El Hijo del Infierno

Niño

Raziel estaba preocupado. La incapacidad de Ivan de recordar el pasado lo ha llevado a sospechar de que no es casualidad, que se debe a algo más. 

El mundo tiembla ante el inminente hecho, otra capa del limbo se ha roto y nuevas criaturas han escapado, bestias parecidas a reptiles. 

Volviendo hacia atrás debe hablar con Ivan, mientras los ángeles luchan en una batalla unilateral Ivan lo mira, como si supiera que algo está pasando. 

— ¿Tienes algo que decirme? — Raziel siente un escalofrío, aún si no lo recuerda aún tiene algunos aspectos muy parecidos. 

— Si, necesito que me sigas. — Dice con calma, Ivan lo piensa bastante pero acepta. Mientras se alejan Adán los mira con sospecha pero no dice nada. 

Por alguna razón recuperar el cielo parecía demasiado sencillo. 

En otra parte Raziel abre un portal y le pide a Ivan seguirlo. 

— Sé supone que tengo órdenes de no intervenir, temo que haya algo en usted qué lo está limitando. — Ivan parece confundido ahora.

— ¿Limitando? 

— Así es, le pido que me permita examinarlo. — Dice con calma, si ser verdad tenía algo tendrían problemas.

— ¿Exactamente qué harás? — Por supuesto Ivan no es nada tonto.

— Solo revisaré su alma, nada que pueda lastimarlo, se lo aseguro. — Raziel jura, por supuesto Ivan parece desconfiado pero finalmente asiente. 

— ¿Me dirás que exactamente está limitando? — Dice Ivan cuando mira a Raziel acercarse a él. 

Antes de dar un paso más Raziel lo mira, hay un breve silencio un poco tenso. 

— Quién es usted. — Dice y antes de que Ivan pueda procesar todo siente una presión sobre sí mismo, la misma clase de presión que sintió cuando se enfrentó a esas cosas. 

Soltó un jadeo y cayó al suelo, trató de pedirle a Raziel que se detuviera pero se dio cuenta que no podía emitir ningún ruido. 

Sostuvo su pecho y sintió que todo su cuerpo ardía. 

— Es como pensé, realmente colocaron algo en ti, esos bastardos. — Raziel parecía enojado ahora, pero para Ivan quien no entendía nada solo podía mirarlo. — No tema, tiene que recordar, no tema al dolor… — Ivan quería gritar pero no podía.

¿Dolor? ¿De qué rayos está hablando este idiota? ¿Se ha vuelto loco? 

Mientras se retorcía sintió o más bien recordó, tan solo por unos breves segundos, una silueta familiar, una sensación de familiaridad desconcertante. ¿Qué es?

— Está bien, no se resista, todo será más fácil una vez lo comprenda. — Raziel dijo acariciando su cabeza.

Ivan trató de mantenerse calmado, se supone que los recuerdos deberían de llegar a poco, sin embargo gracias a él poco tiempo de acción Raziel se vio en la obligación de intervenir. 

Sería doloroso recibir todo de golpe pero no mataría a Ivan.

Ivan finalmente se desmayó.

°

°

°

Los recuerdos que fueron sellados, memorias de una vida dolorosa y muy oscura, se abren ante él, fluyen como una corriente violenta e incontrolable. Abren la puerta que Ivan tenía tanto miedo de abrir y que con recelo oculto en lo profundo de su mente.