Negocios

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Ivan sabía que tenía que involucrarse en los negocios, su padre pareció apoyar su aparente carente emoción, lo bueno es que Stolas estaba metido en el mismo problema.

— ¿Cómo haremos un negocio de algo? — Stolas lo miró nervioso y sin ideas para aportar. 

Ivan estaba recostado en la alfombra mirando el techo estrellado y tratando de pensar en algo.

— Ah demonios no lo sé… debemos quizás, ¿Salir y ver? — Stolas lo miró confundido. —Bueno no se, solo salgamos de aquí. Me siento estresado de pensar y siento que no tendremos ideas mientras nos quedamos aquí. 

Ivan frunció pensativo antes de levantarse, Stolas lo siguió no muy convencido.

— Iván no creo que esto sea muy seguro. — Stolas murmuró dudoso mirando a todos lados ya que era la primera vez que salían sin escolta ni nada parecido. 

— Stolas mi amigo, deja de actuar raro que llamarás la atención de manera innecesaria. Además, ¿No es correcto conocer el reino que protegemos? 

— Uhm si, supongo que si pero eso no quiere decir que sea seguro hacerlo. Sabes la clase de cosas que suceden en el infierno. — Ivan tomó su mano y de forma amigable. 

— No te preocupes, si algo me pasa mi padre destruirá todo. 

— Ahm eso no me tranquiliza. — Stolas se rió un poco, pero trato de no estar tan nervioso. 

Caminaron por las calles de manera relativamente tranquila. 

— Quizás podríamos hacer un negocio enfocado en la televisión o quizás medidores en el entretenimiento como mi tío Asmodeus. — Ivan buscó la opinión de Stolas hasta que se dio cuenta que no estaba a su lado. —Mierda.

Ivan empezó a buscarlo, Stolas era demasiado joven para morir todavía.

— ¡Estolas! ¡Stola-! — Ivan iba gritando hasta que lo vio en un callejón. — Stolas no te alejes así, es peor que cuando Charlie casi se me pierde. ¿Estolas? — Ivan se acercó solo para ver lo que tenía entretenido a su amigo. 

Por supuesto se sorprendió de ver a un demonio o lo que se suponía debía ser uno, en unas condiciones horribles, sin brazos o piernas y parecía haber tenido un accidente. 

— Creo que lo conozco… — Stolas murmuró un poco e Ivan lo miró. 

— ¿Está vivo? — Ivan se agacho y lo toco solo para recibir un quejido de dolor del contrario. Miró a su amigo que aún lucía en shock. — Bien, primero ayudemos a este chico. — Ivan se quitó la capa que tenía y cubrió el cuerpo, moviendo su mano abrió un portal al palacio. — Stolas date prisa. 

Fue ahí que por fin reaccionó y se dio cuenta de lo que hacía su amigo. 

Por supuesto hay cosas más fáciles de decir que hacerlas. Agradece que su padre estuviera en una reunión porque sin duda los interrogará, bueno él aún lo haría cuando volviera pero para eso aún faltaba.

Por supuesto Ivan no tardó en llamar a unos cuantos médicos para tratar a dicho demonio. 

— ¿Entonces me dirás de dónde lo conoces? — Stolas parecía nervioso pero aún le respondió a su amigo. 

— Cuando era un niño, un año antes de conocerte mi padre me llevó a un circo donde conocí a Blitzo, él hizo un show con él… pude reconocerlo, es sin duda uno de los payasos. — Ivan frunció el ceño mirando la cama donde dormía ese demonio.

El Hijo del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora