ᴍɪɴ's sᴇᴄʀᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs ]

☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛᴡᴇɴᴛʏ ᴛᴡᴏ ☜

— ¡Pelea, pelea, pelea!

— ¡Qué pelea ni qué mierda!

NamJoon se jaló el cabello como con frustración, porque es que estaba viendo cómo su mejor amigo estaba matando a golpes a su otro mejor amigo y él solo no sabía qué hacer. Ya le había pedido casi de rodillas a YoonGi por que se detuviera, ya que a ese paso podría matar a HoSeok, pero parecía estar sordo o simplemente no quería detenerse.

Le estaba cagando tener que escuchar los estúpidos gritos de todos aquellos que estaban alentando la pelea, después de todo, el que estaba en una y la iba ganando era uno de los chicos más calmados de toda la universidad. El caso es que solo estaban gritando en vez de ayudar cuando estaban viendo que la pelea se estaba saliendo de control.

— ¡JiMin!

No tuvo más opciones que acudir a JiMin, por eso fue que se dirigió lo más rápido que pudo al chico que estaba a un lado, viendo todo con una mirada y un aura tan oscura. Tuvo que pasar empujando a todos esos animales que por estar entretenidos en la pelea, estaban en medio camino los imbéciles de mierda.

— ¡JiMin! ¡JiMin, haz algo! ¡YoonGi terminará matando a HoSeok! ¡Míralo, ni siquiera se mueve! ¡Está inconsciente! — Gritó — ¡Sé que YoonGi se está dejando llevar por la furia, pero él no es así y luego se va a arrepentir si esto pasa a mayores!

JiMin lo miró por tan solo dos míseros segundos, después de ello volvió a dejar los ojos sobre Jung HoSeok. Se tenía toda la razón, el tipo ya no se movía por tanto golpe que estaba recibiendo y YoonGi estaba fuera de sí por la ira que estaba en su cuerpo, por la cual se estaba dejando llevar como cualquier pobre mortal.

— Bien. Ya es suficiente.

Una vez tomó la buena decisión de hacer algo bueno por la humanidad, cosa que ni en drogas creyó hacer, se puso la mochila de YoonGi en los hombros para tener las manos libres mientras se dirigía hacia ese chico. Tuvo que empujar a todo aquel que estuviera en su camino por la pelea, pero sin mover un solo dedo para hacerlo.

— YoonGi, detente.

Estando más cerca del panorama, HoSeok se veía mucho peor de lo que se mostraba de lejos, con la cara toda hinchada por tanto golpe, cubierta de sangre por las tantas heridas abiertas que dejarían marcas de por vida. De repente sintió un olor extraño, fuera de ese mundo, un olor que nadie en ese maldito mundo de mierda podría sentir nunca.

Era el olor de un alma fresca que estaba a punto de salir de un cuerpo.

— Mierda. YoonGi, ya basta. Ven aquí, imbécil.

HoSeok no era su amigo, tampoco le caía bien, pero incluso si un alma nunca estaba de más, ese tipo era el mejor amigo de YoonGi y sabía lo importante que era en su vida. No tenía planeado dejar que por la cólera YoonGi cometiera un error que luego se iba a recriminar toda la maldita vida, tampoco a que se manchara las manos siendo una de las pocas personas en ese mundo que de verdad daban fe a la humanidad.

Lo agarró de la camisa y de ahí lo jaló con fuerza para que se pusiera de pie de una maldita vez, fue entonces que notó las lágrimas que tenía en los ojos, porque había querido parar de golpear a HoSeok desde hace mucho, pero los sentimientos de ira no lo habían dejado. No había querido pasarse, pero minutos luego de lanzarse contra HoSeok, lamentablemente, no pudo detenerse.

— Hey. Mírame, mírame, YoonGi.

Escuchaba la voz de JiMin en la lejanía, se sentía como un astronauta perdido en el espacio. Se sentía fuera de sí, logrando ver únicamente a HoSeok tendido en el piso y más muerto que vivo, el resto de ruido solo eran parte del panorama desenfocado que estaba viviendo. Eran las consecuencias de dejarse llevar por la ira por primera vez en su vida y era algo muy peligroso.