☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛᴡᴇɴᴛʏ ᴇɪɢʜᴛ ☜

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— Por fin te vuelvo a ver.

YoonGi no evitó mostrar ni su emoción, ni su felicidad, ni mucho menos esa gran sonrisa de gomita que salieron a flote cuando, al entrar a la universidad, se encontró con SeokJin, quien se había ido un tiempo por lo que había pasado entre ellos. Había en serio pensado en que su amistad se había arruinado y que jamás volverían a hablar, pero entonces lo volvía a ver y se sentía como antes, como cuando eran mejores amigos.

Con lágrimas de felicidad abrazó al mayor, lo abrazó con todo el amor del mundo y con todo lo que lo había extrañado, porque es que lo había echado tanto de menos que en serio pensó en que jamás lo volvería a ver. Sintió por un momento que su abrazo no sería correspondido y que incluso SeokJin se alejaría de él, pero entonces fue todo muy correspondido y los dos no pudieron estar más felices por eso.

— Hyung, no sabes cuánto te extrañé. Me hiciste tanta falta y necesitaba ofrecerte tantas disculpas.

— Tú no eres el que se debe disculpar, YoonGi, en realidad soy yo el que se debe disculpar, ¿sabes? Me creé falsas ilusiones y busqué forzarte a que sintieras lo mismo — SeokJin murmuró — Lamento en serio haber arruinado nuestra amistad y lamento mucho dejarme guiar por mis sentimientos. Tú no tienes la culpa de nada aquí, porque es que no hiciste nada y lo sabes.

Él terminó suspirando con cierta nostalgia, pensando con melancolía lo tonto que fue arruinar tan bella amistad de años solo por dejarse llevar por las emociones, arruinando todo por hacerse falsas ilusiones y dañando a YoonGi en el momento en que lo forzó a que sintiera lo mismo, a que lo amara de la misma forma sabiendo que ese noble corazón ya tenía dueño, un dueño que jamás sería él.

— Me enteré de que... lograste conquistar a JiMin.

YoonGi suspiró sin soltarlo, bastante metido en sentirlo de cerca, como cuando antes lo hacía sin miedo a nada. Suspiró porque no quería lastimarlo, no quería dañarlo y hacerlo sentir mal, pero tampoco quería negar que JiMin era su novio cuando no tenía el derecho de hacer eso, porque es que le encantaba presumir que tan hermoso príncipe era su novio y su todo.

— Así es, JiMinie es mi novio. ¡¿Puedes creerlo?! Dicen que quien persevera alcanza — Sonrió — Y, ah, ahora es mi príncipe de manitas tiernas, mi Adonis, mi angelito.

SeokJin asintió sin lograr ocultar la decepción y el dolor de no haberlo podido conquistar como siempre quiso y le parecía increíble que JiMin haya podido enamorarlo sin hacer absolutamente nada, sin hacer nada más que rechazarlo mil veces, herirlo y dañarlo. Decían que el amor era el ejercicio matemático más difícil de resolver y ahora lo estaba creyendo.

— Entonces no me queda nada más que desearte bue...

— ¿Qué haces cerca de mi novio, tú, hijo de puta? Tu quieres que yo te golpee por acercarte a mi chico, ¿cierto?

JiMin hizo una mágica aparición cual conejo en sombrero y se mostró tan enojado con esos gruñidos que sabiendo lo que pasaría es que YoonGi lo sujetó de la cintura e impidió que se acercara a SeokJin, porque ya lo conocía y sabía que no le costaría nada mandarlo al séptimo círculo del infierno, como siempre había querido hacer. Evidentemente, YoonGi también tuvo que alejarse de su amigo en busca de que nadie saliera muerto de ahí.

— YoonGi es mi novio, ¿bien? Es mío, yo soy su dueño, amo y señor. Tú no puedes acercarte a él y mucho menos tocarlo, porque es que si lo vuelves a hacer, yo prometo mostrarte el inframundo — JiMin gruñó — No te acerques a mi novio y mira que te lo estoy pidiendo de buena forma, pero si quieres hacerlo por las malas, pues, a darle. Gatito, sosténme la mochila, por favor.

— JiMin-Ah, aquí nadie va a pelear.

Él volteó a ver a YoonGi y dejó a medias eso de doblarse las mangas de la camisa, porque como que no estaba muy de acuerdo en eso de que nadie debía pelear cuando él tenía ganas de pelear hasta con las piedras, ya que esa era su naturaleza como el hijo del rey de las tinieblas, entonces no podía creer además de que YoonGi estuviera defendiendo a ese estúpido cara bonita y en su presencia.

ᴍɪɴ's sᴇᴄʀᴇᴄᴛ  ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora