú hueles delicioso, gatito.

Él soltó una risita un poco muy nerviosa, no tanto por las palabras de JiMin, sino más bien porque las galletas ya estaban listas para ser probadas. Se veían bien, pero no sabía si sabían bien y la verdad es que no quería que JiMin se enfermera o algo porque tal vez fue mucho chocolate o mucha azúcar.

Entendía que estaba siendo muy paranoico y pesimista, pero estaba cocinando para el amor de su vida, para la persona que amaba, para su amor platónico. Era obvio que se sentiría nervioso de hacer las cosas mal cuando estaba frente al chico a quien debía impresionar.

— Déjame probar una.

— No, espera. Yo debo probarlas primero para descartar algún efecto secundario y...

Carajo.

JiMin hizo completo oído sordo a sus palabras, pues solamente había agarrado una galletita y feliz se la metió a la boca de una. Él entonces esperó ver alguna reacción de desagrado o algo por lo general, mas lo único que notó en el rostro de JiMin fue un placer que gritaba en sus facciones lo buena que estaba la galleta.

— ¿Te gustó...? ¿Está buena?

— Me encanta. Quítate.

Ese chico lo empujó para agarrar la bandeja completa e irse a sentar a la mesa para degustar tranquilo y cómodo las galletas mientras se servía leche en un vaso. Él entonces sonrió en grande, mostró sus bonitos dientes al saber que, evidentemente, le habían gustado las galletas.

— ¿Qué tienes en esas manos que todo lo que haces lo haces bien?

— No sé...

— Eres encantandor, gatito. Ven aquí.

Sonriendo se sentó al lado de JiMin tras la invitación que recibió. JiMin entonces le tendió una galletita con una pequeña sonrisa para que comieran juntos, él la aceptó porque era de frutas y el chocolate casi no se sentía, también porque sabía que ese chico odiaba compartir y que estaba haciendo una excepción con él.

ᴍɪɴ's sᴇᴄʀᴇᴄᴛ  ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora