— Yoonie, bebé, gatito, uh... ¿Puedo entrar?
JiMin gruñó por la osadía que se estaba teniendo al despertarlo de su sagrado sueño. Se había quedado dormido hace apenas un par de horas, pues la sesión de sexo con YoonGi estuvo buena, pero no podía ahora disfrutar de estar cansado porque Zael estaba golpeando la puerta.
Ese maldito culo gordo.
— Gatito... ¿te moriste?
Terminó rodando los ojos por lo estúpido que era Zael, no era más pendejo porque YoonGi le quitaba el puesto de una, pero se notaba que eran familia. Nada se hurtaba, todo se heredaba y YoonGi no solo heredó las facciones de Zael, sino que también heredó su nivel indiscutible de estupidez.
Suspirando por haber perdido lo que alguna vez fue un delicioso sueño, buscó alejar el brazo que estaba alrededor de su cintura para poder salir de la cama e ir a atender a ese retrasado mental que se hacía llamar Zael, que más que persona era un animal, un gatito para ser más específicos.
Claramente, primero tuvo que ponerse la maldita ropa interior y la camisa de YoonGi, pues ella era más holgada y grande que la suya. Siempre le gustaba amanecer con camisas así, es por eso que YajaTzael debía comprar ropa cada semana, debido a un ladronzuelo que vivía en la misma casa.
— Yoonie, voy a entrar, ¿sí? Espero no encontrarte muerto, gatito.
Bostezando se dirigió hacia la puerta mientras se acomodaba el cabello. Con toda la pereza del mundo estaba moviendo los pies, como que el izquierdo le estaba pidiendo permiso al derecho y el derecho al izquierdo, así sucesivamente. No estaba acostumbrado a levantarse a las seis de la mañana, eso sí que era un pecado.
— A la cuenta de uno... dos... tres...
Enseguida abrió la puerta, de mala gana se apoyó en el marco de ella para estar cómodo y cruzarse de brazos mientras Zael retrocedía por verlo ahí, tan de mañana y con poca ropa. No quería en serio creer que pudo haber dormido ahí, pero era claro que eso fue exactamente lo que pasó, así que necesitaba una explicación para tal atrocidad.
— ¿Qué haces aquí, niño? No. ¿Qué haces en la habitación de mi sobrino y con la camisa que yo le regalé?
— ¿Tú qué crees?
JiMin le sonrió bastante lascivo, entre burlesco y maldito. Se tronó el cuello un par de veces hasta asustarlo, porque el sonido crujiente daba un poco de miedo, pero ése no era el caso, el caso era que seguía esperando una jodida explicación que pudiera aclararle el motivo por el cual ese niño estaba en la habitación de su sobrino.
— ¿Qué haces aquí?
— Nada. Solo quería pasar una noche con mi novio.
— Disculpa, ¿qué?
No quería de verdad dejarse llevar por ese niño, pero lo que le dijo lo enojó lo suficiente como para empujarlo y quitarlo del camino, así poder entrar a la habitación en busca de dirigirse a la cama. Le pareció una ofensa ver cómo YoonGi tenía la espalda toda llena de arañazos, como si una bestia hubiera abusado de él.
— ¡Min YoonGi!
Furioso despertó a su sobrino con el jalón de oreja que le dio con un poco de exceso de fuerza. YoonGi entonces se vio todo desorientado porque había tenido un rico sueño y de repente su oreja fue jalada como si quisieran arrancársela que, por cierto, era eso lo que quiso hacer.
— Tío... ¿qué ha-haces aquí?
Llegó a soltar una risita nerviosa por la presencia de Zael ahí y más cuando estaba desnudo. Se cubrió bien con las colchas mientras intentaba buscar la forma de decirle a ese gatito que el chico que se estaba carcajeando en la puerta era su amado novio, aunque ver tan serio a Zael como que no le daba valor.
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ᴍɪɴ's sᴇᴄʀᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs ]
Fanfictionsᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ ᴅᴇ ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ᴍɪɴ's. ʟᴏs ᴍɪɴ ᴛᴇɴíᴀɴ sᴇᴄʀᴇᴛᴏs ᴘᴏʀ ᴛᴏᴅᴏs ʟᴀᴅᴏs, sᴜ ғᴀᴍɪʟɪᴀ ᴅᴇᴊó ᴜɴ sɪɴғíɴ ᴅᴇ ᴅᴜᴅᴀs ǫᴜᴇ ᴇɴ sᴜ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ ᴢᴀᴇʟ ǫᴜɪsᴏ ʀᴇsᴏʟᴠᴇʀ, ᴘᴇʀᴏ ᴀʜᴏʀᴀ ᴇʀᴀ ᴅɪғíᴄɪʟ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴇʟ ᴀsᴇsɪɴᴏ ʀᴇsᴜʟᴛó sᴇʀ ǫᴜɪᴇɴ ᴍᴇɴᴏs ᴇsᴘᴇʀᴀʙᴀ. - ¡ʏᴏ ᴅɪᴊᴇ ǫᴜᴇ ᴇʟ ᴀsᴇs...