ᴍɪɴ's sᴇᴄʀᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs ]

☞ ᴇᴘɪʟᴏɢᴜᴇ ☜

— ¡Salud!

La familia Min y Park chocó copas entre sí como cierre de la tregua a la que habían llegado con ascendencia permanente, porque de ahora en adelante dejaban de ser dos familias para convertirse en una ahora que sus integrantes estaban comprometidos para hacer su propia familia; como lo eran YajaTzael y Zael o JimDae y GiYoon. De su parte, YoonGi recién se había casado con JiMin y ahora estaban en la fiesta mientras TaeHyung y JungKook estaban planeando también una, pero no por ahora debido a que querían tomarse un tiempo más antes de tener una vida diferente y con más responsabilidades, pero sí para muy pronto o al menos esos eran los planes de los dos.

— Les pido de corazón que cuiden a mis personas favoritas y que les den la felicidad que ellos merecen — HySeok sonrió — Gracias por ser el motivo de sus sonrisas y ámenlos por el resto de la eternidad y para la eternidad.

— Confío en que ellos están con la persona indicada, así que espero que el sentimiento sea mutuo — Sinceró GiSol — Ahora hay que brindar por la vida que todos tendrán de ahora en adelante. Salud, salud.

Por segunda vez consecutiva, todos alzaron sus copas e hicieron un brindis más para celebrar el hecho de que por fin todos estaban teniendo el final que tanto se habían merecido y YajaTzael solo tuvo que ver cómo Zael se atragantaba con los bocadillos para saber que todo lo que hizo valió la jodida pena, incluso si hubo dolor y corazones rotos de por medio. Porque es que si alguien le preguntaba si se arrepentía de haberse doblegado ante su enemigo más grande, con toda la seguridad él respondería que nunca se iba a arrepentir de pedirle perdón a Dios de rodillas para que su familia fuera recompenzada por sus propios errores y acciones que lastimaron tanto al resto. Solamente no se arrepentía de absolutamente de nada y ni siquiera sabía cómo hacerlo si escuchar la felicidad de los suyos era la recompensa más grande para él.

— Pasemos adentro. Hay que comer.

— ¡¿Escuchaste, YajaTzaelly?! ¡Es hora de comer!

— Pero la comida es para todos, gatito.

— La comida es de quien la necesita y más vale perder a un amigo que a una tripa.

— Pero... ¡Agarren a ese gatito!

Él no pudo evitar esa sonrisa que apareció en su rostro cuando se fijó que toda la familia Min iba detrás de Zael con fin de detenerlo para que no se terminara comiendo todo el banquete de la fiesta solamente porque era un barril sin fondo que jamás en la vida iba a poder llenarse. Y mientras JiMin lo tomaba se la mano para que se fueran junto con JimDae, él sintió que a la lejanía alguien lo estaba esperando y quisiera o no, debía ir a agradecerle por todo lo que había hecho por él. Porque muy maldito podía ser, pero sabía dar las gracias cuando era necesario y se sabía.

— Me alegra que estés siendo feliz, Luzbel... en el mundo que tanto despreciaste.

Los tres entonces se dieron la vuelta para ver al creador del universo mientras el panorama cambiaba de un fiestero a uno en medio de nubes blancas cual nieve, en donde había tanta paz que alguien podría quedarse fácilmente dormido ahí, pero como el que pudo haber hecho eso era quien no estaba ahí debido a que había dejado de ser ese arcángel para convertirse en un simple mortal, entonces las nubes suaves estaban siendo ignoradas tanto por JiMin como por YajaTzael. Éste, por cierto, le hizo una reverencia de agradecimiento a Dael sin decir una sola palabra.

— Gracias por la oportunidad.

— Sabía que algún día dejarías de ser ese ángel soberbio y cerrado, ¿sabes? En ese momento no pude perdonarte porque jamás te sentiste arrepentido de tu traición — Dael comentó — Pero ahora tengo la certeza de que has cambiado tu mentalidad y que, aunque no lo aceptes, tu perdón fue sincero. Me alegra eso.

— ¿Por qué tienes ojos de colores?

— Porque hasta Dios necesita su complemento.

Esa respuesta fue algo que JiMin no entendió para nada, a diferencia de YajaTzael que sí logró descifrar el mensaje oculto y saber entonces por qué el Todopoderoso siempre tuvo dos colores diferente en los ojos. Cuando estaba en el cielo siendo ese ángel precioso, siempre estuvo en el lado izquierdo del trono celestial y da la casualidad que el izquierdo era el púrpura y el derecho el rosa. Entonces había una teoría no confirmada que el suplente del blanco y negro era el rosa y el púrpura, que el rosa era el blanco y que el púrpura era el negro. Por ende, se sabía que el bien era representado por el blanco y que el mal era representado por el negro.

¿Dios siempre amó a Lucifer aun sabiendo que sería el mal o Lucifer ya tenía su destino escrito para ser el mal que complementara al bien?

Decían que sin mal no habría bien y que sin bien no habría mal, entonces eso significaba que tal vez desde la existencia Dios supo que ese ángel sería el mal y que por ello fue su preferido entre todos, el más bello y el único que estuvo a su lado. Tal vez por eso fue solamente desterrado sin haber sido esfumado del universo y tal vez por eso Dios le dio su propio lugar que pudiera habitar, porque tal vez el mal no puede desaparecer del universo y dejar solo al bien. De ser así, muchas cosas tendrían sentido.

— Por cierto, quiero presentarles a alguien.

Dael le sonrió tanto a un gruñón JiMin como a un pensativo YajaTzael de una forma bastante tierna y dulce, eso fue antes de bajar la vista hacia uno de sus costados en donde, sin ellos saber cómo, unas manitas gorditas y pequeñitas salieron de su espalda para sostenerse de su abdomen. Más tarde alguien pequeñito asomó los ojos de detrás de él como con timidez y miedo, mostrando sus bonitos ojos saltones y brillosos de la pura vergüenza que sentía así fuera el responsable de que ese mundo todavía existiera. Y gracias a su claro miedo de salir, él lo alentó con una sonrisa para que tuviera confianza de ponerse frente a quien una vez quiso tentarlo para tenerlo de su lado.

— Sé que ya conocen a mi hijo, Jesús. Humanamente, Park JimSi.

— ¿Qué es eso?

— ¿Y este mini ser?

— Wow. Me siento muy alto, me siento un poste traga aviones a la par de esta semilla con patas.

— ¡¿Ah?! ¡Papi, ¿escuchaste lo que le dijo a JimSi?! ¡Papi, dile algo!

Tampoco se podía esperar rosas en donde se sembraron nopales, así que era una perdida de tiempo pedirle al mero Lucifer y Anticristo que tuvieran compasión con el hijo de Dios que, por su forma humana, era pequeño y chillón por su descendencia de los hongos. Es que fue lo más rápido que Dael hizo y por la prisa no supo que le faltó una costilla más grande para hacer a la versión humana de su hijo unigénito, así que logró darse cuenta de ello cuando lo miró siendo un niño de quince años con una altura de un metro con cincuenta y cinco, y una voz más chillona que la del propio JiMin. Y bien pudo haberlo cambiado, pero la verdad es que le dio ternura y se encariñó muy rápido como para hacerlo un hombre de dos metros con más cara que músculos, así que así quedó el gran hijo del Dios Todopoderoso.

— Tenemos que hablar seriamente de tus diseños. Necesitas mejorar.

— ¡Papi, se está burlando de JimSi!

— Cállate o sino te siembro, semilla con patas.

— ¡Papi!

Era un cambio para todos, pero al menos habría una amistad entre el bien y el mal.