☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛʜɪʀᴛʏ sɪx ☜

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Por todos los ángeles del cielo.

— ¿Recuerdan lo que deben decir?

— ¡Feliz cumpleaños al gatito más bonito de todos!

— ¡Feliz cumpleaños al gatito más tierno de todos!

— ¡Feliz cumpleaños al gatito más chiquito de todos!

GiYoon no lamentaba una verga y no lamentó tampoco que, por la emoción tan grande que invadía cada rincón de su cuerpo, haya empujado a Jaeh de las escaleras cuando ese hombre había estado terminando de poner las últimas decoraciones para la fiesta sorpresa que le habían preparado al menor de los cuatro, un hermoso hombre con carita de gatito y estómago de barril sin fondo. Evidentemente, Jaeh acabó quejándose en el piso por el tremendo vergazo que se metió tras caer de las pequeñas escaleras y por su culpa.

— El tiempo pasa tan rápido. Ayer tenía treinta y un añitos, hoy está cumpliendo treinta y dos... ¿mañana treinta y tres?

— Jorge-Hyung, escucha las cagadas que está diciendo este pendejo de mierda.

El mayor de todos los hermanos, Jorge, negó con una sonrisa suave por las quejas de GiYoon hacia el comentario tonto dicho por Jaeh y, aunque quería darle un regaño leve a GiYoon por hablarle así a uno de sus mayores, sabía que eso sería tan solo un desgaste de saliva, pues ese hombre no respetaba ni a su propio padre. El punto es que prefirió ver a su hija menor, la chica de catorce añitos que estaba bien concentrada en terminar la carta que le quería dar como regalo a su tío Zael.

— Yoonie me acaba de avisar que ya está trayendo a nuestro Zaelly.

La matriarca de la familia, GiSol, entró a la sala con una gran sonrisa que gritaba la emoción que tenía y con un gran pastel de cinco pisos para el hombre que nunca tenía llenadera. Su esposo, HySeok, también entró con algunas cosas que faltaban ahora que su hijo menor estaba en camino junto a su nieto mayor e incluso cuando se veía muy feliz, por dentro tenía cierta nostalgia por el hecho de que ya sus cuatro hijos eran unos hombres hechos y derechos, al igual que su nieto mayor.

— ¿Y esa montaña de regalos?

— Los trabajadores no quisieron esperar para la fiesta de esta noche, entonces los enviaron para el jefe más dulce de todos, o sea Zaelly — Jorge informó — Por cierto, estuve revisando algunas cartas que habían, y Zaelly tiene muchos pretendientes, ¿eh? Mal ahí.

— Es muy normal que tenga muchos pretendientes cuando Zaelly es un hombre muy guapo — Sonrió GiSol — Y es tierno, amable, dulce y encantador. Como todos mis hijos, claramente.

— Mira qué irónico y a mí me cortaron por no ser tierno, amable, dulce y encantador.

GiYoon negó como con indignación, porque estaba acordándose de la pendejada que su ex novio le dijo antes de romper la relación, con la patética excusa de que era muy simple, muy reacio, frío y arisco. Y tal vez era verdad, pero no era nada que lo haya hecho sentir mal cuando más bien celebró su soltería con un buen trío, ya que su pensamiento siempre ha sido que; el único sufrimiento que debe sentir el ser humano, debe ser el físico.

— ¡Ahí viene!

— ¿Quién?

— ¡Zael, estúpido!

Luego de darle tremendo golpe en la cabeza al estúpido de Jaeh, lo jaló hacia detrás del sofá y se escondieron entonces ahí mientras todas las luces de la sala se apagaban mientras el resto se escondía al igual que ellos, pues el cumpleañero estaba a nada de entrar sin saber acerca de esa pequeña fiesta sorpresa que le habían querido hacer antes de que llegara la noche, en donde habría una mucho más grande, pero con muchos invitados debido a que Zael era una persona tan dulce que conseguía amigos cada vez que salía y los trabajadores de la fábrica estaban felices por verlo esa noche.

ᴍɪɴ's sᴇᴄʀᴇᴄᴛ  ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora