El niño

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Adán se encontraba fastidiado a pesar de los mejores intentos de Stolas por mejorar el asunto, debieron asumir que aparecer en un lugar tan público no era la idea más buena de todas, no cuando tuvieron que ser encerrados.

Pero Adán no estaba feliz de estar aprisionado de nuevo aunque esta vez podía escapar pero eso solo traería más problemas.

— ¿Has podido recordar algo más? — Adán pregunta a Charles quien esta jugando con su cabello, el niño niega. Al menos alguien se divierte.

— No, ¿Es malo? — Charles preguntó y Adán niega, el chico es muy pequeño o quizás él es demasiado alto.

— Posiblemente Ivan ya sabe de nosotros, espero que nos saque pronto. — Stolas parecía preocupado pero Charles ayudaba preguntando por qué tiene plumas o cosas de ese estilo.

Lo bueno fue que no tuvieron qué esperar tanto, ha pasado tiempo desde que vio a Ivan. Por supuesto fueron recibidos con sospechas. 

Charlie era diferente, Stolas no entendía qué estaba pasando.

Sin embargo por la forma que estaba todo, ¿Y Lucifer? Stolas se inquietó y quería hacer preguntas pero no pudo por el momento.

Charlie se acercó a ellos.

— Por favor extiendan las palmas de sus manos. — Stolas y Adán lo hicieron, Charles parecía confundido.

— ¿Por qué? — Preguntó él sin ser consciente de la tensión, Charlie miró al niño con cuidado.

— Porque quiero saber si son malos. — Charles estaba aún más confundido y miró a Adán esperando una respuesta. 

— Tienen miedo, solo se tratan de proteger, no eres malo así que solo extiende tu mano. — Charles pensó un poco y extendió su mano.

Charlie cortó la palma de Stolas, todos jadearon al darse cuenta que era el verdadero príncipe Stolas. Charlie relajo su expresión y miró a Ivan quien asintió para que siguiera.

Charlie se acercó e hizo un corte en la palma de Adán, sangre dorada brotó de su mano. Con el niño Charlie hizo un corte pequeño, la sangre no era negra, todos parecían ser reales.

Ivan por fin se acercó a ellos. Stolas no se limitó y corrió a abrazarlo. 

Ivan correspondió el abrazo de Stolas, había mucho de qué hablar.

— ¿Dónde has estado? — Preguntó Ivan confundido. 

— Yo no lo sé… aparecí en un lugar oscuro y encadenado, ahí estaba Adán también. Él me ayudó a escapar. — Ivan dirigió su mirada a Adán, ¿Este era el verdadero Adán? Era difícil verlo más allá de la imagen que tenía del imbécil.

Sin embargo solo bastó mirar a Alastor quien lo confirmó con los recuerdos de Bazil.

Ivan miró al niño que también lo miraba, Stolas que notó eso explicó.

— Cuando escapamos encontramos al niño también, pensamos que no era seguro dejarlo y escapamos en brechas con algunos monstruos gigantes. — Ivan abrió los ojos sorprendido, ¿Stolas fue encerrado en el limbo? 

— ¿Quién te encerró? — Pregunto confundido.

— Fue Eva. — Adán señaló habiendo estado escuchando la conversación al parecer. 

Ivan lo miró con el ceño fruncido. 

— Ella me encerró ahí, trajo a Stolas y lo dejó ahí, después de eso no volvió a aparecer. — Adán explicó e Ivan frunció más el ceño cuando vio una pequeña bola de fuego celeste cerca de Adán. ¿Otra alma? ¿De dónde están viniendo? 

El Hijo del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora