El Hijo del Infierno

Tira y Afloja

Si alguien le pregunta a Ivan si cree en la redención él dirá que sí, lo hace verdaderamente. La pregunta es, ¿Cómo puede estar tan seguro? Bastante simple, ya han redimido demonios antes. 

El cielo que su padre ha creado ha redimido un total de 590 demonios hasta la actualidad teniendo alrededor de 4 890 demonios residentes actualmente. 

Sin embargo hay un problema con la redención, el cielo no los acepta y son expulsados al infierno una vez más. 

La primera vez que Lucifer lo notó quedó perplejo y solicitó una reunión con el cielo, exigió saber el por qué no podía ser aceptado, en esos tiempos Lucifer era bastante ingenuo sobre el cielo. 

Lucifer lo sabía mejor que nadie, no importa que el cielo dijera que no era una alma pura el diría que era mentira, que él podía ver la pureza de su alma. 

Por su rebeldía y frente a los ojos de Lucifer eliminaron el alma que con esfuerzo busco redención. El cielo le advirtió a Lucifer que no mandara a más de sus demonios, que una vez el alma estuviera manchada no habría forma de redención. 

Lucifer se culpó por ello, pero a pesar de eso muchas más almas se redimieron incluso si el cielo no los acepto. Fue ahí que su padre creó el cielo en el infierno, un lugar donde estás almas y aquellas que viera tenían una posibilidad de redimirse se quedaron. 

Desde un padre que asesinó a un asesino para proteger a su familia muriendo en el proceso, hasta tristes almas que se han suicidado por la crueldad del mundo.

Lucifer creía en la redención y educó a Ivan creyendo eso. 

Sin embargo cuando Charlie le preguntó a su hermano si creía en la redención su respuesta fue rápida y contundente.

— No. — Ivan la miró con seriedad ante la mirada perpleja de Charlie. — No creo en ello. 

— Pero quizás sea posible, quizás si puedan ir al cielo y así los exterminios no serían necesarios. — Explicó con calma y alegre a pesar de la respuesta de su hermano.

Este suspiro pero soltó una pequeña risa.

— Charlie, ¿Enserio crees que el cielo es mejor que aquí? — Ivan miró a su hermana con cuidado quien dudo en responder lo cual era entendible. — ¿Amas el infierno? — Está vez Charlie no dudó. 

— ¡Si! Lo amo por eso creo que la redención es lo mejor para nuestra gente, no quiero que mueran. — Ivan sonrió ante la respuesta de Charlie. 

— Eres muy noble, a veces pienso que deberías estar en el cielo en vez de aquí. Volviendo al tema… ¿Qué pasará si el cielo no te escucha?

— Yo… insistiré, tienen que escucharme. 

— ¿Pero y si no lo hacen? ¿Si se niegan a escuchar? ¿Qué harás entonces? — Charlie no supo responder e Ivan sonrió. — A veces no importa cuanto quieras que te escuchen, siempre habrá personas, demonios o ángeles que no querrán escuchar y son libres de no hacerlo. Debes pensar en que hacer, no me dirás que simplemente les cantaras una canción y esperaras lo mejor. 

Charlie se sonrojó porque sabe que ella canta, esa es su manera de ser escuchada, Ivan le gusta eso pero teme que llegue el día en que Charlie pierda su razón para cantar. 

— Pero es el cielo, ellos son buenos, me escucharan si se los pido. — Ivan puso una expresión complicada.

— Quizás el cielo sea bueno pero tienes que ser consciente de que ellos se preocupan por su gente, los demonios no son su gente, es la nuestra. Y nosotros nos preocupamos por nuestra gente. Cada año el número de demonios aumenta lo que nos hace una amenaza para su gente y lo que ellos protegen, nos matan por esa razón. — Charlie se vio triste.