Mal augurio.

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Charles hace lo mejor que puede a pesar de su joven edad, ha logrado reunir a un grupo de seguidores. Pero Judas es quien es el más cercano. 

Raziel mira al pequeño niño, tímido y asustado gira su cabeza para mirarlo con duda. 

— ¿Este plan realmente dará fruto? ¿Realmente es la única solución? — Charles pregunta con timidez. 

— Lo hará, no temas con respecto a las cosas que te asustan… para vencer a este gran mal es necesario hacer esto. — Charles no sospecha y con un corazón bondadoso acepta este destino. 

Sin embargo Judas no es un niño y parece comprender la complejidad de la situación mucho mejor, está enojado con él cielo, ¿Era esto Dios? Sacrificar a un niño no tenía sentido para él. 

Un niño inocente que lleva sobre sus pequeños hombros el peso de su gente. Bueno, Judas ya no tiene nada de todos modos, entonces… inclinándose ante Raziel implora. 

— Déjame tomar su lugar, déjame encargarme de esto. — Si alguien debe morir Judas puede tomar este lugar. Raziel lo mira con cuidado. 

— No puedes ser tú… Necesito que Charles contenga todo este mal en su cuerpo. — Judas quien estaba arrodillado apretó los puños. 

— ¡No lo entiendo! ¡¿Cómo pueden ser tan insensibles?! Es solo un niño, ¿qué pasará con él después de esto? — Judas lloró con impotencia. 

Raziel se sintió culpable también, entonces a pesar de lo que se suponía debía hacer. 

— Está bien…

— ¿Qué? — Judas lo miró perplejo. 

— Está bien, puedes reemplazarlo, pero una vez lo hagas, estarás encerrado solo por la eternidad, ¿Estás bien con eso? — Judas lo miró, entendió el peso de esto, pero… ¿Cómo podría dejar todo a un niño? 

Tenía miedo, era de humanos tener miedo y sin embargo asintió a la pregunta de Raziel. 

Por su parte el arcángel sabía perfectamente que Ivan estaba viendo esto, no sabía si estaba en problemas pero la culpa había mermado muy en el fondo. 

Quizás no esperaba que Ivan no estuviera enojado, confundido si, pero enojado no. 

— No logro entender. — Ivan dice, Raziel se sienta a su lado, un hombre que es completamente frío y despiadado, intenta entender sobre esto. 

— Mi señor… de casualidad, ¿Intenta comprender la piedad? — Ivan lo mira y se asusta un poco antes de calmarse. Ivan asiente muy despacio. 

— Simplemente no lo entiendo. — Raziel se queda callado, no hay respuesta suficientemente buena que logre satisfacer a Ivan, no importa si lo explica, no lo entenderá si no lo llega a sentir. 

Sin embargo, sin que Raziel lo supiera Ivan visitaba a Charles en sus sueños. Al principio fue porque el niño tenía muchas pesadillas y luego simplemente se vio así mismo creando muchos escenarios para él. 

Sentado en el pasto Charles estaba haciendo coronas de flores. 

— ¡Mira! — Grita con emoción. El menor se acerca y coloca la corona de flores en su cabeza con mucho cuidado. Se ríe felizmente. 

Moviendo su mano Ivan crea uno similar pero Charles hace un puchero. 

— No, eso es hacer trampa. — Ivan inclina la cabeza un poco confundido, intenta hacer lo mismo que Charles pero no lo logra, el menor rió y le muestra cómo hacerlo, le toma tiempo pero cuando llega la hora de despertar Charles sonríe. — ¡Haz una corona de flores para mí la próxima vez!

El Hijo del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora