El Hijo del Infierno

Amor eterno.

Ivan jadea cuando siente dolor antes de despertar, no tiene ni idea de donde está ahora mismo y le toma mucho tiempo darse cuenta que apareció en un callejón, su mente se siente confundida y desorientada cuando se tropieza hacia afuera de esta, pero ese es el peor error que puede hacer, por que el mundo a recuperado los recuerdos, eso incluye los malos. 

Así que las personas no tardan en darse cuenta de quién es y Ivan aún está procesando lo que pasa mientras siente un terrible dolor. 

— Alastor… alguien ayudeme… Alastor… — Ivan intenta pedir ayuda solo para ser golpeado por una personas y como si de un interruptor se activará las personas lo miraron llenos de miedo y entonces el caos estalló. 

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Alastor tiene miedo mientras intenta huir, un sentimiento primitivo que le indica que debe escapar de la persona fuera de control frente a él. 

Grita cuando sujetan su cabello y lo tiran a un lado, jadeo de dolor y mira al contrario lleno de terror antes de que se detenga de golpe. La bestia se detiene, parece reconocerlo tan solo un momento antes de intentar atacar pero Alastor está corriendo una vez más. 

— ¡Libérame! — Un rugido surge de la bestia y Alastor niega porque él no puede abrir un portal entre mundos. — Da…ño, dolor… 

Alastor escupe un poco de sangre sin entender lo que el contrario dice. 

— D-detente por favor… — Alastor solloza y la bestia gruñe pero se resiste duramente. 

— Matar… matar…

— No debes matar… tu alma también es de Ivan… puedes cambiar… — La bestia lo mira, sus rasgos son los de Ivan, su cabello negro y largo cae sobre su espalda y su ropa es un desastre. 

— N…o… lo van a matar…. — Alastor cae de golpe al suelo cuando la bestia lo suelta y parece extrañamente tener un poco de conciencia, sus ojos están reflejando un inmenso miedo. 

— ¿Qué?... — Alastor jadea adolorido, ni siquiera puede pararse ahora mismo. La bestia se ve cada vez más humano ahora mismo, lo cual solo refleja aún más miedo y terror. 

Pero ese miedo rápidamente se transforma en una inmensa furia ahora, Alastor piensa que lo va a atacar pero está versión dañada de Ivan abre un portal hacia dónde está Ivan.

— ¡No! Por favor… no lastimes a nadie. — La bestia se detiene, sus ojos están reflejando un difícil pesar. 

— ¿No te lo dijo verdad? — Alastor no entiende de lo que habla pero se arrastra hacia el contrario y toma la ropa de su pantalón como si eso fuera suficiente para detener al hombre. — Alastor, nunca fuimos dos entidades diferentes, había enloquecido… Hice cosas horribles… a mundos inocentes… el poder me enloqueció a tal grado que mi mente era incapaz de percibir el tiempo o quién era. — Alastor lo mira con sorpresa y niega. 

— Ivan no haría eso… — La bestia asiente con cuidado. 

— Ivan no lo haría… es cierto, pero yo sí… — La mirada se tornó fría tanto que Alastor empezó a temblar y aún así no soltó al contrario.

— Ivan dijo…

— Ivan me dio la mitad de su alma y conciencia y con ella llegaron recuerdos y emociones. Para crear un equilibrio me entregó todos sus preciosos sentimientos de bondad y felicidad, eso contrastaba con el profundo odio que sentí. Me dio sus recuerdos tanto dolorosos como alegres en busca de que comprendiera lo que era el bien sobre el mal… Alastor el me dio tanto de sí mismo que el ya no sabe quién es… nuestras almas son parte de una misma, ¿Cómo no sabes que estás hablando con tu Ivan? ¿Te guiaras solo por el aspecto? Dímelo… sé que has recordado todo, puedo ver la claridad en tus ojos.