El Hijo del Infierno

Perdón de un moribundo.

Bazil tiene los ojos desenfocados mirando a un punto en la nada, quizás este es el momento donde reflexiona sobre sus decisiones de vida, claramente arrepentido. 

No tiene tiempo para eso, incluso él sabe que no merece un perdón. Tocó su pecho, Eva lo había curado después del incidente con Sera, por supuesto estaba enojada de que se haya involucrado así pero era lo que había. 

Voló en busca de Rafael informando lo sucedido. Debía retrasar lo inevitable, debía hacer algo o más gente iba a morir, incluso si muere a Bazil dejó de importarle. 

Cuando se le dio la orden de buscarlo él no supo exactamente qué esperar y Alastor quien miraba esto se paralizó, ¿Qué le habían hecho a su Ivan? ¿Cómo se atrevían a tan siquiera tocar un mechón de su cabello?

Bazil se disculpó, dijo que lo ayudaría y parecía ser una decisión genuina esta vez. En todo ese tiempo Alastor no despegó la mirada de Ivan, a pesar de que esto ya había pasado no podía evitar estar preocupado por el asunto. 

Le gustaría estar ahí para Ivan en vez de Bazil, pero esto era algo que ya había pasado. Aún así no podía evitar estar inquieto y bastante ansioso. 

— D-dejalo. — Bazil se retorció cuando el falso Adán llegó, claramente lastimando a Ivan y castigándolo por desobedecer. 

Bazil enserio se disculpó, sintió el dolor punzante en su espalda pero era lo menos que merecía por todo lo que había hecho. 

Alastor estaba sorprendido, Bazil había hecho lo posible por proteger a Ivan en el cielo, un movimiento bastante suicida pero a estas alturas parecía que a Bazil no le importa absolutamente nada. 

Incluso yendo contra un arcángel, podría ser fácilmente eliminado pero Bazil no deja de protegerlo, a pesar de las órdenes de Eva de matar a Ivan. 

Alastor admite que se sintió un poco celoso de Bazil por la forma en que Ivan lo protegía, pero Ivan siempre ha sido así, Alastor aún está abrumado por los sentimientos.

— Emily por favor, ayúdame. — Alastor vio como Bazil intentaba convencer a Emily de ayudarlo a pesar de todo el caos y confusión. A pesar de sus dudas Bazil se veía realmente lamentable por lo que no se pudo negar a pesar de que estaba asustada.

Más y más fue revelado a Alastor a través de los ojos de Bazil. Incluso en la reunión que tuvo, Alastor sonrió al ver que incluso a pesar de todo Ivan aún se mantenía firme. 

Alastor está orgulloso cuando escucha a Ivan defender lo que cree, se siente amargado de haber sido privado de todo esto. 

Se acercó a Ivan viéndolo hablar y defender sus creencias con el mismo fervor con el que solía contarle sobre sus planes de un lugar mejor para los pecadores, como solía decir que incluso él podía cambiar, deseaba tanto poder estar a su lado otra vez que era doloroso. Incluso mucho más que cuando no sentía nada. 

Se ríe cuando el cielo demuestra que están equivocados. Por supuesto que su Ivan tenía toda la razón. 

Alastor solo puede suspirar pesadamente, Ivan era demasiado bueno para su propio bien. 

Ver cómo lo obligaron a hacer todo esto, él desearía poder haber hecho más por Ivan en vez de pensar en si mismo, ahora sus sentimientos gritaban otra cosa. 

Y cuando enloqueció, Alastor se asustó, escucharlo gritar tan fuerte, tan desesperado lo abrumó, incluso Bazil no lo esperó pero a pesar de salir lastimado lo abrazó y se quedó a su lado. Alastor ni siquiera se dio cuenta que lloraba, con Bazil, con Ivan.